DICCIONARIO MÉDICO

Apófisis articulares de las vértebras

Qué es la apófisis articular de las vértebras

Las apófisis articulares de las vértebras son proyecciones óseas pares que emergen de la parte posterior de cada vértebra y que permiten la articulación entre vértebras adyacentes. Cada vértebra (excepto la primera cervical, atlas) posee cuatro apófisis articulares: dos superiores y dos inferiores. Estas estructuras son esenciales para la estabilidad, movilidad y correcta alineación del raquis en su conjunto.

Desde el punto de vista clínico, las apófisis articulares pueden verse comprometidas en diversos procesos patológicos, como artrosis facetaria, espondilolisis, fracturas o síndromes de pinzamiento. También constituyen puntos clave en procedimientos quirúrgicos de columna y técnicas de anestesia regional, como el bloqueo facetario.

Anatomía de las apófisis articulares vertebrales

Cada vértebra, desde la segunda cervical (C2 o axis) hasta la región lumbar, presenta dos apófisis articulares superiores y dos inferiores. Estas proyecciones se articulan entre sí formando las denominadas articulaciones cigapofisarias o facetarias, que son articulaciones sinoviales planas o ligeramente curvas, con cápsula articular y líquido sinovial.

Orientación anatómica

  • Región cervical: las apófisis articulares tienen orientación oblicua, permitiendo amplia movilidad en rotación, flexión y extensión.
  • Región torácica: las apófisis se disponen en un plano casi coronal, favoreciendo la rotación axial pero limitando la flexión.
  • Región lumbar: las apófisis están orientadas en un plano sagital, lo que permite flexión y extensión pero restringe la rotación.

Cada apófisis articular posee una superficie articular recubierta por cartílago hialino y rodeada por una cápsula articular con terminaciones nerviosas sensitivas, lo cual explica el origen del dolor facetario en patologías degenerativas.

Función biomecánica de las apófisis articulares

Las apófisis articulares cumplen una función dual: estabilidad mecánica y facilitación del movimiento. Son elementos pasivos de la columna que, junto con los discos intervertebrales, regulan los grados de libertad del raquis.

  • Estabilizan las vértebras impidiendo deslizamientos anómalos.
  • Distribuyen cargas axiales, especialmente en extensión lumbar.
  • Limitan movimientos excesivos que podrían comprometer la médula espinal o raíces nerviosas.

En conjunto, las articulaciones facetarias permiten un rango de movimiento fisiológico mientras protegen al raquis de tensiones mecánicas excesivas.

Patologías relacionadas con las apófisis articulares

Las apófisis articulares pueden verse afectadas por procesos degenerativos, inflamatorios, traumáticos o congénitos. Estas alteraciones pueden provocar dolor vertebral local, irradiado o mecánico.

1. Artrosis facetaria

Es una de las principales causas de dolor lumbar crónico (lumbalgia mecánica). Se produce por el desgaste progresivo del cartílago articular de las apófisis. La inflamación, osteofitos y engrosamiento capsular limitan la movilidad y generan dolor, especialmente con la extensión o rotación lumbar.

2. Espondilolisis y espondilolistesis

Una fractura de estrés en el istmo vertebral, entre la apófisis articular superior e inferior, puede dar lugar a una espondilolisis. Si se asocia a un deslizamiento anterior de la vértebra, se produce una espondilolistesis. Es frecuente en adolescentes deportistas.

3. Fracturas facetarias

Pueden ocurrir en traumatismos de alta energía, como accidentes de tráfico o caídas desde altura. Requieren evaluación con tomografía para descartar inestabilidad raquídea.

4. Síndrome facetario

Cuadro clínico caracterizado por dolor lumbar o cervical localizado, exacerbado por movimientos de extensión o inclinación. No suele acompañarse de afectación neurológica, pero puede coexistir con otras patologías discales o musculares.

5. Hipertrofia facetaria

La sobrecarga mecánica puede provocar engrosamiento óseo de las apófisis articulares. En casos avanzados, se reduce el diámetro del canal raquídeo y se genera estenosis espinal.

Diagnóstico de las lesiones facetarias

El diagnóstico de alteraciones en las apófisis articulares se basa en la clínica, la exploración física y el uso de pruebas de imagen. Las técnicas más empleadas son:

  1. Radiografía simple: útil para evaluar alineación y presencia de artrosis o fracturas.
  2. Tomografía axial computarizada (TAC): excelente para ver la morfología ósea y lesiones facetarias.
  3. Resonancia magnética (RM): permite valorar tejidos blandos, inflamación, y compromiso neurológico.
  4. Bloqueo facetario diagnóstico: consiste en infiltrar anestesia en la articulación para confirmar el origen del dolor.

Tratamiento de las patologías facetarias

El tratamiento depende de la gravedad del cuadro y puede incluir:

  • Medidas conservadoras: reposo relativo, fisioterapia, AINEs, corrección postural.
  • Infiltraciones facetarias: inyección de corticoides y anestésico local para reducir la inflamación.
  • Rizólisis por radiofrecuencia: técnica que destruye las terminaciones nerviosas que transmiten el dolor desde las facetas.
  • Cirugía: indicada en casos de espondilolistesis inestable o estenosis severa. Puede requerir artrodesis o descompresión.

Cuándo acudir al médico

Se debe consultar con un especialista en columna vertebral si se presentan los siguientes síntomas:

  • Dolor lumbar o cervical persistente que no mejora con reposo.
  • Dolor irradiado a extremidades, especialmente con ciertos movimientos.
  • Sensación de bloqueo, rigidez o pérdida de movilidad raquídea.
  • Antecedente de traumatismo y aparición de síntomas neurológicos.

Precauciones y prevención

Para reducir el riesgo de lesiones en las apófisis articulares, se recomienda:

  • Mantener una postura adecuada durante actividades prolongadas o al levantar pesos.
  • Evitar el sedentarismo y fortalecer la musculatura paravertebral mediante ejercicio regular.
  • Corregir desequilibrios musculares con fisioterapia personalizada.
  • Realizar estiramientos de columna tras actividad física intensa.

Preguntas frecuentes

¿Las apófisis articulares pueden causar dolor sin inflamación?

Sí. Alteraciones mecánicas o sobrecargas funcionales pueden activar las terminaciones nerviosas capsulares sin que exista inflamación evidente.

¿Qué diferencia hay entre una apófisis espinosa y una articular?

La apófisis espinosa es una única proyección posterior de la vértebra, mientras que las apófisis articulares son pares y participan en las articulaciones facetarias.

¿La rizólisis cura el problema facetario?

No. La rizólisis alivia el dolor interrumpiendo la conducción nerviosa, pero no corrige la causa estructural. Es un tratamiento paliativo.

¿Las apófisis articulares crecen con la edad?

En casos de artrosis, pueden desarrollarse osteofitos (crecimientos óseos) en el borde de las apófisis, lo que aumenta su tamaño y puede reducir el espacio articular.

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