DICCIONARIO MÉDICO

Cinesiterapia

Qué es cinesiterapia

La cinesiterapia, también conocida como kinesiterapia, es una técnica terapéutica que emplea el movimiento corporal con fines curativos y preventivos. Se enmarca dentro de las disciplinas de la fisioterapia y la rehabilitación médica, y su objetivo principal es restaurar, mantener o mejorar la funcionalidad motora del paciente, aliviar el dolor y prevenir complicaciones derivadas de la inmovilidad o lesiones musculoesqueléticas.

Esta intervención puede aplicarse de forma pasiva —cuando el movimiento lo realiza un profesional sin participación activa del paciente— o de manera activa, si es el propio paciente quien ejecuta los movimientos bajo supervisión. La cinesiterapia puede utilizarse tanto en contextos hospitalarios como ambulatorios, y es una herramienta fundamental en la recuperación funcional tras cirugías ortopédicas, accidentes cerebrovasculares, lesiones deportivas o enfermedades neuromusculares.

Tipos de cinesiterapia

La clasificación de la cinesiterapia se realiza en función del grado de participación del paciente y el objetivo del tratamiento. A continuación, se describen los principales tipos:

  • Cinesiterapia pasiva: el terapeuta moviliza las articulaciones del paciente sin que éste realice esfuerzo. Es útil en casos de parálisis, dolor agudo o postoperatorios recientes.
  • Cinesiterapia activa: el paciente realiza los movimientos por sí mismo, con o sin ayuda externa. Se subdivide en activa asistida, activa libre y activa resistida, según la necesidad de soporte o resistencia.
  • Cinesiterapia analítica: se centra en el trabajo específico de músculos o articulaciones concretas.
  • Cinesiterapia global: trabaja el cuerpo como una unidad funcional, muy útil en el tratamiento de alteraciones posturales o reeducación motora.

Indicaciones médicas

La cinesiterapia está indicada en una amplia variedad de procesos patológicos. Es fundamental que sea prescrita y guiada por un fisioterapeuta o médico rehabilitador tras una evaluación individualizada del estado funcional del paciente.

  • Lesiones musculoesqueléticas: esguinces, fracturas, luxaciones, roturas fibrilares, etc.
  • Postoperatorios: especialmente tras intervenciones ortopédicas (prótesis de rodilla, cadera, columna...)
  • Enfermedades neurológicas: ictus, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, Parkinson, entre otras.
  • Enfermedades respiratorias: en combinación con fisioterapia respiratoria, ayuda a mejorar la expansión torácica.
  • Patologías reumatológicas: como la artritis reumatoide, lupus o espondilitis anquilosante.

Objetivos terapéuticos

Los objetivos de la cinesiterapia pueden variar según la patología del paciente, pero en general incluyen:

  • Mejorar la movilidad articular y prevenir la rigidez.
  • Fortalecer la musculatura debilitada o atrofiada.
  • Aliviar el dolor y disminuir la inflamación.
  • Mejorar la coordinación, el equilibrio y la marcha.
  • Prevenir complicaciones como trombosis venosa profunda, úlceras por presión o retracciones musculares.

Beneficios de la cinesiterapia

Entre los beneficios más relevantes de la cinesiterapia se encuentran los siguientes:

  • Estimula el sistema circulatorio y linfático.
  • Favorece la reabsorción de edemas.
  • Contribuye a la reeducación del movimiento.
  • Promueve la autonomía funcional del paciente.
  • Reduce la dependencia de fármacos analgésicos.

Contraindicaciones

Aunque se considera una técnica segura, la cinesiterapia presenta algunas contraindicaciones absolutas o relativas. Es importante que el profesional valore cuidadosamente cada caso individual:

  • Procesos infecciosos agudos.
  • Fracturas no consolidadas o en riesgo de desplazamiento.
  • Trombosis venosa profunda reciente.
  • Descompensación cardíaca o respiratoria.
  • Dolor intenso sin diagnóstico claro.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar con un médico rehabilitador o fisioterapeuta cuando se presenten:

  • Limitación en la movilidad de una o varias articulaciones.
  • Dolor musculoesquelético persistente o progresivo.
  • Rehabilitación postquirúrgica o postraumática.
  • Dificultad para caminar, mantener el equilibrio o realizar actividades básicas.

Precauciones a tener en cuenta

Antes de iniciar un tratamiento de cinesiterapia, es fundamental seguir ciertas precauciones:

  • Realizar una evaluación clínica previa.
  • Iniciar con intensidad progresiva y controlada.
  • Evitar la sobrecarga articular o muscular.
  • Controlar la aparición de dolor, fatiga o inflamación.
  • Supervisión profesional constante durante las sesiones.

Preguntas frecuentes sobre cinesiterapia

¿La cinesiterapia duele?

En general, la cinesiterapia no debe generar dolor intenso. Puede haber cierta molestia en los primeros movimientos, especialmente en pacientes que han permanecido inmóviles o tienen lesiones recientes, pero siempre se debe trabajar dentro de un umbral de confort y bajo supervisión profesional.

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto la cinesiterapia?

Los resultados dependen de la patología, el estado inicial del paciente y la frecuencia de las sesiones. En procesos agudos puede observarse mejoría en pocas semanas, mientras que en condiciones crónicas o neurológicas se requieren tratamientos prolongados.

¿Se puede hacer cinesiterapia en casa?

Algunas técnicas pueden adaptarse para ser realizadas en el domicilio, siempre bajo indicaciones precisas del fisioterapeuta. Sin embargo, en fases iniciales o en patologías complejas se recomienda acudir a un centro especializado.

¿Es útil la cinesiterapia en personas mayores?

Sí. En personas mayores ayuda a preservar la movilidad, prevenir caídas, reducir el dolor articular y mejorar la calidad de vida, siempre que se adapte a su condición física y patologías coexistentes.

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