Cuidados del catarro

El catarro común es una infección vírica del aparato respiratorio, que normalmente cursa sin fiebre y se manifiesta con inflamación de las vías respiratorias superiores: nariz, garganta, traquea, laringe, senos nasales y oído.

Se ha observado que aparecen tres momentos de mayor incidencia del catarro: uno en otoño (comenzando con el inicio del colegio), otro en invierno y en la primavera.

No existe un tratamiento específico para la causa del catarro común, dado que está causado por numerosos tipos y cepas de virus.

  • Se aconseja lavarse bien las manos y utilizar pañuelos desechables.
  • El lavado frecuente de las manos constituye una clara medida preventiva del catarro.
  • Tápese la nariz al toser y al estornudar para evitar contagios.
  • Evite los ambientes cargados.
  • Evite el tabaco.
  • Evite los cambios bruscos de temperatura.
  • Protéjase del frío.
  • Beba gran cantidad de líquidos para que las secreciones nasales sean más fluidas.
  • Mantenga las vías respiratorias húmedas. Puede ser conveniente humidificar el ambiente y realizar inhalaciones de vapor.
  • En niños pequeños, suele ser útil el hacer lavados de las fosas nasales con suero fisiológico.

Tratamiento sintomático

  • Si aparece fiebre, cefalea, malestar general, es conveniente tomar paracetamol, ácido acetilsalicílico o ibuprofeno.
  • NO ES NECESARIO EL USO DE ANTIBIÓTICOS, ya que se trata de una enfermedad vírica y no bacteriana.
  • Descongestionantes nasales: se emplean fármacos alfa-adrenérgicos o simpaticomiméticos que actúan reduciendo la congestión nasal y facilitando la ventilación nasal. Pueden administrarse por vía tópica (por la nariz) o por vía sistémica.
  • Descongestionantes tópicos: efedrina, fenilefrina, fenoxazolina, tramazolina, oximetazolina, xilometazolina, etc. Los descongestionantes nasales por vía tópica tienen menos efectos a nivel sistémico pero pueden dar lugar al efecto rebote, es decir, cuanto más medicamento se use, mayor congestión nasal. 
  • Descongestionantes sistémicos: efedrina, fenilpropanolamina, pseudoefedrina. Los descongestionantes nasales por vía sistémica tienen la ventaja de que la duración de su acción es mayor y producen menos irritación local. No producen efecto rebote, pero tienen la desventaja de que provocan efectos a nivel sistémico, como puede ser un aumento de la presión arterial, aumento de la glucosa, etc. 
  • En el proceso catarral pueden darse dos tipos de tos: la tos improductiva o seca y la tos productiva, que ayuda a eliminar la mucosidad y, por lo tanto, no es conveniente suprimirla, a no ser que sea tan molesta que impida el sueño o realizar una actividad normal. Es necesario beber abundantes líquidos para facilitar la salida del moco y, en ocasiones, se pueden tomar fármacos mucolíticos y fármacos expectorantes. En el caso de que la tos sea seca e improductiva, se pueden utilizar fármacos antitusígenos que inhiban, a nivel central, el reflejo de la tos.

¿Cuándo acudir al médico?

  • Cuando exista aumento de la dificultad respiratoria.
  • Cuando sean pacientes con riesgo: niños pequeños, embarazadas, ancianos, personas con una enfermedad de base o inmunodeprimidas.
  • Cuando la expectoración tenga un aspecto verdoso o sanguinolento.
  • Cuando exista fiebre mayor de 39,5º C (39,3º C si el niño es menor de 2 años).
  • Si la fiebre dura más de 4 días, o reaparece tras haber estado sin fiebre durante 24 horas.
  • Si aparece dolor o supuración de oídos.
  • Si existe mal estado general.
  • Si la tos no disminuye pasados los días, es intensa y dificulta las actividades normales.