DICCIONARIO MÉDICO

Atimia

Qué es la atimia

La atimia es un término médico y psicológico que hace referencia a la ausencia o disminución patológica de las emociones, especialmente en contextos donde se espera una reacción afectiva. Se considera un trastorno del área afectiva de la psique, en el que el paciente presenta una marcada indiferencia emocional frente a estímulos que normalmente generarían tristeza, alegría, miedo o afecto. Es un fenómeno que puede observarse en diversos trastornos mentales y neurológicos, especialmente en psicosis y trastornos neurodegenerativos.

Aunque en ocasiones puede confundirse con otros cuadros clínicos como la apatía, la abulia o la anhedonia, la atimia tiene características propias. Se trata de una alteración profunda de la capacidad afectiva, y suele acompañarse de una disminución en la expresividad emocional, el contacto empático y la iniciativa emocional hacia los demás.

Es importante señalar que la atimia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma o manifestación clínica que forma parte de otras entidades diagnósticas. Su abordaje terapéutico depende del diagnóstico subyacente y de una evaluación integral del paciente.

Características clínicas de la atimia

Los pacientes que presentan atimia pueden manifestar diferentes signos clínicos que afectan su funcionamiento psicoafectivo. Entre las características más representativas se incluyen:

  • Ausencia o disminución de respuesta emocional ante situaciones sociales o personales relevantes.
  • Indiferencia afectiva hacia familiares, amigos o experiencias vitales significativas.
  • Reducción de la expresión facial y gestual, con un rostro plano o inexpresivo.
  • Falta de empatía o desconexión emocional con los sentimientos ajenos.
  • Dificultad para experimentar placer o tristeza de forma subjetiva.

En algunos casos, estos pacientes pueden mostrarse funcionales a nivel cognitivo o motor, pero con una desconexión marcada del mundo emocional. Esto puede llevar a interpretaciones erróneas por parte del entorno, que percibe al paciente como frío, distante o apático.

Diferencias entre atimia y otros trastornos afectivos

Es frecuente confundir la atimia con otros síntomas o síndromes que también afectan la esfera emocional. A continuación se describen las principales diferencias:

  • Apatía: se refiere a la falta de interés o motivación, pero no necesariamente implica ausencia de emociones. Un paciente apático puede sentir tristeza o placer, aunque no actúe en consecuencia.
  • Abulia: representa una pérdida de voluntad o iniciativa, afectando la acción más que la emoción en sí misma.
  • Anhedonia: implica la incapacidad para experimentar placer, sin suprimir otras emociones como tristeza o ira.
  • Alexitimia: dificultad para identificar o verbalizar emociones, pero no necesariamente ausencia de las mismas.

La atimia, en cambio, se define por la pérdida global del contenido afectivo, tanto en su expresión como en su vivencia interna.

Trastornos donde puede observarse atimia

La atimia suele aparecer en el contexto de trastornos mentales graves o enfermedades neurológicas avanzadas. Entre las condiciones más asociadas se encuentran:

Esquizofrenia

En los cuadros esquizofrénicos, especialmente en fases crónicas, la atimia es uno de los síntomas negativos predominantes. Se manifiesta como afectividad aplanada, ausencia de reacciones emocionales y desconexión interpersonal.

Demencias frontotemporales

Este grupo de demencias afecta los lóbulos frontales y temporales, responsables de la conducta social y la regulación afectiva. La atimia puede ser uno de los primeros signos, precediendo incluso a las alteraciones cognitivas más evidentes.

Trastornos del espectro autista

Algunas personas con trastorno del espectro autista pueden presentar patrones de respuesta emocional atenuada o ausente, en particular en los subtipos más graves o con comorbilidades intelectuales.

Trastornos por consumo de sustancias

El uso crónico de sustancias psicoactivas, como alcohol, opiáceos o benzodiacepinas, puede alterar la química cerebral y suprimir la respuesta emocional, generando síntomas de atimia, especialmente durante fases de abstinencia o deterioro neurocognitivo.

Trastornos depresivos mayores resistentes

En las depresiones graves y de larga evolución, algunos pacientes pueden presentar una forma extrema de embotamiento afectivo que encaja con el cuadro clínico de la atimia, con ausencia de reactividad emocional incluso ante estímulos trágicos o alegres.

