3 preguntas frecuentes sobre los bebés pematuros

En España, uno de cada trece bebés nace de forma prematura. La prematuridad viene marcada por el momento del parto, aunque, por ejemplo, si dos bebés nacen en la semana 32 de gestación, seguramente tendrán distinta respuesta al nacer, es decir, uno puede tener más signos de prematuridad que el otro.

El especialista en Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Juan Luis Alcázar, responde a las tres preguntas más frecuentes sobre estos casos.

1. ¿Existe algún método para saber si existe riesgo de tener un hijo prematuro?

Se puede detectar a través de una ecografía realizada a partir de la semana 20 de gestación. Mediante esa prueba se mide la longitud del cuello del útero y dependiendo del valor que arroje se puede establecer si existe riesgo de que el parto acontezca antes de la semana 32-34, que sería el punto más crítico. Si fuera así, la medicina actual dispone de algunas herramientas para evitar que ocurra o reducir la posibilidad.

2. ¿Existe algún riesgo para las madres que tienen hijos prematuros?

La madre que da a luz un bebé prematuro no tiene, en principio, más riesgos que los del propio parto, salvo los derivados de los tratamientos implementados para evitar un parto prematuro. Por otro lado, es más frecuente que en este tipo de partos deba practicarse una cesárea, especialmente si el niño está colocado en mala posición. Y una cesárea tiene algunos riesgos más para la madre que el parto natural.

3. ¿Qué complicaciones puede tener el bebé prematuro?

Normalmente se intenta aguantar al bebé dentro del vientre de la madre el mayor tiempo posible, salvo que el problema esté para él ahí. Entonces, habría que sacarlo antes. Es el caso, por ejemplo, de un retardo de crecimiento. Los problemas surgen para el bebé prematuro después del parto. El principal es la inmadurez pulmonar, denominada distress respiratorio. Pero otras complicaciones que se pueden presentar son:

  • alteraciones en la visión
  • alteraciones en la audición
  • retraso psicomotor, etc.

No obstante, con los actuales medios con los que cuentan las Unidades de Neonatología, la posibilidad de que estos problemas se den es reducida. Pero si se dan, y en los casos más severos, las secuelas pueden quedar de por vida y esto es más probable cuanto más pretérmino es el parto (entre la semana 25-27). Esas secuelas son fundamentalmente de tipo sensitivo: audición, visión…Y en los casos más extremos, si el bebé ha sufrido una hemorragia cerebral, puede devenir una parálisis cerebral o un déficit psicomotor importante.