Constancia, seguridad y sentido común, claves para hacer deporte en verano
El Dr. Juan Bertó, especialista de la Clínica Universidad de Navarra, recomienda adaptarse al calor sin renunciar a la actividad física
13 de agosto de 2025
Las altas temperaturas pueden afectar negativamente al rendimiento físico, ya que incrementan el riesgo de deshidratación, calambres y agotamiento. Además, elevan la frecuencia cardíaca y dificultan la capacidad del cuerpo para regular su temperatura. Aun así, no es necesario renunciar al ejercicio durante los meses más calurosos del año. La clave, como señala el Dr. Juan Bertó, responsable del Área de Medicina Deportiva de la Clínica Universidad de Navarra, está en adaptar la rutina a las condiciones climáticas, priorizando siempre la seguridad y el sentido común.
Según el especialista, lo más importante no es tanto si se practica deporte en verano o en invierno, sino mantener una rutina constante a lo largo del año. No obstante, reconoce que el calor invita a reducir la intensidad del entrenamiento y aconseja incorporar una dimensión más lúdica para que la actividad resulte más llevadera y sostenible. Actividades como los deportes acuáticos, caminatas intensas a primera hora del día o juegos en la playa —como las palas— son opciones especialmente recomendables.
Uno de los aspectos que más preocupa a quienes practican deporte en verano es el horario adecuado para ejercitarse. “Hay que evitar las horas centrales del día, cuando el calor alcanza sus picos más peligrosos”, advierte el Dr. Bertó. Por ello, recomienda entrenar a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves y el riesgo de golpe de calor disminuye considerablemente.
Realizar ejercicio con calor extremo puede provocar un aumento excesivo de la temperatura corporal y desencadenar un golpe de calor, una situación que el especialista califica como especialmente peligrosa. Sus síntomas incluyen fiebre elevada, dolor de cabeza, mareos e incluso desmayos. Por ello, insiste: “Evitar el deporte en las horas más calurosas no es solo una recomendación, sino una necesidad”.
La hidratación es otro aspecto fundamental. El consejo más básico es también el más importante: “Beber agua. Lógico, básico”, recuerda el doctor. Además, recomienda el consumo de frutas de temporada, como sandía o melocotón, que aportan líquidos, vitaminas y minerales beneficiosos para la recuperación. Por el contrario, conviene evitar las bebidas alcohólicas o con alto contenido en cafeína, ya que pueden favorecer la deshidratación.
Hacer ejercicio en verano no solo es posible, sino también recomendable, siempre que se practique con precaución. Ajustar la intensidad, elegir el momento más adecuado del día y prestar atención a la hidratación son factores clave para disfrutar de una actividad física saludable durante los meses más calurosos. Mantener el cuerpo en movimiento incluso en vacaciones puede convertirse en una excelente forma de bienestar, siempre que se haga con cabeza.