DICCIONARIO MÉDICO

Ansiolítico

Qué es ansiolítico

El término ansiolítico se refiere a cualquier sustancia, generalmente un fármaco psicotrópico, que tiene como objetivo reducir la ansiedad, sin inducir sedación profunda ni alterar de forma significativa el estado de conciencia. Estos medicamentos se utilizan con frecuencia en el tratamiento de trastornos de ansiedad, trastornos del sueño, e incluso en algunas formas de depresión o síntomas psicosomáticos. El uso de ansiolíticos debe estar siempre supervisado por un médico, ya que un uso prolongado o inadecuado puede conllevar dependencia o efectos adversos importantes.

Clasificación de los ansiolíticos

Los principales grupos de ansiolíticos incluyen:

  • Benzodiacepinas: el grupo más ampliamente utilizado. Ejemplos: diazepam, lorazepam, alprazolam.
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): como la sertralina o escitalopram, útiles para la ansiedad generalizada y fobias.
  • Buspirona: ansiolítico no sedante con bajo riesgo de dependencia.
  • Antihistamínicos: como la hidroxizina, que pueden tener efecto ansiolítico leve.
  • Antipsicóticos atípicos: en dosis bajas, como quetiapina, utilizados en casos específicos de ansiedad refractaria.

Indicaciones terapéuticas

  • Trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
  • Trastorno de pánico.
  • Fobia social o específica.
  • Trastornos adaptativos con ansiedad.
  • Ansiedad preoperatoria o en cuidados paliativos.

Mecanismo de acción

Las benzodiacepinas actúan potenciando el efecto del ácido gamma-aminobutírico (GABA), el principal neurotransmisor inhibitorio del sistema nervioso central, produciendo un efecto tranquilizante. Los ISRS aumentan la concentración de serotonina en la sinapsis neuronal, contribuyendo a la mejora del estado de ánimo y la reducción de la ansiedad.

Efectos secundarios y riesgos

Los ansiolíticos, especialmente las benzodiacepinas, pueden presentar diversos efectos adversos:

  • Somnolencia y sedación.
  • Mareo, alteración del equilibrio.
  • Problemas de memoria y concentración.
  • Tolerancia y dependencia física.
  • Síndrome de abstinencia al suspender bruscamente el tratamiento.

Uso racional y recomendaciones

  • Utilizar la menor dosis eficaz durante el menor tiempo posible.
  • Evitar el consumo conjunto con alcohol u otros depresores del SNC.
  • No suspender bruscamente el tratamiento sin supervisión médica.
  • Realizar seguimiento regular con el especialista.

Alternativas no farmacológicas

  • Terapia cognitivo-conductual.
  • Técnicas de relajación y mindfulness.
  • Ejercicio físico regular.
  • Higiene del sueño y hábitos saludables.

Cuándo acudir al médico

  • Cuando la ansiedad afecta la vida cotidiana o el rendimiento laboral/social.
  • En caso de aparición de efectos adversos importantes.
  • Si se requiere aumentar la dosis para obtener el mismo efecto (posible tolerancia).

Precauciones especiales

  • En personas mayores, donde el riesgo de caídas o deterioro cognitivo es mayor.
  • En pacientes con antecedentes de adicciones.
  • Durante el embarazo o la lactancia (consulta médica imprescindible).

Preguntas frecuentes sobre ansiolíticos

¿Los ansiolíticos generan adicción?

Sí, especialmente las benzodiacepinas si se usan por períodos prolongados. Por ello se recomienda un uso controlado y supervisado.

¿Puedo conducir si tomo ansiolíticos?

Depende del tipo y dosis. Algunos pueden alterar los reflejos y la capacidad de concentración. Siempre debe consultarse con el médico.

¿Qué hacer si me olvido una dosis?

Si han pasado pocas horas, puede tomarse. Si está cerca de la siguiente dosis, es mejor omitirla. Nunca duplicar dosis sin indicación médica.

¿Son mejores los tratamientos naturales para la ansiedad?

Pueden ser útiles como complemento, pero en casos moderados o graves los fármacos pueden ser necesarios. Debe valorarlo un profesional.

¿Los ansiolíticos curan la ansiedad?

No. Controlan los síntomas, pero no abordan la causa subyacente. Por eso, se recomienda combinar con psicoterapia.

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