Dermatofito

Qué es un dermatofito

Los dermatofitos son hongos filamentosos que tienen la capacidad de invadir tejidos queratinizados, como la piel, el cabello y las uñas. Estas infecciones, denominadas dermatofitosis, son comunes y afectan tanto a personas como a animales. Entre los géneros más frecuentes de hongos dermatofitos se encuentran Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton. Las infecciones por dermatofitos varían en su gravedad, desde cuadros leves hasta formas crónicas y recurrentes que requieren un manejo adecuado.

Estos microorganismos son queratinofílicos, lo que significa que obtienen nutrientes a partir de la queratina, una proteína estructural presente en la piel, el cabello y las uñas. A pesar de su capacidad para causar infección, no suelen invadir tejidos más profundos debido a su dependencia de este sustrato.

Clasificación de los dermatofitos

Los hongos dermatofitos se clasifican en tres géneros principales:

• Trichophyton: afecta piel, cabello y uñas, siendo el género más común en humanos.
• Microsporum: se presenta principalmente en infecciones del cabello y piel, rara vez en uñas.
• Epidermophyton: afecta piel y uñas, pero no el cabello.

Causas y transmisión de las infecciones por dermatofitos

Las infecciones por dermatofitos se producen por la exposición directa a estos hongos en ambientes contaminados o a través del contacto con personas o animales infectados. Las principales causas y vías de transmisión incluyen:

Factores de riesgo

• Ambientes húmedos: como piscinas, duchas públicas y gimnasios.
• Traumatismos cutáneos: heridas pequeñas o piel irritada que facilitan la entrada del hongo.
• Uso de calzado cerrado: propicia la sudoración y aumenta el riesgo de infecciones en los pies.
• Inmunosupresión: condiciones como diabetes, tratamientos con corticoides o VIH.

Formas de transmisión

• Contacto directo: con piel o cabello infectado.
• Fómites: objetos contaminados como peines, toallas o ropa.
• Animales: zoonosis transmitidas por mascotas o animales de granja.

Síntomas de las infecciones por dermatofitos

Los síntomas de las infecciones por hongos dermatofitos varían según la localización y el tipo de hongo involucrado. Las manifestaciones más comunes incluyen:

1. En la piel: lesiones en forma de anillos con bordes elevados, enrojecimiento, picazón y descamación. Se conoce como tiña o dermatofitosis corporal.
2. En las uñas: engrosamiento, cambio de color y fragilidad. Esto se denomina onicomicosis o dermatofito en uñas.
3. En el cuero cabelludo: áreas de pérdida de cabello con escamas y enrojecimiento, comúnmente asociadas con Microsporum.
4. En los pies: fisuras, descamación y prurito interdigital, conocido como pie de atleta.

Diagnóstico de las infecciones por dermatofitos

El diagnóstico de las infecciones por hongos dermatofitos se basa en la evaluación clínica y en pruebas de laboratorio para confirmar la presencia del hongo.

Historia clínica y examen físico

El médico evalúa las características de las lesiones y pregunta sobre factores de riesgo, como contacto con personas infectadas o exposición en áreas públicas.

Pruebas diagnósticas

• Microscopía: examen directo con hidróxido de potasio (KOH) para identificar estructuras fúngicas.
• Cultivo fúngico: para identificar el género y especie del hongo.
• Biopsia: en casos complejos o de difícil diagnóstico.

Tratamiento para dermatofitos

El tratamiento para dermatofitos depende de la localización, la severidad de la infección y el agente causal. Las opciones incluyen:

Tratamientos tópicos

• Antifúngicos tópicos: como clotrimazol, terbinafina o miconazol, efectivos para infecciones leves y localizadas.

Tratamientos sistémicos

• Antifúngicos orales: como terbinafina, itraconazol o fluconazol, indicados en infecciones extensas, recurrentes o en dermatofito en uñas.

Cuidados adicionales

• Mantener la piel seca y limpia.
• Evitar compartir objetos personales como toallas o calzado.

Complicaciones de las infecciones por dermatofitos

Aunque generalmente son benignas, las infecciones por hongos dermatofitos pueden complicarse en casos de tratamiento inadecuado o condiciones predisponentes.

• Infecciones secundarias: sobreinfección bacteriana en lesiones cutáneas.
• Recurrencia: especialmente en pacientes inmunosuprimidos o con exposición constante a factores de riesgo.

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