DICCIONARIO MÉDICO

Carbunculosis

¿Qué es la carbunculosis?

La carbunculosis es una infección cutánea bacteriana aguda caracterizada por la presencia de uno o más carbuncos, que son lesiones profundas de la piel compuestas por múltiples forúnculos coalescentes. Estas lesiones purulentas afectan principalmente los folículos pilosos y el tejido subcutáneo, generando una inflamación extensa, dolor intenso y, frecuentemente, síntomas sistémicos. Su etiología más común es la infección por Staphylococcus aureus, especialmente cepas productoras de toxinas.

Fisiopatología de la carbunculosis

La carbunculosis comienza típicamente con la infección de un folículo piloso individual (foliculitis), que progresa a un forúnculo. Cuando varios forúnculos vecinos se fusionan por la extensión subcutánea de la inflamación, se forma un carbunco. Esta masa purulenta contiene necrosis central, múltiples puntos de drenaje y celulitis circundante. La infección se disemina a través de la dermis profunda y puede alcanzar tejidos más profundos si no se trata.

Factores predisponentes

  • Mala higiene o fricción constante en áreas de piel.
  • Diabetes mellitus y otras inmunodeficiencias.
  • Obesidad y trastornos dermatológicos crónicos como dermatitis.
  • Colonización nasal persistente por S. aureus.

Etiología y agentes causales

El principal microorganismo implicado en la carbunculosis es el Staphylococcus aureus, incluyendo cepas meticilino-resistentes (MRSA). En algunos casos, especialmente en infecciones hospitalarias o en pacientes inmunocomprometidos, pueden identificarse otros patógenos como:

  • Streptococcus pyogenes.
  • Pseudomonas aeruginosa (en carbuncos del conducto auditivo externo).
  • Bacilos Gram negativos en pacientes con múltiples comorbilidades.

Presentación clínica de la carbunculosis

El diagnóstico clínico se basa en la apariencia característica de los carbuncos y en los síntomas generales del paciente. Las manifestaciones más frecuentes incluyen:

  • Nódulo inflamatorio doloroso: con múltiples orificios de drenaje.
  • Eritema extenso que rodea la lesión.
  • Secreción purulenta con mal olor y material necrótico.
  • Fiebre, malestar general y escalofríos en casos sistémicos.

Localización más habitual

La carbunculosis suele aparecer en zonas de piel gruesa y expuesta a fricción o sudoración. Las áreas más afectadas son:

  • Nuca y región cervical posterior.
  • Axilas y región interescapular.
  • Región glútea y muslos.

Diferencias entre forúnculo y carbunco

Es fundamental distinguir entre un forúnculo y un carbunco, aunque ambos formen parte de la misma familia de infecciones cutáneas:

  • Forúnculo: infección localizada de un único folículo piloso, con punto de pus central.
  • Carbunco: conglomerado de múltiples forúnculos interconectados con inflamación difusa.

Diagnóstico clínico y microbiológico

El diagnóstico de carbunculosis se basa en la exploración física y puede complementarse con estudios microbiológicos cuando se sospechan complicaciones o resistencia a antibióticos.

Estudios recomendados

  1. Cultivo de exudado purulento: para identificar el microorganismo y determinar sensibilidad antibiótica.
  2. Hemocultivos: en casos febriles o inmunocomprometidos, para descartar bacteriemia.
  3. Glucemia y hemograma: para evaluar factores predisponentes como diabetes o leucocitosis.

Complicaciones de la carbunculosis

Las complicaciones de la carbunculosis dependen de la extensión de la infección, la inmunidad del huésped y el tratamiento instaurado. Las más relevantes son:

  • Diseminación local con celulitis o fascitis.
  • Bacteriemia y sepsis.
  • Abscesos profundos.
  • Formación de cicatrices hipertróficas o queloides.

Tratamientos para la carbunculosis

El abordaje terapéutico de la carbunculosis combina medidas locales, antibióticos sistémicos y, en algunos casos, drenaje quirúrgico. La elección del tratamiento depende de la extensión de la lesión, la severidad clínica y las comorbilidades del paciente.

Antibioticoterapia

Los tratamientos para la carbunculosis deben estar dirigidos a cubrir Staphylococcus aureus. Las opciones incluyen:

  • Dicloxacilina o cloxacilina en cepas sensibles.
  • Clindamicina o trimetoprim-sulfametoxazol si se sospecha MRSA.
  • Vancomicina o linezolid en infecciones graves o con hospitalización.

Drenaje quirúrgico

Los carbuncos suelen requerir incisión y drenaje quirúrgico para permitir la evacuación del material purulento y acelerar la resolución del proceso infeccioso. Esta intervención debe realizarse en condiciones asépticas y puede repetirse si hay recurrencia o persistencia del exudado.

Cuidados generales y medidas higiénicas

Además del tratamiento específico, es fundamental implementar medidas de higiene personal y control de factores predisponentes:

  • Limpieza diaria de la zona con antisépticos tópicos.
  • Evitar el rascado o manipulación de las lesiones.
  • Control glicémico estricto en pacientes diabéticos.
  • Descolonización nasal con mupirocina en portadores de S. aureus.

Pronóstico y seguimiento

La carbunculosis suele tener un buen pronóstico con el tratamiento adecuado. La resolución completa puede tardar entre 1 y 3 semanas. Es esencial el seguimiento clínico para valorar la respuesta terapéutica, prevenir complicaciones y evitar recurrencias, especialmente en pacientes con enfermedades subyacentes crónicas.

Indicaciones de seguimiento especializado

  • Reaparición de lesiones en el mismo sitio.
  • Infecciones recurrentes múltiples.
  • Presencia de celulitis extensiva o abscesos profundos.
  • Fracaso terapéutico tras 48-72 horas de tratamiento antibiótico.

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