DICCIONARIO MÉDICO

Antígeno CD

Qué es un antígeno CD

El antígeno CD es la denominación que reciben un conjunto de moléculas expresadas en la superficie de las células inmunitarias, identificadas mediante el sistema de nomenclatura "Cluster of Differentiation" (CD). Estas moléculas permiten clasificar las distintas poblaciones celulares del sistema inmune, definir su estado de maduración, activación o función, y constituyen una herramienta diagnóstica y terapéutica fundamental en medicina moderna.

Cada marcador CD representa una proteína o conjunto de proteínas específicas cuya presencia, ausencia o intensidad de expresión proporciona información relevante sobre la identidad funcional de una célula. Ejemplos comunes incluyen CD4 y CD8, que definen subpoblaciones de linfocitos T, o CD20, que identifica linfocitos B maduros. La utilidad clínica de estos antígenos se extiende desde la inmunología diagnóstica hasta la inmunoterapia oncológica.

Origen y evolución de la nomenclatura CD

El sistema CD surgió en la década de 1980 como resultado de los trabajos de estandarización del Human Leukocyte Differentiation Antigens (HLDA) Workshop. Su objetivo era unificar la identificación de antígenos leucocitarios reconocidos por anticuerpos monoclonales. Desde entonces, se han reconocido más de 370 antígenos CD, y el número sigue aumentando con los avances en inmunología celular.

Los antígenos CD se nombran con un número (por ejemplo, CD3, CD19, CD45) y pueden encontrarse en la superficie, en el citoplasma o en el núcleo celular, según su naturaleza y función.

Funciones de los antígenos CD

Estas moléculas no solo son marcadores celulares; muchas cumplen funciones esenciales en la respuesta inmune. Entre sus funciones destacan:

  • Receptores de señalización para activación celular (por ejemplo, CD3 en linfocitos T).
  • Moléculas de adhesión celular (como CD62L).
  • Reguladores de apoptosis (como CD95 o Fas).
  • Receptores de citocinas o factores de crecimiento.

La expresión de determinados antígenos CD permite identificar el estado de activación, diferenciación o transformación maligna de una célula.

Principales antígenos CD y su utilidad clínica

A continuación se presentan algunos de los antígenos CD más relevantes en la práctica médica, junto con su función y utilidad:

  • CD3: presente en todos los linfocitos T maduros. Se utiliza como marcador de pan-T y como diana terapéutica.
  • CD4: identifica linfocitos T cooperadores. Es fundamental en el seguimiento de la infección por VIH.
  • CD8: presente en linfocitos T citotóxicos. Se relaciona con respuestas antivirales y tumorales.
  • CD19: marcador de linfocitos B en etapas tempranas. Útil en leucemias y linfomas.
  • CD20: linfocitos B maduros. Diana del anticuerpo terapéutico rituximab.
  • CD34: expresa células madre hematopoyéticas. Usado en trasplante de médula ósea.
  • CD45: marcador común de leucocitos. Útil en clasificación inmunofenotípica.

Uso de antígenos CD en diagnóstico médico

Los antígenos CD se detectan mediante técnicas como la citometría de flujo, la inmunohistoquímica y la inmunofluorescencia. Estas técnicas permiten caracterizar con precisión poblaciones celulares y son indispensables en:

  • Diagnóstico y clasificación de leucemias y linfomas.
  • Monitoreo de inmunodeficiencias (por ejemplo, conteo de CD4 en VIH).
  • Valoración de trasplantes hematopoyéticos (expresión de CD34).

Antígenos CD en inmunoterapia y tratamiento dirigido

En los últimos años, los antígenos CD se han convertido en dianas terapéuticas clave para el desarrollo de fármacos biológicos, especialmente en oncología e inmunología. Ejemplos destacados:

  • Rituximab: anticuerpo monoclonal dirigido contra CD20. Utilizado en linfoma no Hodgkin y artritis reumatoide.
  • Alemtuzumab: dirigido contra CD52. Indicado en leucemia linfocítica crónica y esclerosis múltiple.
  • CAR-T cells: linfocitos T modificados para expresar receptores contra antígenos como CD19, revolucionando el tratamiento de neoplasias hematológicas.

Expresión aberrante de antígenos CD en enfermedades

Alteraciones en la expresión de ciertos antígenos CD son indicativas de procesos patológicos. Ejemplos:

  • Sobreexpresión de CD30: linfoma de Hodgkin clásico.
  • Ausencia de CD10: linfoma folicular.
  • Presencia de CD33: leucemia mieloide aguda.

Estos perfiles inmunofenotípicos permiten clasificar subtipos de cáncer, establecer pronóstico y decidir terapias dirigidas.

Cuándo acudir al médico

La evaluación de antígenos CD no es una prueba rutinaria, pero puede estar indicada cuando:

  • Se sospechan enfermedades hematológicas como leucemias o linfomas.
  • Existen signos de inmunodeficiencia (infecciones recurrentes, linfopenia).
  • Se requiere monitoreo en tratamientos con inmunosupresores o inmunoterapia.
  • Es necesario tipificar células madre para un trasplante hematopoyético.

Preguntas frecuentes sobre los antígenos CD

¿Todos los antígenos CD son exclusivos del sistema inmune?

No. Aunque la mayoría se expresa en células inmunitarias, algunos antígenos CD también están presentes en células no hematopoyéticas, como epitelios o células endoteliales, donde cumplen funciones específicas.

¿La citometría de flujo siempre requiere biopsia?

No. En muchos casos, como el análisis de subpoblaciones linfocitarias, basta una muestra de sangre periférica. Para estudiar tejidos sólidos (por ejemplo, ganglios linfáticos), sí puede requerirse biopsia.

¿Los antígenos CD cambian con la edad o en respuesta a infecciones?

Sí. La expresión de algunos antígenos CD varía con el desarrollo inmunológico, el envejecimiento o la activación inducida por infecciones, lo que puede modificar el perfil inmunofenotípico.

¿Existen antígenos CD implicados en enfermedades autoinmunes?

Sí. La modulación de moléculas como CD25 (receptor de IL-2) o CD28 (coestimulador) está implicada en procesos autoinmunes y en su tratamiento con fármacos inmunomoduladores.

¿Qué diferencia hay entre CD4 y CD8 en linfocitos?

CD4 identifica linfocitos T cooperadores, encargados de coordinar la respuesta inmunitaria. CD8 corresponde a linfocitos T citotóxicos, cuya función principal es destruir células infectadas o tumorales.

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