DICCIONARIO MÉDICO

Agrafia

La agrafia es un trastorno neurológico que se caracteriza por la pérdida o alteración de la capacidad para escribir, como resultado de una lesión cerebral. Puede afectar tanto a la producción escrita espontánea como a la copia de textos, e involucra múltiples funciones cognitivas y motoras, como el lenguaje, la coordinación visomotora y la memoria.

La escritura es una función compleja que depende de la integridad de diversas áreas del cerebro, principalmente en el hemisferio dominante (generalmente el izquierdo en personas diestras). Por ello, la agrafia suele estar asociada a otras alteraciones como la afasia, la alexia o trastornos motores. Su estudio y diagnóstico son fundamentales en el contexto de lesiones cerebrales adquiridas, como accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos o enfermedades neurodegenerativas.

El abordaje de la agrafia requiere una evaluación interdisciplinar, con especial participación de neurología, neuropsicología y logopedia, para establecer un diagnóstico preciso y un plan de rehabilitación adecuado.

Qué es la agrafia

La agrafia es un trastorno adquirido de la escritura que aparece tras una lesión en las áreas cerebrales responsables de esta función. A diferencia de la disortografía o los errores gramaticales propios del desarrollo, la agrafia implica una pérdida de habilidades previamente adquiridas. Puede manifestarse de diversas formas, desde la incapacidad total para escribir hasta errores específicos en la ortografía, la formación de letras o la organización del texto.

No debe confundirse con la alexia (pérdida de la capacidad de leer) ni con la afasia (trastorno del lenguaje hablado), aunque en muchas ocasiones coexisten, dado que comparten bases anatómicas y funcionales.

Clasificación de la agrafia

Existen diferentes tipos de agrafia en función de la localización de la lesión y de los mecanismos lingüísticos o motores afectados. Entre las clasificaciones más utilizadas se encuentran:

  • Agrafia afásica: se asocia a afasias como la de Broca, Wernicke o global. La escritura está afectada por el trastorno del lenguaje.
  • Agrafia apraxia: la persona no puede ejecutar los movimientos necesarios para escribir, aunque comprenda la tarea. Está relacionada con apraxias ideomotoras.
  • Agrafia espacial: se produce por lesiones del lóbulo parietal derecho. Afecta la organización espacial del texto en la página, como alinear las frases o mantener márgenes.
  • Agrafia pura: trastorno aislado de la escritura, sin afectación del lenguaje oral ni de la lectura. Puede deberse a lesiones circunscritas en la región parietal inferior.
  • Agrafia central: implica un deterioro en los procesos lingüísticos centrales de la escritura: ortografía, sintaxis, léxico. Es más frecuente en enfermedades neurodegenerativas.

Etiología y causas de la agrafia

Las causas de la agrafia son múltiples y suelen corresponder a lesiones cerebrales adquiridas que afectan las regiones involucradas en la escritura. Las más comunes incluyen:

  • Accidentes cerebrovasculares (ictus): especialmente en el área perisilviana del hemisferio dominante.
  • Traumatismo craneoencefálico: lesiones frontales o parietales pueden generar agrafia.
  • Tumores cerebrales: cuando comprimen o infiltran zonas del lenguaje.
  • Enfermedades neurodegenerativas: como la enfermedad de Alzheimer, afasia progresiva primaria o demencia frontotemporal.
  • Infecciones o inflamaciones: encefalitis, esclerosis múltiple o lupus con afectación neurológica.

Áreas cerebrales implicadas en la escritura

La escritura involucra un complejo sistema de redes neuronales distribuidas en varias regiones cerebrales:

  • Área de Exner: ubicada en el giro frontal medio, está relacionada con la programación motora de la escritura.
  • Área de Broca: involucrada en la producción del lenguaje y la organización gramatical.
  • Área de Wernicke: asociada a la comprensión del lenguaje escrito y oral.
  • Lóbulo parietal: importante para la integración visoespacial y la motricidad fina.
  • Corteza motora primaria: controla los músculos de la mano y dedos para ejecutar la escritura.

Evaluación y diagnóstico

El diagnóstico de agrafia requiere una valoración neuropsicológica completa y pruebas de imagen cerebral. Las etapas diagnósticas suelen incluir:

  • Exploración clínica: evaluación de la escritura espontánea, dictado, copia de textos, escritura de números y nombres.
  • Test neuropsicológicos: como el Western Aphasia Battery o el Boston Diagnostic Aphasia Examination.
  • Neuroimagen: resonancia magnética o tomografía para localizar la lesión cerebral.

Tratamiento y rehabilitación

El tratamiento de la agrafia se basa en programas de rehabilitación neurológica personalizada, adaptados a las necesidades del paciente. Incluye:

  • Terapia logopédica: centrada en la reeducación de la escritura, con ejercicios de copia, dictado, asociación de imágenes y palabras.
  • Entrenamiento psicomotor: para mejorar la coordinación ojo-mano y la precisión del trazo.
  • Apoyo neuropsicológico: si hay afectación cognitiva asociada.
  • Uso de ayudas técnicas: como teclados adaptados, software predictivo o escritura con asistencia digital.

Pronóstico

El pronóstico de la agrafia depende de factores como la causa subyacente, la extensión de la lesión, la edad del paciente y la rapidez en la intervención. En general, las agrafias relacionadas con ictus o traumatismos localizados presentan mejores tasas de recuperación que las asociadas a enfermedades degenerativas. La intervención temprana y continua mejora significativamente las posibilidades de recuperación funcional.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda consultar a un profesional de la salud cuando se observe:

  • Dificultad repentina para escribir tras un episodio neurológico agudo (ictus, traumatismo).
  • Errores inusuales en la escritura sin causa evidente.
  • Síntomas asociados como alteraciones del lenguaje, visión o motricidad.

Precauciones y consejos para pacientes con agrafia

  • Evitar frustraciones: establecer objetivos realistas y celebrar los avances.
  • Crear un entorno estimulante: con materiales visuales y ejercicios interactivos.
  • Involucrar a la familia: como apoyo emocional y en la práctica diaria.
  • Consultar de forma periódica: para ajustar el plan terapéutico según los progresos.

Preguntas frecuentes

¿La agrafia puede presentarse sin afectación del habla?

Sí. En el caso de la agrafia pura, el trastorno afecta exclusivamente la escritura, sin comprometer el lenguaje oral ni la comprensión verbal.

¿La agrafia es reversible?

En muchos casos sí, especialmente cuando se inicia tratamiento de forma precoz. La rehabilitación especializada puede lograr mejoras significativas, aunque no siempre se alcanza la recuperación total.

¿Los niños pueden desarrollar agrafia?

La agrafia propiamente dicha es un trastorno adquirido, por lo que en la infancia suele estar asociada a lesiones neurológicas o enfermedades raras. Los problemas de escritura en el desarrollo suelen clasificarse como trastornos del aprendizaje, no como agrafia.

¿La agrafia siempre está relacionada con un daño cerebral visible?

Generalmente sí, pero en casos de enfermedades neurodegenerativas en etapas iniciales, las alteraciones pueden ser sutiles y no visibles en neuroimagen convencional. La evaluación clínica es clave.

¿Se puede escribir con normalidad usando un ordenador si se tiene agrafia?

Depende del tipo de agrafia. En algunos casos, la escritura con teclado puede estar preservada parcialmente o puede facilitarse mediante programas adaptados, especialmente en agrafias con componente motor.

© Clínica Universidad de Navarra