DICCIONARIO MÉDICO

Neumotórax espontáneo

El neumotórax espontáneo es una condición médica caracterizada por la acumulación de aire en el espacio pleural sin causa traumática evidente. Esta acumulación provoca un colapso parcial o completo del pulmón afectado, lo que puede generar dificultad para respirar y dolor torácico. Es una urgencia médica que requiere atención inmediata para prevenir complicaciones graves.

Qué es el neumotórax espontáneo

El neumotórax espontáneo se produce debido a la entrada de aire en el espacio pleural, el cual separa la pleura visceral y parietal, comprometiendo la función pulmonar. Este tipo de neumotórax se clasifica en dos tipos principales:

  • Neumotórax espontáneo primario: Ocurre en personas sin enfermedad pulmonar subyacente, con mayor frecuencia en individuos jóvenes y delgados.
  • Neumotórax espontáneo secundario: Se asocia con enfermedades pulmonares preexistentes, como el enfisema, la fibrosis quística o infecciones pulmonares crónicas.

Causas del neumotórax espontáneo

Las causas del neumotórax espontáneo varían según el tipo:

  • Primario: Ruptura de pequeñas burbujas de aire (blebs) en la superficie pulmonar, usualmente debido a factores genéticos, cambios de presión atmosférica o tabaquismo.
  • Secundario: Daño estructural en los pulmones causado por enfermedades subyacentes como la EPOC, asma severa o infecciones como tuberculosis.

Síntomas de neumotórax espontáneo

Los síntomas de neumotórax espontáneo pueden variar en intensidad según la cantidad de aire acumulado en el espacio pleural. Los más comunes incluyen:

  • Dolor torácico: Agudo, de inicio súbito, generalmente unilateral.
  • Dificultad para respirar: Sensación de falta de aire o disnea.
  • Taquipnea: Aumento en la frecuencia respiratoria.
  • Fatiga: Cansancio debido a la reducción de la capacidad pulmonar.
  • Hipoxia: En casos severos, labios o piel azulados debido a la falta de oxígeno.

Diagnóstico del neumotórax espontáneo

El diagnóstico del neumotórax espontáneo se realiza mediante una combinación de historial clínico, examen físico y estudios de imagen. Las herramientas más utilizadas son:

  • Radiografía de tórax: Método inicial para confirmar la presencia de aire en el espacio pleural.
  • Tomografía computarizada (TAC): En casos complejos o para detectar pequeñas acumulaciones de aire.
  • Ecografía torácica: Técnica rápida y eficaz en el ámbito de urgencias.

Tratamiento del neumotórax espontáneo

El tratamiento del neumotórax espontáneo depende del tamaño y la gravedad del colapso pulmonar. Las opciones incluyen:

  • Observación: En casos leves con neumotórax pequeño, donde el pulmón puede expandirse espontáneamente.
  • Aspiración con aguja: Técnica para eliminar el aire del espacio pleural.
  • Drenaje pleural: Inserción de un tubo para evacuar el aire acumulado.
  • Procedimientos quirúrgicos: Toracoscopía o pleurodesis para prevenir recurrencias.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica inmediata si se presentan los siguientes síntomas:

  • Dolor torácico súbito: Especialmente si está acompañado de dificultad respiratoria.
  • Dificultad severa para respirar: O sensación de ahogo.
  • Coloración azulada: En labios o piel (cianosis).

Precauciones

Para prevenir episodios recurrentes de neumotórax espontáneo, se recomienda:

  • Evitar el tabaquismo: Principal factor de riesgo en el neumotórax espontáneo primario.
  • Evitar cambios bruscos de presión: Como los que ocurren al bucear o viajar en avión.
  • Seguimiento médico regular: Especialmente si existe historia previa de neumotórax.

Preguntas frecuentes sobre el neumotórax espontáneo

¿Puede el neumotórax espontáneo repetirse?

Sí, existe un riesgo significativo de recurrencia, especialmente si no se realiza un tratamiento definitivo, como la pleurodesis.

¿El neumotórax espontáneo siempre requiere cirugía?

No, en casos leves puede resolverse espontáneamente o con procedimientos menos invasivos como la aspiración con aguja.

¿Qué complicaciones puede causar?

Las complicaciones incluyen neumotórax a tensión, insuficiencia respiratoria y, en casos graves, daño pulmonar permanente.

¿Es posible prevenirlo completamente?

Aunque no siempre es prevenible, reducir factores de riesgo como el tabaquismo y evitar actividades con cambios de presión puede disminuir la probabilidad de un primer episodio o recurrencia.

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