DICCIONARIO MÉDICO
Alotriofagia
La alotriofagia es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por la ingestión persistente de sustancias no nutritivas o con escaso valor calórico —tierra, arcilla, almidón de lavandería, hielo, papel, cabello, tiza, ceniza— durante un periodo de al menos un mes, en una intensidad que resulta inapropiada para el nivel evolutivo y sociocultural de la persona. En la nomenclatura anglosajona se equipara al término pica, incluido en el apartado «Trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos» del DSM-5-TR y en la CIE-11. Su importancia clínica radica en que puede ser indicador de deficiencias nutricionales (hierro, zinc) o de alteraciones neuropsiquiátricas, y porque conlleva riesgos de toxicidad, obstrucción intestinal e infecciones parasitarias. El vocablo proviene del griego állotrios (extraño, ajeno) y phagein (comer). Se documenta desde la antigua Roma, pero adquirió relevancia médica en el siglo XIX, cuando se relacionó la ingestión de arcilla con cuadros de anemia ferropénica en plantaciones algodoneras del sur de Estados Unidos. Hoy se reconoce que la alotriofagia puede manifestarse en niños, gestantes, personas con discapacidad intelectual, trastornos del espectro autista o demencia, así como en sujetos sometidos a situaciones de estrés extremo. El déficit de hierro se asocia a la ingestión de hielo (pagofagia) y arcilla (geofagia). La carencia de zinc se vincula a antojos de pasta de dientes, yeso o jabón. Se plantea un círculo vicioso: la deficiencia desencadena el impulso, y la sustancia ingerida dificulta la absorción de minerales, perpetuando la alteración. La alotriofagia podría representar una forma de estimulación sensorial en personas con hipoarousal (autismo) o con daño frontotemporal. La activación dopaminérgica por la masticación de sustancias crujientes, frías o terrosas aportaría una gratificación inmediata que refuerza la conducta. Entornos con privación emocional, estrés prolongado o costumbres culturales (por ejemplo, consumo de barro con sal en algunos países de África occidental) modulan la presentación clínica y la respuesta al tratamiento. Debe diferenciarse de trastorno de rumia, trastorno obsesivo-compulsivo con ingesta de objetos, trastorno de conducta alimentaria restrictivo-evitativo y prácticas culturales de geofagia no patológica. La suplementación con hierro (en forma de sulfato ferroso 3–6 mg/kg/día de hierro elemental) y, si procede, zinc oral (1–2 mg/kg/día), suele reducir el impulso en 2–4 semanas. No existe fármaco específico; se recurrirá a ISRS (fluoxetina, sertralina) si coexiste ansiedad u obsesiones, y a antipsicóticos atípicos (risperidona) en conductas autolesivas asociadas a discapacidad intelectual. En niños neurotípicos la mayoría de los casos remite antes de la pubertad, especialmente tras corregir la anemia. En gestantes, la pagofagia suele desaparecer tras el parto. En personas con discapacidad intelectual, la evolución es crónica y requiere programas de apoyo conductual prolongados. La mortalidad es escasa, pero las complicaciones gastrointestinales severas y la toxicidad por plomo pueden generar secuelas irreversibles. No en todos los casos, pero la asociación con déficit de hierro es frecuente. Se recomienda hemograma y ferritina ante cualquier conducta de pica. Sí. La pagofagia crónica provoca microfracturas y desgaste del esmalte que desembocan en hipersensibilidad dentaria y caries. No existen garantías sobre su pureza. Pueden contener plomo, mercurio o bacterias. Su consumo no está recomendado. Depende de la edad y la frecuencia. En menores de dos años la exploración oral es normal. Pero si persiste más de un mes, interfiere con la dieta o causa síntomas digestivos, requiere evaluación médica y, a menudo, intervención conductual. La prevención incluye nutrición adecuada, control de anemia, estimulación sensorial apropiada en el desarrollo infantil y ambientes seguros donde no haya fácil acceso a sustancias peligrosas. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es alotriofagia
Epidemiología
Etiopatogenia
Déficits nutricionales
Mecanismos neurológicos y sensoriales
Factores psicosociales
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Complicaciones
Diagnóstico
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Evaluación clínica
Diferencial
Tratamiento
Corrección de déficits nutricionales
Intervenciones conductuales
Farmacoterapia adyuvante
Abordaje de complicaciones
Pronóstico
Cuándo acudir al médico
Precauciones y autocuidado
Preguntas frecuentes
¿La alotriofagia es siempre una señal de anemia?
¿La ingesta de hielo puede dañar los dientes?
¿Las arcillas vendidas como “detox” son seguras?
¿Un niño que come tierra necesita tratamiento psiquiátrico?
¿Se puede prevenir la alotriofagia?