DICCIONARIO MÉDICO

Circuito de Jackson-Rees

Qué es circuito de Jackson-Rees

El circuito de Jackson-Rees es un tipo de circuito anestésico no reciclante utilizado principalmente en pacientes pediátricos y neonatales durante procedimientos quirúrgicos. Es una modificación del circuito Mapleson F y forma parte de los sistemas que no permiten reutilizar el gas exhalado por el paciente. Está diseñado para proporcionar ventilación manual o espontánea controlada en situaciones en las que se requiere un control preciso del volumen y la presión de los gases administrados.

Este circuito es ampliamente valorado por su baja resistencia al flujo, simplicidad estructural y facilidad para el control visual del patrón respiratorio, características que lo convierten en una opción ideal para niños menores de 20 kg o en entornos donde no se dispone de ventilación mecánica avanzada.

Componentes del circuito de Jackson-Rees

El circuito de Jackson-Rees consta de una serie de componentes que permiten la administración y eliminación de gases anestésicos:

  • Tubo corrugado: transporta el gas fresco desde la máquina de anestesia al paciente.
  • Reservorio de bolsa: bolsa de reanimación (bag) al final del tubo, que se infla durante la espiración y permite la ventilación manual.
  • Conexión al paciente: mascarilla facial, tubo endotraqueal o mascarilla laríngea.
  • Puerto de escape abierto: situado en el extremo de la bolsa. No hay válvula APL, el exceso de gas se elimina pasivamente.

A diferencia de otros sistemas con válvula de escape ajustable, el Jackson-Rees libera el gas espirado directamente al ambiente a través de la bolsa, lo que lo convierte en un sistema semiabierto.

Funcionamiento del circuito de Jackson-Rees

El circuito opera bajo el principio de flujo continuo de gas fresco. Durante la inspiración, el paciente recibe gases desde la fuente de gas fresco. En la espiración, el gas exhalado llena la bolsa de reanimación. El exceso de gas escapa a través del extremo abierto de la bolsa, evitando así la reinhalación de CO₂.

Puede utilizarse en dos modalidades:

  • Ventilación espontánea: el paciente respira por sí mismo, la bolsa se infla y desinfla en función del patrón respiratorio.
  • Ventilación asistida o controlada: el anestesiólogo controla manualmente el volumen y la frecuencia ventilatoria al comprimir la bolsa.

Indicaciones clínicas

El circuito de Jackson-Rees es especialmente útil en situaciones donde se requiere:

  • Administración de anestesia inhalatoria en niños pequeños, especialmente menores de 10 kg.
  • Inducción anestésica en pacientes pediátricos.
  • Transporte intra o extrahospitalario de pacientes pediátricos ventilados.
  • Situaciones de reanimación donde no se dispone de un respirador mecánico.

Ventajas del circuito de Jackson-Rees

  • Baja resistencia al flujo respiratorio: ideal para neonatos y lactantes.
  • Fácil de montar y transportar: no requiere válvulas ni partes mecánicas complejas.
  • Control visual de la ventilación: se puede observar el movimiento de la bolsa.
  • Permite ventilación manual precisa con control de presión por el operador.

Limitaciones y precauciones

Aunque es eficaz, el circuito Jackson-Rees presenta ciertas limitaciones que requieren atención profesional:

  • Alto consumo de gases frescos: requiere flujos elevados (2-3 veces el volumen minuto del paciente) para evitar reinhalación.
  • Contaminación ambiental: los gases exhalados no se reciclan ni filtran.
  • Riesgo de hipoventilación: si no se ajusta adecuadamente el flujo o la ventilación manual.
  • Difícil de utilizar en adultos: debido a la necesidad de volúmenes y presiones mayores.

Comparación con otros circuitos anestésicos

En relación con otros tipos de circuitos pediátricos, el Jackson-Rees presenta características específicas que lo diferencian:

  • Vs. Mapleson D: el Jackson-Rees es una variante con bolsa abierta, sin válvula APL, mejor adaptado a neonatos.
  • Vs. Circuito cerrado: mucho más simple, pero sin reutilización de gases ni control automático de parámetros.
  • Vs. Circuito de Bain: más ligero pero menos eficiente en ahorro de anestésicos.

Uso en reanimación neonatal

En salas de parto, quirófanos pediátricos o unidades de cuidados intensivos neonatales, el circuito Jackson-Rees se emplea en:

  • Ventilación manual durante reanimación inicial.
  • Administración de presión positiva continua (CPAP) en neonatos sin respirador.
  • Asistencia respiratoria durante el transporte del recién nacido intubado.

Precauciones durante el uso

  • Verificar la permeabilidad del circuito antes de cada uso.
  • Controlar la presión manualmente al comprimir la bolsa.
  • Ajustar el flujo de gas fresco para evitar reinhalación.
  • Desechar el circuito de un solo uso y utilizar material estéril en cada paciente.

Preguntas frecuentes sobre circuito de Jackson-Rees

¿Se puede usar el circuito de Jackson-Rees en adultos?

No es recomendable. Está diseñado específicamente para pacientes pediátricos o neonatos debido a su bajo volumen corriente y su configuración abierta, que no es eficiente en adultos.

¿Es seguro utilizar este circuito en recién nacidos?

Sí, siempre que sea utilizado por personal entrenado y se controle adecuadamente el flujo de gases. Su diseño de baja resistencia lo hace muy adecuado para neonatos.

¿Requiere una máquina de anestesia específica?

No necesariamente. Puede utilizarse con fuente de gas independiente y bolsa de reanimación, por lo que es especialmente útil en situaciones donde no se dispone de una máquina de anestesia completa.

¿Qué diferencia hay con la bolsa de Ambu?

La bolsa de Ambu es un dispositivo de reanimación autónomo con válvula unidireccional, mientras que el Jackson-Rees forma parte de un circuito más amplio que conecta directamente con la fuente de gas anestésico. Ambos se utilizan para ventilación manual, pero no son equivalentes.

¿Puede reutilizarse el circuito de Jackson-Rees?

Depende del fabricante. Muchos modelos son desechables de un solo uso, especialmente en pediatría, para evitar infecciones cruzadas. Si es reutilizable, debe someterse a procesos estrictos de esterilización.

© Clínica Universidad de Navarra 2025