DICCIONARIO MÉDICO

Vulvitis

¿Qué es la vulvitis?

La vulvitis es una inflamación de la vulva, el conjunto de órganos genitales femeninos externos, que puede manifestarse con síntomas como enrojecimiento, hinchazón, picazón, irritación, dolor y secreción anormal. La vulvitis no es una enfermedad específica, sino un síntoma común que puede resultar de una variedad de causas y condiciones subyacentes, entre las que se incluyen:

  • Infecciones: la vulvitis puede ser causada por infecciones bacterianas, micóticas (como la candidiasis vulvovaginal) o virales (como el herpes genital). También puede ser resultado de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea, clamidia o tricomoniasis.
  • Irritantes químicos: productos como jabones, detergentes, suavizantes de telas, cremas, geles espermicidas y preservativos pueden contener sustancias químicas que irritan la piel sensible de la vulva y causan inflamación.
  • Alergias y sensibilidades: algunas mujeres pueden experimentar reacciones alérgicas o hipersensibilidad a sustancias específicas, como el látex, ciertos medicamentos tópicos o productos de higiene femenina.
  • Traumatismos o lesiones: la fricción excesiva o el uso de ropa ajustada, la depilación o el afeitado del vello púbico pueden provocar irritación e inflamación de la vulva.
  • Trastornos dermatológicos: enfermedades de la piel, como el eccema, la psoriasis, el liquen escleroso o el liquen plano, pueden afectar la vulva y causar vulvitis.
  • Cambios hormonales: las alteraciones en los niveles hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia, pueden predisponer a las mujeres a desarrollar vulvitis.
  • Enfermedades sistémicas: algunas enfermedades sistémicas, como la diabetes mellitus, pueden aumentar el riesgo de infecciones y, en consecuencia, de vulvitis.

El diagnóstico de la vulvitis requiere un examen clínico detallado, que incluye la inspección visual de la vulva, la palpación y la obtención de una historia clínica completa. Además, es posible que se realicen pruebas adicionales, como cultivos microbiológicos, análisis de orina, biopsias de piel o pruebas de alergia, para identificar la causa subyacente de la inflamación.

El tratamiento de la vulvitis varía según la causa específica y puede incluir medidas generales de higiene y cuidado de la piel, como evitar irritantes y alérgenos, mantener la piel limpia y seca, y usar ropa interior de algodón.

Además, se pueden prescribir medicamentos específicos, como antibióticos, antifúngicos, antivirales, corticosteroides tópicos o antihistamínicos, según la etiología de la inflamación. En casos de vulvitis recurrente o crónica, es importante tratar y controlar las enfermedades subyacentes y realizar un seguimiento médico regular.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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