DICCIONARIO MÉDICO
Aerosol
En medicina, el término aerosol hace referencia a una suspensión de partículas sólidas o líquidas en un gas, habitualmente aire. Estas partículas pueden tener tamaños muy variables y pueden transportarse a través del aire durante largos periodos de tiempo. En el ámbito clínico, los aerosoles tienen un doble interés: por un lado, como vía terapéutica en enfermedades respiratorias y, por otro, como mecanismo de transmisión de agentes infecciosos. Por ello, su estudio es fundamental en disciplinas como la neumología, medicina intensiva, pediatría, enfermedades infecciosas y epidemiología. Desde el punto de vista médico, un aerosol es una dispersión de pequeñas partículas líquidas o sólidas en el aire o en otro gas, que puede tener implicaciones diagnósticas, terapéuticas o epidemiológicas. Los aerosoles pueden generarse de forma natural (al hablar, toser o estornudar) o mediante dispositivos médicos como nebulizadores, inhaladores o sistemas de ventilación mecánica. El tamaño de las partículas que componen un aerosol determina su comportamiento en el aire y su capacidad para depositarse en distintas regiones del árbol respiratorio, así como su potencial de transmisión de enfermedades. Los aerosoles pueden clasificarse según diversos criterios. A continuación, se expone una clasificación funcional en el ámbito clínico: Los aerosoles terapéuticos son una forma eficaz de administrar fármacos directamente al sistema respiratorio. Su uso es especialmente frecuente en el tratamiento del asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), bronquiectasias y enfermedades infecciosas pulmonares. Algunas enfermedades se transmiten por gotículas respiratorias (partículas >5 μm) o por aerosoles (<5 μm), que pueden mantenerse suspendidos en el aire durante minutos u horas y alcanzar mayores distancias. La transmisión aérea es una forma eficiente de diseminación, motivo por el cual tiene gran importancia en salud pública. Aunque los aerosoles no se diagnostican como una enfermedad, pueden estudiarse mediante: Un aerosol es el resultado (la nube de partículas en suspensión), mientras que un nebulizador es el dispositivo que genera ese aerosol a partir de un medicamento líquido. En general, sí. Los medicamentos inhalados tienen menos absorción sistémica que los orales. Sin embargo, siempre deben utilizarse bajo prescripción médica específica. En algunos casos, los broncodilatadores o corticosteroides en aerosol pueden aliviar los síntomas, pero no siempre están indicados. La decisión debe individualizarse. No generan dependencia fisiológica, pero el uso incorrecto o excesivo de broncodilatadores puede enmascarar una falta de control de la enfermedad respiratoria. Sí, especialmente si se generan aerosoles infecciosos (por ejemplo, durante procedimientos como la intubación). Por eso se aplican protocolos de aislamiento y protección respiratoria en esos casos. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es aerosol
Clasificación de los aerosoles en medicina
Según su finalidad
Según el tamaño de partícula
Según el origen
Aerosoles terapéuticos
Tipos de dispositivos para aerosoles terapéuticos
Ventajas del uso de aerosoles terapéuticos
Aerosoles infecciosos y transmisión aérea
Enfermedades transmisibles por aerosoles
Medidas de prevención ante aerosoles infecciosos
Diagnóstico y detección de aerosoles en medicina
Cuándo acudir al médico
Precauciones en el uso de aerosoles médicos
Preguntas frecuentes
¿Cuál es la diferencia entre aerosol y nebulizador?
¿Los aerosoles son seguros durante el embarazo?
¿Puedo usar aerosoles en caso de bronquitis aguda?
¿Los aerosoles pueden provocar dependencia?
¿El uso de aerosoles puede contagiar enfermedades en hospitales?