DICCIONARIO MÉDICO

Ampolla

Qué es una ampolla

Una ampolla, en el ámbito médico, es una lesión cutánea elevada, de contenido líquido claro o seroso, que se forma entre las capas más superficiales de la piel (epidermis y dermis). Su tamaño suele superar los 5 milímetros de diámetro, distinguiéndose así de las vesículas, que son más pequeñas. Estas formaciones se desarrollan como una respuesta del cuerpo ante diferentes tipos de agresión o alteraciones fisiopatológicas.

Las ampollas pueden originarse por fricción repetida, quemaduras térmicas o químicas, enfermedades autoinmunes, infecciones o reacciones alérgicas. En medicina, su estudio es fundamental, no solo por su presentación clínica, sino también porque pueden ser signo de enfermedades dermatológicas graves que requieren intervención especializada.

Causas de aparición de ampollas

Las causas de aparición de ampollas son múltiples y se clasifican en función del mecanismo etiopatogénico que las origina:

1. Fricción o presión mecánica

Una de las causas más frecuentes. El roce continuo entre la piel y una superficie, como el calzado o herramientas manuales, da lugar a la separación de las capas cutáneas con formación de líquido intersticial.

2. Quemaduras térmicas

Las quemaduras de segundo grado superficial generan ampollas, ya que la lesión térmica afecta la epidermis y parte de la dermis superficial, provocando extravasación de suero hacia el espacio intercelular.

3. Quemaduras químicas

La exposición a sustancias corrosivas, como ácidos o álcalis, puede inducir ampollas al provocar daño directo sobre las estructuras cutáneas.

4. Infecciones

  • Herpes simple: cursa con vesículas que pueden confluir en ampollas dolorosas.
  • Herpes zóster: provoca lesiones agrupadas en forma de ampolla, siguiendo un dermatoma.
  • Impétigo ampolloso: infección bacteriana común en niños causada por Staphylococcus aureus.

5. Enfermedades autoinmunes

Enfermedades ampollosas como el pénfigo vulgar o el penfigoide ampolloso se caracterizan por la presencia de autoanticuerpos que atacan componentes estructurales de la piel.

6. Reacciones medicamentosas o alérgicas

Algunos fármacos pueden causar reacciones cutáneas graves como el síndrome de Stevens-Johnson o la necrólisis epidérmica tóxica, donde se forman ampollas extensas con desprendimiento de la piel.

Características clínicas de las ampollas

Las ampollas presentan características clínicas que orientan hacia su etiología:

  • Contenido: seroso, hemorrágico o purulento.
  • Distribución: localizada o diseminada.
  • Forma: unilocular o multilocular.
  • Base: eritematosa, indurada o sana.
  • Dolor: variable, según la causa.

Diagnóstico de las ampollas

El diagnóstico se basa en la anamnesis detallada, exploración física y, en algunos casos, estudios complementarios como:

  • Biopsia cutánea: permite estudiar la histopatología de la ampolla.
  • Inmunofluorescencia directa: esencial en enfermedades ampollosas autoinmunes.
  • Cultivo del contenido: útil en infecciones.

Tratamiento de las ampollas

El tratamiento depende de la causa subyacente:

1. Ampollas por fricción

  • Protección de la zona afectada.
  • Drenaje aséptico si son dolorosas, sin retirar la piel.

2. Ampollas por quemaduras

  • Aplicación de apósitos estériles.
  • Control del dolor y prevención de infección.

3. Ampollas infecciosas

  • Antivirales tópicos o sistémicos (herpes).
  • Antibióticos (impétigo).

4. Enfermedades ampollosas autoinmunes

  • Corticoides sistémicos.
  • Inmunosupresores (azatioprina, micofenolato).

Complicaciones posibles

Las principales complicaciones derivadas de ampollas incluyen:

  1. Infección secundaria por ruptura de la ampolla.
  2. Deshidratación en casos extensos, como quemaduras graves.
  3. Cicatrices permanentes si la lesión afecta capas profundas.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda consultar con un profesional sanitario si se presentan las siguientes situaciones:

  • Ampollas de causa desconocida o recurrentes.
  • Presencia de fiebre o malestar general asociado.
  • Extensión amplia o afectación de mucosas.
  • Signos de infección (enrojecimiento, pus, calor local).

Prevención de ampollas

Algunas estrategias para prevenir la aparición de ampollas son:

  • Uso de calzado adecuado y evitar fricciones prolongadas.
  • Aplicación de apósitos protectores en zonas de roce.
  • Evitar el contacto con sustancias químicas irritantes sin protección.
  • Buena hidratación cutánea.

Preguntas frecuentes sobre las ampollas

¿Debo pinchar una ampolla?

En general, no se recomienda romper una ampolla intacta, ya que la piel actúa como barrera protectora. Si es muy dolorosa, debe drenarse con técnica aséptica sin retirar la piel superior.

¿Qué hago si se me rompe una ampolla?

Lavar con agua y jabón, aplicar un antiséptico y cubrir con apósito estéril. Es importante evitar infecciones secundarias.

¿Las ampollas siempre indican una enfermedad?

No. Muchas veces son consecuencia de causas físicas como el roce, pero si aparecen sin explicación o en zonas extensas, pueden ser signo de una patología sistémica.

¿Se contagian las ampollas?

Solo en el caso de ampollas infecciosas como el herpes simple o impétigo. En esos casos, deben evitarse el contacto directo y compartir objetos.

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