Dos enfermeras españolas forman a matronas congoleñas en la humanización del parto para reducir la mortalidad infantil 

Mercedes Gutiérrez y María Suárez de Lezo, de la Clínica Universidad de Navarra, han colaborado con la preparación de enfermeras africanas en la atención a las mujeres embarazadas locales en un país donde nacer puede ser una aventura de alto riesgo

María Suárez de Lezo y Mercedes Gutiérrez, enfermeras de la Clínica Universidad de Navarra, durante su estancia en hospitales de la República Democrática del Congo. 

11 de julio de 2025

Mejorar la atención al parto en la República Democrática del Congo ha sido el objetivo principal del viaje de dos supervisoras de Enfermería de la Clínica Universidad de Navarra, Mercedes Gutiérrez y María Suárez de Lezo. Durante dos semanas han trabajado en los hospitales Monkole y Binza, en Kinshasa, para reforzar la formación de matronas, acompañarlas en el manejo de las prácticas clínicas basadas en la evidencia y promover la implantación de las guías promovidas por la Organización Mundial de la Salud. 

Como explica Mercedes Gutiérrez, “el embarazo y el parto siguen siendo momentos de alto riesgo para muchas mujeres congoleñas. Allí no existen algunas de las condiciones básicas que consideramos esenciales en nuestros hospitales: no hay anestesia epidural, las complicaciones se derivan a otros centros, y las mujeres afrontan el parto prácticamente solas, sin apoyo familiar ni recursos sanitarios suficientes”. 

María Suárez de Lezo apunta que “las matronas congoleñas hacen un trabajo admirable, son muy autónomas y sacan adelante partos complicados con muy pocos recursos”. Pero, añade, es fundamental “seguir trabajando en la humanización del cuidado, porque es un enfoque que tiene un impacto muy positivo en las mujeres, que agradecen mucho la cercanía y el acompañamiento. Nuestra labor ha sido ofrecer conocimientos y herramientas a las profesionales locales para que puedan liderar el cambio desde dentro”. 

En la República Democrática del Congo cada año mueren más de 600 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto, según datos de The Borgen Project y UNICEF. A esta cifra se suma la elevada mortalidad infantil: 76 de cada 1.000 niños no llegan a cumplir los cinco años. La falta de personal sanitario formado y la escasez de medios básicos en los hospitales hacen urgente el refuerzo de los cuidados maternoinfantiles, especialmente en el momento del parto. 

Este proyecto se enmarca dentro de un convenio de colaboración firmado entre la Clínica Universidad de Navarra y el Institut Supérieur en Sciences Infirmières, de Kinshasa, junto con el Instituto para la Cultura y la Cooperación Canadiense. El pasado noviembre, esta apuesta de la Dirección de Enfermería de la Clínica por contribuir a la formación de matronas africanas recibió el galardón “Iniciativas Corresponsables” en los X Premios Enfermería en Desarrollo.  

Cribado precoz del cáncer de cérvix en 505 mujeres 

Además de la formación de matronas, la Clínica Universidad de Navarra también colabora en otros proyectos sanitarios en la República Democrática del Congo, como el programa Elikia, una iniciativa de la Fundación Amigos de Monkole dirigida a prevenir el cáncer de cuello de útero entre mujeres con escasos recursos. Este proyecto, activo desde 2017, busca implantar un modelo sostenible de cribado y tratamiento precoz que permita detectar y tratar lesiones en una sola consulta. 

Este año, Elikia ha sido liderado por el Dr. Gabriel Reina, especialista del Servicio de Microbiología de la Clínica, que ha encabezado un equipo de 13 voluntarios entre profesionales sanitarios, profesores y estudiantes de la Universidad de Navarra. Del 21 de junio al 5 de julio han recorrido el Hospital Monkole y otros centros sanitarios periféricos para atender a cientos de mujeres especialmente vulnerables. En esta campaña se ha cribado a 505 mujeres, con una tasa de positividad del 29 % en la detección del cáncer de cérvix, cifra que se eleva al 41 % en mujeres con VIH. La alta prevalencia del virus del papiloma humano y las dificultades de acceso al sistema sanitario en estos países hacen urgente extender los programas de cribado. Desde su inicio, este programa ha beneficiado a más de 3.000 mujeres congoleñas. 

Imagen de dos matronas de la Clínica Universidad de Navarra junto a otra voluntaria y una madre y su recién nacido en un hospital en el Congo.