DICCIONARIO MÉDICO

Agalactia

La agalactia es un trastorno médico caracterizado por la ausencia total de producción de leche materna tras el parto. Afecta a una proporción minoritaria de mujeres puérperas, pero su impacto clínico, emocional y nutricional es significativo, especialmente en los primeros días de vida del recién nacido, cuando la leche materna constituye el alimento más adecuado.

Este trastorno puede estar relacionado con alteraciones hormonales, lesiones anatómicas, complicaciones obstétricas o incluso factores psicológicos. A diferencia de la hipogalactia (producción insuficiente de leche), la agalactia implica una falla completa de secreción láctea, incluso tras estímulo repetido de succión o extracción.

Dado el papel esencial de la lactancia materna en el desarrollo inmunológico, nutricional y emocional del neonato, el diagnóstico de agalactia requiere una evaluación multidisciplinar e intervención precoz por parte del equipo médico, incluyendo ginecólogos, endocrinólogos, neonatólogos y especialistas en lactancia.

Qué es agalactia

La agalactia es la incapacidad fisiológica de una madre para iniciar o mantener la lactancia después del parto, a pesar de contar con estructuras anatómicas mamarias normales. Esta condición implica que las glándulas mamarias no producen leche en absoluto, o lo hacen en una cantidad tan insignificante que no permite una alimentación funcional del lactante.

La producción de leche está regulada por un complejo equilibrio neuroendocrino en el que participan hormonas como la prolactina y la oxitocina, estimuladas por la succión del bebé. Alteraciones en cualquiera de estos procesos pueden interferir con la lactogénesis.

Causas de la agalactia

La agalactia puede tener múltiples causas, que se clasifican habitualmente en orgánicas, endocrinas, iatrogénicas y psicológicas:

  • Alteraciones hormonales: hipopituitarismo, síndrome de Sheehan, hipotiroidismo no tratado, insuficiencia ovárica prematura.
  • Lesiones anatómicas: cirugía mamaria previa, radioterapia torácica, malformaciones congénitas de la glándula mamaria.
  • Factores iatrogénicos: administración de medicamentos inhibidores de la lactancia (cabergolina, bromocriptina), cesáreas de urgencia con complicaciones.
  • Factores psicológicos: estrés postparto severo, depresión postnatal, trauma psicológico no resuelto.
  • Falta de estimulación: separación madre-bebé tras el parto, inicio tardío de la lactancia.

Diagnóstico de la agalactia

El diagnóstico de agalactia se establece tras la evaluación clínica, hormonal y conductual de la paciente, incluyendo:

  • Historia clínica detallada, incluyendo antecedentes obstétricos, quirúrgicos y endocrinos.
  • Exploración mamaria, para descartar anomalías anatómicas o signos de hipoplasia.
  • Analítica hormonal, que incluya niveles de prolactina, TSH, cortisol y otras hormonas hipofisarias.
  • Valoración del apego y comportamiento emocional postparto, junto con la observación de la relación madre-hijo.
  • Registro de la ganancia ponderal del recién nacido y signos de deshidratación o hipoglucemia.

Es fundamental descartar errores de diagnóstico y diferenciar agalactia de una lactancia mal establecida por técnica incorrecta o falta de apoyo inicial.

Consecuencias clínicas de la agalactia

La ausencia de producción de leche materna puede tener importantes repercusiones para la madre y el recién nacido:

  • En el lactante:
    • Riesgo de desnutrición, deshidratación e hipoglucemia.
    • Mayor susceptibilidad a infecciones.
    • Pérdida del vínculo biológico con la madre en etapas clave del desarrollo.
  • En la madre:
    • Frustración, sentimientos de culpa, duelo o fracaso personal.
    • Aumento del riesgo de depresión postparto.
    • Mayor riesgo de enfermedades mamarias por falta de vaciamiento (mastitis, ingurgitación).

Tratamiento de la agalactia

El tratamiento dependerá de la causa identificada. Las estrategias pueden incluir:

  • Reposición hormonal en caso de déficit de prolactina o hipotiroidismo.
  • Estimulación mecánica con extractor de leche para intentar inducir la producción.
  • Medicación galactogoga (domperidona, metoclopramida), en algunos casos seleccionados.
  • Soporte psicológico y acompañamiento por profesionales en salud mental perinatal.
  • Apoyo por parte de asesores de lactancia certificados (IBCLC).

En casos en los que no se logre revertir la agalactia, se debe asegurar una nutrición adecuada mediante leches maternizadas o bancos de leche humana, cuando estén disponibles y sea clínicamente indicado.

Prevención y apoyo en la agalactia

Aunque no todos los casos de agalactia son prevenibles, existen acciones clave que pueden reducir su incidencia:

  • Iniciar la lactancia en la primera hora tras el parto, si es posible.
  • Evitar la separación innecesaria madre-bebé.
  • Capacitación previa en lactancia durante el embarazo.
  • Acompañamiento durante las primeras tomas por personal formado.
  • Detección precoz de factores de riesgo endocrinos u obstétricos.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda una evaluación médica inmediata en los siguientes casos:

  • Ausencia total de producción de leche 72 horas después del parto.
  • Dolor o signos inflamatorios mamarios sin secreción láctea.
  • Pérdida excesiva de peso en el recién nacido.
  • Síntomas de depresión o ansiedad en la madre relacionados con la lactancia.

Preguntas frecuentes sobre la agalactia

¿Es posible revertir la agalactia si se detecta a tiempo?

En algunos casos, especialmente si se detecta en los primeros días tras el parto y la causa es funcional o emocional, es posible estimular la lactancia con apoyo médico, logopédico y emocional. Sin embargo, si existe un daño estructural o hormonal severo, puede no ser reversible.

¿La agalactia tiene relación con la forma o tamaño del pecho?

No necesariamente. Mujeres con pechos grandes pueden no producir leche y viceversa. La capacidad funcional depende de la cantidad de tejido glandular mamario y del correcto estímulo hormonal, más que del tamaño o forma externa.

¿La cesárea aumenta el riesgo de agalactia?

La cesárea en sí misma no causa agalactia, pero sí puede demorar el inicio de la lactancia, especialmente si hay separación del bebé, complicaciones posoperatorias o dolor intenso. El apoyo precoz y la estimulación ayudan a minimizar este riesgo.

¿Qué alternativas existen si no se puede amamantar?

En caso de agalactia irreversible, se pueden utilizar fórmulas infantiles adaptadas que cumplen los estándares nutricionales. Cuando está disponible, la leche donada pasteurizada de bancos de leche humana es una excelente opción, especialmente en recién nacidos prematuros o de alto riesgo.

¿Qué especialista trata la agalactia?

El manejo de la agalactia suele estar coordinado por el ginecólogo u obstetra, en colaboración con endocrinología si hay sospecha hormonal, neonatología para el seguimiento del bebé, y consultores de lactancia para apoyo funcional. En casos emocionales, es clave la participación de un profesional de salud mental perinatal.

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