DICCIONARIO MÉDICO

Radiobiología

¿Qué es la radiobiología?

La radiobiología, también conocida como biología de la radiación, es una disciplina científica que investiga los efectos biológicos de la radiación sobre los organismos vivos y sus componentes celulares y moleculares. Esta ciencia interdisciplinaria, en la confluencia de la Física, la Biología y la Medicina, tiene una relevancia crítica para la medicina moderna, especialmente en campos como la radioterapia oncológica y la protección radiológica.

El espectro de radiación abordado en la radiobiología es amplio, abarcando desde las radiaciones ionizantes, como los rayos X y gamma, hasta las radiaciones no ionizantes, como las ondas ultravioletas. Cada tipo de radiación tiene un mecanismo de interacción y un perfil de daño biológico particular, y la radiobiología busca entender estos mecanismos en profundidad.

Las radiaciones ionizantes tienen la capacidad de ionizar átomos y moléculas, es decir, pueden liberar electrones y, en el proceso, alterar la estructura química y la función de las células. Este fenómeno es de particular importancia en el ADN, la molécula que codifica la información genética. Los daños en el ADN pueden manifestarse de varias formas, desde roturas simples de una sola hebra hasta roturas dobles y complejas, las cuales son críticas ya que pueden dar lugar a mutaciones genéticas o incluso a la muerte celular. La capacidad de la radiación para dañar el ADN es fundamental en aplicaciones clínicas como la radioterapia, donde se utiliza precisamente este mecanismo para atacar y destruir células cancerosas.

Sin embargo, no todas las células responden de la misma manera a la radiación. Existen factores intrínsecos y extrínsecos que determinan la radiosensibilidad de las células. Por ejemplo, las células que se dividen activamente, como las células cancerosas, tienden a ser más sensibles a la radiación que las células en reposo. La fase del ciclo celular en la que se encuentre una célula también puede influir en su respuesta a la radiación.

Además del daño directo causado por la radiación, también se produce daño indirecto, especialmente a través de la formación de especies reactivas de oxígeno. Estas moléculas altamente reactivas pueden dañar el ADN, las proteínas y los lípidos celulares, contribuyendo así al daño global causado por la radiación.

A nivel tisular y orgánico, la respuesta a la radiación varía según el tipo de tejido y su función. Por ejemplo, el tejido hematopoyético es particularmente sensible a la radiación, mientras que el tejido nervioso es menos reactivo. Esta variabilidad en la respuesta tisular es esencial para la planificación del tratamiento radioterápico, donde se busca maximizar el daño al tumor mientras se minimiza el daño a los tejidos sanos circundantes.

Otra área crucial en la radiobiología es la reparación del daño. Las células cuentan con mecanismos sofisticados para detectar y reparar daños en el ADN. Sin embargo, la eficiencia de estos sistemas de reparación puede verse comprometida por factores como la edad, la genética y el estado de salud general del individuo. La capacidad de una célula para reparar el daño determinará si sobrevive y recupera su función normal, si entra en apoptosis (muerte celular programada) o si adquiere mutaciones que pueden ser perjudiciales.

La radiobiología también se ocupa de los efectos a largo plazo de la radiación, incluido el riesgo de cáncer. La exposición a la radiación puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer años o incluso décadas después de la exposición. Este riesgo es de particular preocupación en la protección radiológica, donde se busca limitar la exposición de los trabajadores y el público a fuentes de radiación.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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