DICCIONARIO MÉDICO

Absorción intestinal

¿Qué es la absorción intestinal?

La absorción intestinal es un proceso crítico en la fisiología humana, encargado de la incorporación de nutrientes y medicamentos desde el lumen del intestino hacia la circulación sanguínea. Este mecanismo es esencial para el mantenimiento de la homeostasis y el funcionamiento adecuado del organismo, permitiendo que los nutrientes obtenidos a partir de los alimentos, así como los fármacos administrados por vía oral, sean utilizados de manera eficiente.

El proceso de absorción intestinal se lleva a cabo principalmente en el intestino delgado, que está compuesto por tres partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon. Cada una de estas secciones desempeña un papel específico en la absorción de diferentes nutrientes. El intestino delgado posee una estructura altamente especializada para maximizar la absorción, incluyendo las vellosidades y microvellosidades que aumentan enormemente la superficie de contacto con los nutrientes.

La absorción de carbohidratos, proteínas y lípidos sigue rutas específicas. Los carbohidratos se descomponen en monosacáridos como la glucosa, la fructosa y la galactosa, que luego son transportados a través de la membrana epitelial por mecanismos de transporte activo y difusión facilitada. La glucosa y la galactosa son transportadas activamente a través de cotransportadores de sodio-glucosa (SGLT-1), mientras que la fructosa se absorbe mediante un transportador específico de difusión facilitada (GLUT-5).

Las proteínas son digeridas en péptidos y aminoácidos por las enzimas proteolíticas del páncreas y las enzimas del borde en cepillo de los enterocitos. Los aminoácidos y los péptidos pequeños son absorbidos a través de mecanismos de transporte activo, utilizando cotransportadores específicos de sodio y protones.

La digestión y absorción de los lípidos es más compleja debido a su naturaleza hidrofóbica. Los lípidos son emulsificados por las sales biliares en el intestino delgado, formando micelas que facilitan la absorción de ácidos grasos, monoglicéridos y colesterol a través de la membrana epitelial. Dentro de los enterocitos, estos componentes se reesterifican para formar triglicéridos y son empaquetados en quilomicrones, que entran en el sistema linfático a través de los vasos lacteales y finalmente alcanzan la circulación sistémica.

Además de los macronutrientes, el intestino delgado también absorbe vitaminas y minerales. Las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) se absorben junto con los lípidos en las micelas, mientras que las vitaminas hidrosolubles (C y B) son absorbidas a través de mecanismos de transporte activo y difusión facilitada. Los minerales como el calcio y el hierro tienen mecanismos de absorción específicos y regulados. El calcio se absorbe tanto pasivamente a través de la difusión en el duodeno como activamente mediado por la vitamina D en el yeyuno. El hierro se absorbe en el duodeno mediante transportadores específicos, y su absorción es regulada por la hepcidina, una hormona que controla la cantidad de hierro disponible para la absorción.

La absorción intestinal también se ve influenciada por factores fisiológicos y patológicos. La motilidad intestinal, el flujo sanguíneo, la integridad de la mucosa y la presencia de enfermedades como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn y el síndrome del intestino irritable pueden afectar significativamente la absorción de nutrientes. La enfermedad celíaca, por ejemplo, daña las vellosidades intestinales, reduciendo la superficie de absorción y causando malabsorción de múltiples nutrientes.

En el contexto de la Farmacología, la absorción intestinal es un determinante crucial de la biodisponibilidad de los medicamentos. La formulación del fármaco, su solubilidad, su estabilidad en el pH gástrico y su capacidad para atravesar la barrera epitelial intestinal son factores que influyen en la eficacia de la absorción. Los fármacos pueden ser absorbidos mediante mecanismos pasivos (difusión simple y facilitada) o activos (transporte mediado por proteínas). La presencia de transportadores de eflujo, como la glicoproteína P, puede limitar la absorción de ciertos fármacos al expulsarlos de las células epiteliales de vuelta al lumen intestinal.

La absorción intestinal también puede ser modulada mediante interacciones con otros componentes de la dieta o medicamentos. Por ejemplo, el calcio puede interferir con la absorción de ciertos antibióticos como las tetraciclinas y las fluoroquinolonas, formando complejos insolubles que no pueden ser absorbidos. Del mismo modo, la presencia de alimentos puede retardar o mejorar la absorción de algunos medicamentos dependiendo de sus propiedades fisicoquímicas.

La investigación en absorción intestinal sigue avanzando, con estudios que buscan mejorar la formulación de medicamentos para optimizar su absorción y reducir los efectos secundarios. Las tecnologías de nanopartículas, las formulaciones de liberación controlada y los sistemas de transporte dirigidos son áreas de interés activo. Estas innovaciones tienen el potencial de mejorar la administración de fármacos y la absorción de nutrientes, ofreciendo beneficios significativos para el tratamiento de enfermedades y la promoción de la salud.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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