DICCIONARIO MÉDICO
Malrotación intestinal
La malrotación intestinal es un defecto congénito que afecta la rotación normal del intestino durante el desarrollo embrionario. Este trastorno anatómico puede provocar una disposición anormal de los intestinos, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves, como obstrucción intestinal o volvulación (torsión del intestino). Aunque más comúnmente se diagnostica en recién nacidos y niños pequeños, también puede manifestarse en adultos, donde su identificación suele ser más desafiante debido a síntomas atípicos. La malrotación intestinal se produce cuando el intestino no completa su rotación normal durante el desarrollo fetal. Normalmente, el intestino rota 270 grados en el sentido contrario a las agujas del reloj para colocarse en su posición anatómica definitiva. En el caso de la malrotación, esta rotación es incompleta, lo que genera una disposición anormal de las estructuras intestinales. Este defecto puede dar lugar a la formación de bandas fibrosas anómalas llamadas bandas de Ladd, que pueden causar obstrucción intestinal. Además, la disposición anómala incrementa el riesgo de volvulación, una emergencia médica que puede comprometer el flujo sanguíneo hacia el intestino, provocando necrosis. La malrotación intestinal es un defecto congénito cuya causa exacta no siempre está clara. Sin embargo, se sabe que ocurre durante el desarrollo embrionario entre la cuarta y décima semana de gestación, cuando el intestino primitivo no realiza su rotación normal. Factores genéticos y ambientales pueden influir en su aparición, aunque su contribución exacta no está completamente entendida. Los síntomas de la malrotación intestinal pueden variar según la edad del paciente y la gravedad de la condición. En recién nacidos y niños pequeños, los síntomas suelen ser más evidentes e incluyen: En adultos, la malrotación intestinal puede presentarse con síntomas inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico. Estos incluyen: El diagnóstico de la malrotación intestinal puede realizarse mediante varias pruebas de imagen, dependiendo de los síntomas y la edad del paciente: El tratamiento de la malrotación intestinal depende de la presentación clínica y la presencia de complicaciones como volvulación o obstrucción intestinal: El procedimiento más común para tratar la malrotación es la cirugía de Ladd. Este procedimiento incluye: El seguimiento después de la cirugía es fundamental para evitar complicaciones como infecciones o recurrencia de síntomas. Es crucial buscar atención médica inmediata si un paciente presenta: En pacientes con diagnóstico de malrotación intestinal, se recomienda: En la mayoría de los casos, la cirugía es necesaria para prevenir complicaciones graves. Sin embargo, en casos asintomáticos o leves en adultos, el tratamiento conservador puede ser una opción bajo supervisión médica. Algunas malformaciones intestinales pueden ser detectadas mediante ecografía prenatal avanzada, aunque no siempre es posible identificar la malrotación antes del nacimiento. Las principales complicaciones incluyen volvulación intestinal, obstrucción severa y necrosis del intestino, condiciones que pueden poner en riesgo la vida si no se tratan de inmediato. Aunque no se considera una condición estrictamente hereditaria, algunos factores genéticos pueden predisponer a su aparición. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la malrotación intestinal
Causas de la malrotación intestinal
Síntomas de la malrotación intestinal
Diagnóstico de la malrotación intestinal
Tratamiento de la malrotación intestinal
Cirugía de Ladd
Cuidados postoperatorios
Cuándo acudir al médico
Precauciones para pacientes con malrotación intestinal
Preguntas frecuentes sobre la malrotación intestinal
¿Puede la malrotación intestinal resolverse sin cirugía?
¿La malrotación intestinal puede detectarse en el embarazo?
¿Qué complicaciones pueden surgir de la malrotación intestinal no tratada?
¿La malrotación intestinal puede heredarse?