"Ningún bronceado es saludable”, porque adelanta el envejecimiento de la piel y aumenta el riesgo de cáncer
El Dr. Rafael Salido, especialista del Departamento de Dermatología, afirma que hay que utilizar productos fotoprotectores para evitar quemaduras y daños que pueden provocar el envejecimiento de la piel o incluso cáncer
30 de julio de 2025
Muchas personas buscan lucir una piel bronceada en verano. Sin embargo, el Dr. Rafael Salido, especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra, incide en que es fundamental desmontar algunos mitos y adoptar hábitos que protejan nuestra salud cutánea.
“Según la Academia Americana de Dermatología, no existe un bronceado saludable, ya que cualquier cambio en la coloración de la piel es una respuesta al daño causado por la radiación ultravioleta”.
El deseo de tener buen tono de piel puede llevar a exposiciones prolongadas al sol, pero esto conlleva riesgos. “El bronceado provoca no solamente un envejecimiento prematuro de la piel, sino, sobre todo, un aumento del riesgo de padecer cáncer de piel. Por ello, la única forma segura de lograr ese tono dorado es el uso de autobronceadores, que proporcionan color sin exponerse a la radiación solar”, afirma este especialista.
Además, el Dr. Salido recuerda que la piel tatuada también necesita atención especial: “La exposición solar puede afectar a la calidad de nuestros tatuajes y, también, a la salud de nuestra piel. Por eso, es recomendable aplicar fotoprotección adecuada en esa zona incluso años después de haberse hecho un tatuaje”.
En cuanto al momento del día más peligroso, este especialista recalca que “la radiación solar es más intensa entre las 10:00 y las 16:00 horas. Es concretamente a estas horas cuando tenemos que extremar las medidas. Es decir, evitar la exposición directa en ese intervalo horario o, si es inevitable, hacerlo con protección solar alta, ropa adecuada y sombrero”.
Cuando, a pesar de las precauciones, se produce una quemadura solar, lo más importante es tratarla con cuidado: “Lo fundamental es aplicar compresas frías o tomar baños frescos para calmar la piel. También es clave usar cremas hidratantes y beber mucha agua para evitar la deshidratación. En casos más graves, especialmente si aparecen ampollas, recomienda no manipularlas y acudir al dermatólogo para evitar infecciones”, asegura el Dr. Salido.
Finalmente, el especialista aclara por qué el bronceado desaparece. “Es una respuesta de la piel al daño solar y, generalmente, dura entre dos y cuatro semanas. La piel se renueva constantemente y reemplaza las células pigmentadas por otras nuevas, por lo que el tono bronceado desaparece de forma natural”.