DICCIONARIO MÉDICO

Clasificación de Dukes

Qué es clasificación de Dukes

La clasificación de Dukes es uno de los sistemas más antiguos y reconocidos para estimar la extensión del cáncer colorrectal. Fue desarrollada por el patólogo inglés Cuthbert Dukes en 1932 y, aunque ha sido complementada por métodos modernos como el sistema TNM, sigue siendo útil para comunicar de forma sencilla y eficaz el estadio del tumor.

Este sistema divide el cáncer en cuatro etapas —A, B, C y D— según el grado de invasión tumoral y la diseminación a ganglios o a otros órganos, lo cual influye directamente en el pronóstico y el plan de tratamiento.

Evolución histórica del método

En 1932, Cuthbert Dukes estableció una discriminación basada en tres clases: A, B y C, considerando invasión a pared intestinal y ganglios lympháticos. En 1935, junto a Bussey y Gabriel, añadió subniveles en clase C. Posteriormente, en 1960s Turnbull introdujo la clase D para tumores con metástasis a distancia.

Aunque se ha mejorado con el tiempo (por ejemplo en la clasificación Astler‑Coller y el moderno TNM), la estructura clara y directa del sistema Dukes lo mantiene vigente en la práctica clínica.

Descripción de cada clase

Clase A

Tumor confinado completamente dentro de la pared del colon o recto —limitado a mucosa o submucosa— sin invasión ganglionar ni diseminación a otros tejidos. Suele resecarse con buena supervivencia a largo plazo (~90 %).

Clase B

El tumor ha atravesado la pared intestinal —incluyendo muscular y tejido pericolónico— pero sin afectar ganglios regionales ni otros órganos. El pronóstico es intermedio, con supervivencia inferior a clase A.

Clase C

El tumor se extiende más allá de la pared y presenta metástasis en ganglios regionales. Se subdivide en:

  • C1: ganglios axiales cerca del tumor afectados.
  • C2: ganglios principales, como a nivel de la arteria mesentérica superior.
  • C3: ganglios más distantes.

El pronóstico empeora según la cantidad de ganglios afectados.

Clase D

Presencia de metástasis a distancia (hígado, pulmones, peritoneo u otros). Corresponde al estadio IV del sistema TNM, con supervivencia significativamente reducida.

Equivalencia con el sistema TNM

El sistema TNM describe:

  • T: grado de invasión local del tumor.
  • N: presencia y número de ganglios afectados.
  • M: presencia de metástasis a distancia.

Aunque TNM es más detallado, la clasificación Dukes ofrece una visión general útil para pacientes y profesionales:

  • Dukes A ≈ T1‑T2, N0, M0 (estadio I)
  • Dukes B ≈ T3‑T4, N0, M0 (estadio II)
  • Dukes C ≈ cualquier T, N1‑N2, M0 (estadio III)
  • Dukes D ≈ cualquier T y N, M1 (estadio IV)

Importancia clínica de la clasificación

La clasificación de Dukes es útil porque:

  • Evalúa pronóstico: clasa A tiene alta supervivencia, D es avanzado.
  • Guía el tratamiento: desde cirugía sola hasta quimioterapia, radioterapia o terapias biológicas.
  • Comunicación clínica: facilita las decisiones multidisciplinares.
  • Historia natural de la enfermedad: seguimiento clínico y apoyo psicológico ajustados al estadio.

Plan de tratamiento según estadio Dukes

El abordaje terapéutico se adapta al estadio, condiciones del paciente y tipo de cáncer:

Dukes A

Cirugía curativa (resección local o colectomía con márgenes adecuados). Suele ser suficiente; seguimiento con colonoscopia y controles estándar.

Dukes B

Cirugía con resección ganglionar adecuada. Puede valorarse quimioterapia adyuvante en casos con factores de riesgo (T4, perforación, vasos invadidos).

Dukes C

Requiere cirugía más amplia e incluye quimioterapia sistémica (fluoropirimidinas, oxaliplatino). En recto, puede incluir radioterapia pre/postoperatoria.

Dukes D

Tratamiento multimodal: cirugía paliativa para metástasis seleccionadas, quimioterapia sistémica, inmunoterapia, terapia dirigida y cuidados paliativos.

Actualidad y validez actual

Aunque el TNM es la base en España y Europa, la clasificación Dukes sigue siendo útil:

  • Comunicación simplificada entre científicos, oncólogos y pacientes.
  • Correlación histórica con estudios previos y ensayos clínicos.
  • Base para sistemas moleculares emergentes que integran inmunología, genética y microambiente tumoral.

Ventajas e inconvenientes del sistema Dukes

El sistema presenta ventajas como su sencillez, claridad y aplicabilidad, pero tiene limitaciones:

  • Menor precisión que TNM en infiltración, ganglios y metástasis micrometastásicas.
  • No incluye variables biológicas como marcadores tumorales o subtipos moleculares.
  • No se aplica en cánceres muy tempranos detectados por prevención.

Cuándo acudir al médico

Aunque la clasificación es posterior al diagnóstico, ciertos síntomas deben motivar consulta temprana:

  • Sangrado rectal o heces oscuras.
  • Cambio persistente en el ritmo intestinal.
  • Pérdida de peso o fatiga sin causa.
  • Dolor abdominal o sensación de masa.
  • Antecedentes familiares de cáncer colorrectal.

Precauciones y factores importantes

Es esencial recordar:

  • Nunca automedicarse: seguir el plan de seguimiento marcado por el equipo médico.
  • Consulta precoz ante cualquier nuevo síntoma.
  • Control multidisciplinar: oncólogo, cirujano, radiólogo, nutricionista y emocional.
  • Actualizaciones terapéuticas: ensayos clínicos y avances en inmunoterapia pueden cambiar el manejo.

Preguntas frecuentes

¿La clasificación de Dukes sigue siendo válida?

Sí, sigue vigente para una comprensión básica del estadio tumoral, aunque en la práctica se usa preferentemente el sistema TNM para decisiones terapéuticas.

¿Dukes D siempre significa mal pronóstico?

Este estadio implica metástasis a distancia, con pronóstico más reservado, aunque algunos pacientes pueden beneficiarse de cirugía metastásica, quimioterapia o inmunoterapia personalizada.

¿Puede cambiar la clasificación después de la cirugía?

La clasificación definitiva suele establecerse tras analizar la pieza quirúrgica y ganglios. Si se detectan ganglios positivos o metástasis ocultas, puede elevarse el estadio postoperatorio.

¿Cómo se determina la clase inicial?

Se estima por endoscopia, biopsia y pruebas de imagen (TC, RM) y luego se confirma con anatomía patológica tras la intervención.

¿Qué tratamiento corresponde a cada clase?

Depende del estadio: clase A suele requerir cirugía sola, B puede requerir quimioterapia adyuvante, C necesita tratamiento sistémico y en D se emplean terapia multimodal y cuidados de soporte.

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