DICCIONARIO MÉDICO

Acidosis diabética

¿Qué es la acidosis diabética?

La acidosis diabética, también conocida como cetoacidosis diabética (CAD), es una complicación aguda y potencialmente mortal de la diabetes mellitus, especialmente la diabetes tipo 1, aunque también puede ocurrir en la diabetes tipo 2 bajo ciertas circunstancias. Esta condición se caracteriza por la presencia de niveles elevados de glucosa en sangre (hiperglucemia), cetonas en sangre y orina, y acidosis metabólica. La cetoacidosis diabética ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina para permitir que la glucosa entre en las células y sea utilizada como fuente de energía. En lugar de eso, el cuerpo comienza a descomponer grasas para obtener energía, produciendo cetonas como subproductos.

Las cetonas son ácidos y su acumulación en la sangre puede llevar a una disminución del pH, resultando en acidosis metabólica. La CAD se desencadena típicamente por factores que aumentan las demandas metabólicas o alteran el control de la diabetes, como infecciones, omisión de dosis de insulina, enfermedades intercurrentes, o situaciones de estrés físico o emocional.

Los síntomas de la acidosis diabética pueden desarrollarse rápidamente, a menudo en el transcurso de 24 horas. Los signos y síntomas comunes incluyen poliuria (aumento en la producción de orina), polidipsia (sed excesiva), náuseas, vómitos, dolor abdominal, debilidad, fatiga, y respiración rápida y profunda conocida como respiración de Kussmaul. Esta respiración es un mecanismo compensatorio para reducir los niveles de dióxido de carbono en la sangre y contrarrestar la acidosis metabólica. El aliento con olor a frutas, debido a la presencia de cetonas, también es un signo distintivo. Si no se trata, la cetoacidosis diabética puede progresar a un estado de deshidratación severa, desequilibrio electrolítico, coma y eventualmente la muerte.

El diagnóstico de la acidosis diabética se basa en la combinación de hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio. Los criterios diagnósticos incluyen hiperglucemia (glucosa en sangre > 250 mg/dL), cetonemia (presencia de cetonas en sangre) o cetonuria (presencia de cetonas en orina), y acidosis metabólica (pH arterial < 7.3 y bicarbonato < 18 mEq/L). Además, los pacientes pueden presentar niveles elevados de anión gap, indicando la presencia de ácidos no medidos en la sangre.

El tratamiento de la acidosis diabética es una emergencia médica que requiere una intervención rápida y efectiva. Los objetivos principales del tratamiento son rehidratar al paciente, normalizar los niveles de glucosa en sangre y corregir el desequilibrio electrolítico y la acidosis. El tratamiento incluye la administración intravenosa de líquidos para corregir la deshidratación y reponer el volumen intravascular. Los electrolitos, particularmente el potasio, deben ser monitoreados y corregidos, ya que los niveles pueden ser bajos debido a la pérdida urinaria y la acidosis.

La administración de insulina es crucial para detener la producción de cetonas y reducir la glucosa en sangre. La insulina se administra generalmente por vía intravenosa en una dosis de goteo continuo hasta que la cetoacidosis esté controlada. Una vez que los niveles de glucosa y cetonas se hayan normalizado, y el paciente pueda comer y beber, se puede cambiar a insulina subcutánea.

Además del manejo médico, es fundamental identificar y tratar cualquier desencadenante subyacente, como infecciones u otras enfermedades agudas, para prevenir la recurrencia de la cetoacidosis diabética. El monitoreo continuo en una unidad de cuidados intensivos puede ser necesario para los casos severos, especialmente si hay compromiso del estado mental, inestabilidad hemodinámica, o desequilibrio electrolítico severo.

La prevención de la acidosis diabética es un aspecto crucial en el manejo de la diabetes. La educación del paciente sobre el manejo adecuado de la diabetes, la adherencia a las terapias de insulina, y el monitoreo regular de la glucosa en sangre son esenciales para prevenir esta complicación. Los pacientes deben ser instruidos sobre cómo ajustar sus dosis de insulina durante períodos de enfermedad o estrés y cuándo buscar atención médica. Además, el uso de dispositivos de monitoreo continuo de glucosa (MCG) y bombas de insulina puede ayudar a mejorar el control de la glucosa y reducir el riesgo de cetoacidosis.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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