DICCIONARIO MÉDICO

Quiste aracnoideo

¿Qué es un quiste aracnoideo?

Un quiste aracnoideo es una lesión intracraneal o espinal que ocupa espacio y que se origina de la aracnoides, una de las tres meninges que rodean y protegen el cerebro y la médula espinal. A pesar de ser denominado como "quiste", un quiste aracnoideo no es un verdadero quiste, ya que no tiene una capa de epitelio. En su lugar, consta de una capa de células aracnoides que producen líquido cefalorraquídeo (LCR), el cual se acumula dentro de la lesión y causa la expansión del quiste. 

Los quistes aracnoides son la anomalía intracraneal más común en niños, aunque también pueden presentarse en adultos. A pesar de esta prevalencia, la mayoría de los quistes aracnoides son asintomáticos y son descubiertos incidentalmente durante un estudio de diagnóstico por imagen realizado por otra razón. Cuando estos quistes producen síntomas, estos son el resultado de la presión que el quiste ejerce sobre las estructuras cerebrales o espinales circundantes.

La ubicación más común de los quistes aracnoides es en la fosa craneal media, una región del cráneo situada en la base del cerebro. Sin embargo, estos quistes también pueden aparecer en otras áreas, como la fosa posterior, que alberga al cerebelo y al tronco cerebral, y la médula espinal. 

La etiología de los quistes aracnoides sigue siendo tema de debate. Algunos teorizan que estos quistes son congénitos, formándose durante el desarrollo del sistema nervioso central, mientras que otros sugieren que pueden ser adquiridos, resultantes de traumatismos o infecciones. Aunque es posible que un quiste aracnoideo pueda romperse y causar la liberación de LCR en el espacio subaracnoideo, lo que resulta en una cefalea severa, esta situación es rara.

La manifestación clínica de los quistes aracnoides puede variar dependiendo de la ubicación y el tamaño del quiste. Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, convulsiones, déficits neurológicos focales como debilidad o adormecimiento en una parte del cuerpo, problemas de equilibrio, cambios en la personalidad, y en casos de quistes grandes, aumento de la presión intracraneal con posibles complicaciones como el edema cerebral.

El diagnóstico de los quistes aracnoides se realiza a través de técnicas de diagnóstico por imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Estos estudios permiten visualizar la lesión, determinar su tamaño y ubicación, y evaluar el efecto que está teniendo en las estructuras cerebrales circundantes. En algunos casos, también puede ser útil una punción lumbar para analizar el LCR.

El tratamiento de los quistes aracnoides depende de la sintomatología del paciente y del tamaño y ubicación del quiste. En aquellos casos en los que el quiste es asintomático y no está causando problemas, se puede optar por una vigilancia expectante, con seguimiento regular mediante estudios de imagen. 

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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