DICCIONARIO MÉDICO

Bultoma

¿Qué es un bultoma?

Un bultoma, también conocido como tumor o neoplasia, es un término ampliamente utilizado en la medicina para referirse a una masa anormal de tejido que puede ser benigna, pre-maligna o maligna. Este término proviene de la palabra latina 'tumor', que se traduce como 'hinchazón', y su definición ha evolucionado con el tiempo para referirse a una proliferación celular anormal.

El cuerpo humano está compuesto por billones de células, cada una de las cuales tiene un ciclo de vida definido que incluye su crecimiento, replicación y eventual muerte. Este proceso es estrictamente controlado por una serie de genes que regulan la división celular. En un bultoma, este control se pierde debido a una serie de mutaciones genéticas, que pueden ser heredadas o adquiridas, que resultan en la proliferación descontrolada de las células.

En la medicina, los bultomas se pueden clasificar de varias maneras. Una forma es según su naturaleza: benignos o malignos. Los bultomas benignos son aquellos que crecen lentamente, tienen límites bien definidos y no invaden los tejidos circundantes ni se diseminan a otras partes del cuerpo. En contraste, los bultomas malignos, también conocidos como cánceres, crecen rápidamente, invaden los tejidos circundantes y pueden diseminarse a otras partes del cuerpo, un proceso conocido como metástasis.

Otra forma de clasificar los bultomas es según su origen tisular. Los carcinomas son bultomas que se originan en las células epiteliales, que son las que recubren las superficies externas e internas del cuerpo. Los sarcomas se originan en las células mesenquimales, que forman los tejidos de sostén del cuerpo, como los huesos, los músculos y los vasos sanguíneos. Los linfomas y leucemias se originan en las células del sistema inmunitario.

Además, es fundamental comprender que cada bultoma tiene su propia biología y comportamiento, lo que significa que su evolución y respuesta al tratamiento pueden variar considerablemente. Algunos bultomas pueden crecer rápidamente y requerir tratamiento inmediato, mientras que otros pueden crecer tan lentamente que el tratamiento puede posponerse. Además, algunos bultomas pueden ser sensibles a ciertos tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, mientras que otros pueden ser resistentes.

El diagnóstico de un bultoma a menudo comienza con la identificación de signos y síntomas que pueden sugerir su presencia. Esto puede incluir la detección de una masa física, cambios en la función corporal, o signos de enfermedad general, como pérdida de peso inexplicada, fiebre o fatiga. A menudo, se requieren pruebas adicionales, como análisis de sangre, imágenes médicas o biopsias, para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo y la etapa del bultoma.

Una vez diagnosticado, el tratamiento de un bultoma puede implicar una combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia, dependiendo de su tipo y etapa. En algunos casos, se pueden emplear terapias más nuevas, como la inmunoterapia o la terapia dirigida, que buscan activar el sistema inmunológico del paciente contra el bultoma o dirigirse a cambios genéticos específicos en las células del bultoma, respectivamente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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