Planificar la compra y los menús diarios, clave para una alimentación realmente sana 

Apostar por productos sin etiquetas y con una amplia gama de colores (fruta, verdura o legumbre con elevado poder antioxidante y aporte de fibra, vitaminas y minerales) es fundamental para conseguir una alimentación consciente y saludable según indican las expertas de Endocrinología, Nutrición y Dietas de la Clínica Universidad de Navarra en el Taller ‘Alimentación sana en la vida real’ 

Imagen del taller sobre alimentación saludable en el marco del Día Mundial de la Alimentación celebrado en la Clínica Universidad de Navarra.
Expertas de Endocrinología, Nutrición y Dietas de la Clínica Universidad de Navarra han ofrecido el Taller ‘Alimentación sana en la vida real’.

16 de octubre de 2023

Hacer la compra y cocinar en casa son los dos momentos clave para conseguir una alimentación saludable. Sin embargo, el día a día, en ocasiones, no permite disponer del tiempo necesario para llegar a todo. Por ello, los equipos de Endocrinología y Nutrición, y Dietas de la Clínica Universidad de Navarra han organizado un taller de ‘Alimentación sana en la vida real’ con motivo del Día Mundial de la Alimentación para aprender a llenar la cesta de la compra de productos sin etiquetas y con una gama amplia de colores.  

“Somos conscientes de que cada uno tiene unas circunstancias personales diferentes y que cada vez nos llega más información sobre los productos y una dieta saludable. Por eso, es muy importante tomar consciencia y control de la lista de la compra, ya que es lo que va a conformar tu despensa y por tanto, afectar positiva o negativamente sobre nuestra salud”, señala la Dra. Elena Sánchez, especialista del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica.  

En esa pausa antes de la compra es donde cobra importancia visualizar la cesta. Como indican las expertas, hay que priorizar los productos sin etiqueta, aquellos que no van empaquetados, como la fruta, la verdura, el pescado, la legumbre y la carne: alimentos que aportan una gama cromática que es proporcional al poder antioxidante que favorecerá un mejor envejecimiento y un menor riesgo de patología cardiovascular.  

Planificar el menú y comprar lo que debe formar parte de la alimentación diaria, evitando productos superfluos, ayudará también a optimizar el tiempo en el supermercado. “Actualmente se ven más las promociones de productos ecológicos, bio, etc., pero no siempre son tan sanos como parece. A veces, reducir su contenido de azúcares o grasas, no implica que sea una mejor alternativa a un producto realmente sano. Por eso, es muy importante leer bien las etiquetas, si vamos a optar por productos envasados”, advierte la nutricionista.  

Para ello, es importante entender el etiquetado, que la lista de ingredientes contenga el componente esencial principal en primer lugar y en un porcentaje elevado, así como comparar el tamaño de la porción indicada con el tamaño real de ingesta y evitar siempre altos contenidos en grasas saturadas y azúcares añadidos.  

Plátanos, dátiles y miel 

El taller ha contado con una parte práctica impartida por Xandra Luque, chef de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, y Teresa Pérez, nutricionista del Área de Dietas, que han mostrado como esa planificación de los menús ayuda también a optimizar el tiempo de cocinado y a incorporar nuevos alimentos que puedan servir de alternativa a los productos ultraprocesados, que contienen mayores índices calóricos y mala calidad de grasas, azúcares y/o sal.  

Debemos acostumbrarnos al propio sabor de los productos, sin aditivos ni azúcares añadidos. De hecho, es importante aprender a endulzar con el propio azúcar de los alimentos”, señala Teresa. “Un ejemplo es el empleo de frutas maduras, como el plátano, o ir incorporando en nuestras recetas los dátiles o la miel”, añade Xandra Luque.  

La apuesta por los azúcares naturales es una de las recomendaciones destacadas por las expertas, que señalan otros cuatro hábitos que necesitamos superar: no comer con pantallas para ser conscientes de lo que se ingiere y de su masticación; evitar comer de pie y picotear; reducir la cantidad y apuntar todo lo que se come. “Tener esta consciencia sobre lo que se come nos va a ayudar a identificar errores en nuestra dieta y a percibir alimentos que nuestro cerebro no había percibido realmente que comía”, concluyen las expertas.