DICCIONARIO MÉDICO

Hipogalactia

La hipogalactia es una condición médica que se refiere a la disminución de la producción de leche materna en una madre lactante. Esta afección puede generar preocupación, ya que la leche materna es fundamental para el correcto desarrollo del bebé en los primeros meses de vida. Aunque es común que las madres experimenten dificultades para producir leche en las primeras semanas, la hipogalactia materna se refiere a una falta prolongada o crónica de producción. Es crucial abordar esta condición para asegurar el bienestar tanto de la madre como del recién nacido.

¿Qué es la hipogalactia?

La hipogalactia se caracteriza por una producción insuficiente de leche en el tejido mamario, lo que impide que la madre pueda amamantar a su bebé adecuadamente. Esta condición puede ser clasificada en dos tipos principales: la hipogalactia primaria y la hipogalactia secundaria. En la hipogalactia primaria, el cuerpo de la madre no produce suficiente leche desde el inicio, mientras que en la secundaria, la producción disminuye después de un periodo inicial de lactancia exitosa.

Causas de la hipogalactia

Las causas de la hipogalactia pueden ser diversas y van desde factores hormonales hasta problemas en la técnica de lactancia. A continuación, se describen algunas de las causas más comunes:

  • Problemas hormonales: El desequilibrio en las hormonas, como la prolactina, que es responsable de la producción de leche, puede ser una de las principales causas. La hipogalactia primaria puede estar relacionada con una deficiencia de prolactina.
  • Estrés materno: El estrés físico y emocional puede interferir con la producción de leche, afectando la respuesta hormonal.
  • Complicaciones durante el parto: El parto por cesárea, las infecciones o la hemorragia pueden alterar el proceso de lactancia.
  • Problemas en la succión del bebé: Un bebé que no puede succionar correctamente puede afectar la estimulación necesaria para la producción de leche.
  • Factores genéticos: En algunos casos, la hipogalactia puede ser hereditaria, lo que lleva a una producción insuficiente de leche desde el inicio de la lactancia.

Tipos de hipogalactia

Existen dos tipos principales de hipogalactia: hipogalactia primaria e hipogalactia secundaria. Ambos tipos tienen características distintas, aunque ambos afectan la producción de leche materna.

  • Hipogalactia primaria: En este caso, la madre tiene una producción insuficiente de leche desde el inicio de la lactancia. Esto puede ser debido a factores hormonales, genéticos o anómala conformación del tejido mamario.
  • Hipogalactia secundaria: Se produce cuando la madre experimenta una disminución de la producción de leche después de un periodo inicial exitoso de lactancia. Las causas pueden ser variadas, como infecciones, estrés o problemas de succión del bebé.

Síntomas de la hipogalactia

Los síntomas de la hipogalactia se manifiestan principalmente en la incapacidad de la madre para amamantar de manera adecuada. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • La madre nota que el bebé no se siente satisfecho después de la lactancia y muestra signos de hambre frecuentes.
  • La madre observa que no hay un aumento en el peso del bebé.
  • Disminución de la cantidad de leche que la madre puede extraer durante las sesiones de lactancia o extracción.
  • Incomodidad o dolor en los pechos debido a la acumulación de leche no drenada.

Hipogalactia permanente

En algunos casos, la hipogalactia puede volverse permanente. Esto ocurre cuando hay problemas crónicos con la producción de leche, que no se resuelven a través de cambios en el tratamiento o la técnica de lactancia. La hipogalactia permanente puede ser el resultado de problemas hormonales graves o de un daño irreversible en el tejido mamario. Es importante diagnosticarla a tiempo para buscar alternativas para la alimentación del bebé.

Tratamiento de la hipogalactia

El tratamiento de la hipogalactia dependerá de la causa subyacente. Algunos tratamientos incluyen:

  • Estimulación frecuente: Aumentar la frecuencia de la lactancia o la extracción de leche para estimular la producción.
  • Suplementos de prolactina: En casos de hipogalactia hormonal, se pueden usar medicamentos que aumenten los niveles de prolactina para promover la producción de leche.
  • Mejorar la técnica de succión del bebé: Consultar con un especialista en lactancia para asegurar que el bebé esté amamantando correctamente.
  • Alternativas de alimentación: En casos graves, se puede recurrir a la alimentación con fórmula para complementar la lactancia o como única fuente de nutrición.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable que una madre consulte con un médico o consultora de lactancia si experimenta alguno de los siguientes problemas:

  • Si el bebé no está ganando peso o muestra signos de hambre constante.
  • Si la madre no experimenta mejoras en la producción de leche a pesar de seguir las recomendaciones sobre la lactancia.
  • Si hay dolor persistente en los pechos o signos de infección, como fiebre o enrojecimiento.
  • Si la madre siente que no puede continuar con la lactancia por la falta de producción.

Preguntas frecuentes

¿Puedo aumentar la producción de leche si tengo hipogalactia?

Sí, en muchos casos es posible aumentar la producción de leche mediante técnicas adecuadas de lactancia, estimulación frecuente o el uso de medicamentos que aumenten los niveles de prolactina.

¿La hipogalactia siempre es permanente?

No, no todas las formas de hipogalactia son permanentes. En algunos casos, puede resolverse con tratamientos adecuados, cambios en la técnica de lactancia o medicamentos.

¿Cuánto tiempo puedo intentar aumentar la producción de leche antes de recurrir a la fórmula?

La decisión de recurrir a la fórmula debe ser tomada junto con el pediatra o un especialista en lactancia. Si después de varias semanas de intento no se mejora la producción, la fórmula puede ser una alternativa adecuada para asegurar la nutrición del bebé.

¿Existen riesgos para el bebé si la madre tiene hipogalactia?

Sí, si la hipogalactia no se trata adecuadamente, el bebé podría no recibir la cantidad suficiente de nutrientes esenciales. Es importante buscar tratamiento temprano para evitar cualquier riesgo para la salud del bebé.

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