Causas y mecanismos fisiopatológicos

Desde el punto de vista fisiopatológico, la atimia se asocia a disfunciones en áreas cerebrales involucradas en la regulación emocional, como:

  • Lóbulo frontal: responsable de la expresión emocional, control de impulsos y toma de decisiones.
  • Sistema límbico: especialmente la amígdala, involucrada en la valoración emocional de estímulos.
  • Corteza prefrontal medial: clave en la regulación emocional y la empatía.

Las alteraciones estructurales (atrofia, lesiones) o funcionales (alteraciones de neurotransmisores como dopamina o serotonina) en estas regiones pueden provocar atimia. También se ha relacionado con una hipofrontalidad funcional, observada en estudios de neuroimagen en esquizofrenia y demencias.

Evaluación y diagnóstico

No existe una prueba específica para diagnosticar la atimia. La evaluación es clínica y requiere una valoración psiquiátrica y neurológica exhaustiva. Las herramientas diagnósticas suelen incluir:

  • Entrevistas estructuradas y escalas psicopatológicas.
  • Observación directa del comportamiento afectivo del paciente.
  • Pruebas de neuroimagen (RMN, PET cerebral) en caso de sospecha de origen neurológico.
  • Valoración neuropsicológica cuando se asocia a deterioro cognitivo.

El diagnóstico diferencial debe establecerse con trastornos afectivos, del neurodesarrollo, o con simulaciones de indiferencia emocional por factores sociales o culturales.

Tratamiento de la atimia

El tratamiento de la atimia no es específico, ya que depende de la causa subyacente. Sin embargo, algunas estrategias pueden ser útiles:

Intervención farmacológica

  • Antipsicóticos atípicos en casos de esquizofrenia con síntomas negativos predominantes.
  • Antidepresivos duales o con perfil dopaminérgico en depresiones resistentes.
  • Tratamientos dirigidos a patologías neurodegenerativas (inhibidores de colinesterasa en demencias).

Psicoterapia

La psicoterapia de apoyo, la estimulación emocional y el entrenamiento en habilidades sociales pueden ser útiles en pacientes que conservan capacidad de insight. Las terapias basadas en la mentalización o la terapia cognitivo-conductual adaptada también pueden ofrecer beneficios parciales.

Estimulaciones no farmacológicas

  • Musicoterapia o arteterapia como vías de expresión emocional indirecta.
  • Estimulación transcraneal o neuromodulación en estudios preliminares.
  • Entornos sociales estructurados y relaciones significativas como facilitadores afectivos.

Cuándo acudir al médico

Se debe consultar con un profesional de salud mental si se observan en uno mismo o en un ser querido los siguientes signos:

  • Ausencia total de reacciones emocionales ante acontecimientos importantes.
  • Desvinculación afectiva marcada con personas cercanas.
  • Desinterés emocional persistente que interfiere en la vida social o laboral.
  • Presencia de otros síntomas neurológicos o conductuales.

Precauciones y recomendaciones

Ante un paciente con sospecha de atimia, se deben tener en cuenta ciertas consideraciones:

  • Evitar atribuir la frialdad afectiva a falta de interés o actitud hostil.
  • Incentivar entornos emocionalmente ricos, pero sin presión excesiva.
  • Evaluar posibles causas médicas o neurológicas concomitantes.

Preguntas frecuentes sobre la atimia

¿La atimia es reversible?

Depende de la causa. En algunos casos, como depresiones tratables o efectos secundarios de fármacos, puede ser reversible. En cuadros neurodegenerativos o psicóticos crónicos, suele ser persistente.

¿Puede un niño presentar atimia?

Es muy poco frecuente. En niños, una ausencia emocional prolongada podría deberse más probablemente a trastornos del espectro autista, trauma psicológico o privación afectiva. Se requiere valoración especializada.

¿La atimia puede confundirse con frialdad de personalidad?

Sí, en muchas ocasiones la falta de expresividad emocional es malinterpretada como un rasgo de personalidad, cuando en realidad se trata de una alteración psicopatológica.

¿Existe relación entre atimia y alexitimia?

Aunque pueden coexistir, no son lo mismo. La atimia implica ausencia emocional; la alexitimia, dificultad para identificarla o expresarla. Un paciente puede no sentir emociones (atimia) o no saber explicarlas (alexitimia).

¿Cómo afecta la atimia a las relaciones interpersonales?

Provoca una desconexión emocional que puede dificultar gravemente las relaciones afectivas y sociales, generando incomprensión, aislamiento y conflictos familiares o laborales.

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