DICCIONARIO MÉDICO

Marcha de pato

La marcha de pato es un patrón de marcha anómalo caracterizado por un balanceo excesivo de las caderas y una postura arqueada, que recuerda al movimiento de un pato al caminar. Este tipo de marcha se asocia generalmente a debilidad de los músculos de la cintura pélvica, lo que dificulta mantener una postura estable durante el desplazamiento. Es una manifestación clínica que puede estar vinculada a trastornos neuromusculares, enfermedades congénitas o adquiridas, y condiciones degenerativas.

El diagnóstico y tratamiento de la marcha de pato son fundamentales, ya que este tipo de marcha no solo afecta la movilidad y calidad de vida del paciente, sino que también puede ser un indicador de enfermedades subyacentes que requieren atención médica especializada.

Qué es la marcha de pato

La marcha de pato es un trastorno del movimiento caracterizado por un desplazamiento inestable y oscilante de las caderas, causado principalmente por una debilidad muscular en la región de la cintura pélvica. Los pacientes con este tipo de marcha suelen presentar dificultades para levantar las piernas y mantener una postura recta, lo que lleva a un balanceo característico al caminar.

Este tipo de marcha suele ser más evidente en condiciones que afectan la musculatura proximal de las extremidades inferiores, como las distrofias musculares, el síndrome de hiperlaxitud articular o la displasia de cadera. Además, puede ser resultado de alteraciones en la columna vertebral o lesiones neurológicas.

Causas de la marcha de pato

La marcha de pato puede deberse a diversas causas, que incluyen:

  • Distrofias musculares: Enfermedades genéticas como la distrofia muscular de Duchenne o Becker, que afectan los músculos proximales.
  • Displasia de cadera: Alteración en la formación de la articulación de la cadera que provoca inestabilidad.
  • Síndrome de hiperlaxitud articular: Debilidad en los ligamentos que puede contribuir al balanceo excesivo de las caderas.
  • Lesiones neurológicas: Enfermedades como la esclerosis múltiple o neuropatías que afectan los nervios periféricos y reducen el control muscular.
  • Enfermedades metabólicas: Trastornos como el raquitismo o la osteomalacia que afectan la fuerza ósea y muscular.
  • Alteraciones de la columna: Escoliosis o lordosis severas que modifican la biomecánica de la marcha.

Diagnóstico de la marcha de pato

El diagnóstico de la marcha de pato implica una evaluación integral para determinar su causa subyacente. Esto puede incluir:

  • Historia clínica: Revisión de antecedentes médicos, familiares y evolución de los síntomas.
  • Exploración física: Evaluación de la fuerza muscular, rango de movimiento articular y alineación de la cadera y columna.
  • Pruebas de imagen: Radiografías, resonancia magnética o tomografía computarizada para identificar anomalías estructurales.
  • Estudios neurológicos: Electromiografía y pruebas de conducción nerviosa para evaluar la función nerviosa.
  • Pruebas genéticas: En casos sospechosos de distrofias musculares u otras enfermedades hereditarias.

Tratamiento de la marcha de pato

El tratamiento de la marcha de pato se basa en abordar su causa subyacente. Algunas estrategias terapéuticas incluyen:

  • Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer la musculatura proximal, mejorar el equilibrio y reeducar la marcha.
  • Ortesis: Uso de dispositivos como férulas o corsés para proporcionar soporte y estabilidad.
  • Tratamiento quirúrgico: En casos de displasia de cadera o deformidades severas que requieren corrección.
  • Medicamentos: Manejo de condiciones asociadas como espasticidad o dolor.
  • Terapia ocupacional: Adaptaciones en el entorno para mejorar la movilidad y prevenir caídas.

Cuándo acudir al médico

Es importante buscar atención médica si se presentan:

  • Dificultad para caminar o balanceo excesivo de las caderas.
  • Dolor persistente en la cadera, espalda o piernas.
  • Debilidad muscular progresiva o pérdida de fuerza.
  • Historial familiar de distrofias musculares u otras enfermedades hereditarias.

Precauciones y manejo de la marcha de pato

Para prevenir complicaciones y mejorar la movilidad, se recomienda:

  • Realizar ejercicios regulares: Actividades diseñadas para fortalecer los músculos y mejorar la postura.
  • Usar dispositivos de apoyo: Bastones, andadores o férulas según sea necesario.
  • Evitar sobrecarga física: Reducir actividades que puedan agravar la debilidad muscular o el dolor articular.
  • Control médico periódico: Seguimiento regular con un especialista para monitorizar el progreso y ajustar el tratamiento.

Preguntas frecuentes sobre la marcha de pato

¿Qué es la marcha de pato?

Es un tipo de marcha caracterizado por un balanceo excesivo de las caderas debido a debilidad muscular en la región de la cintura pélvica.

¿Cuáles son las causas más comunes de la marcha de pato?

Las causas incluyen distrofias musculares, displasia de cadera, hiperlaxitud articular y lesiones neurológicas.

¿Se puede corregir la marcha de pato?

En muchos casos, sí. El tratamiento incluye fisioterapia, uso de órtesis y, en algunos casos, cirugía.

¿Qué complicaciones puede causar la marcha de pato?

Dificultades para caminar, riesgo de caídas y limitaciones en la calidad de vida.

¿La marcha de pato es hereditaria?

Algunas causas, como las distrofias musculares, pueden tener un componente hereditario.

© Clínica Universidad de Navarra 2023