DICCIONARIO MÉDICO

Célula plasmática

Qué es una célula plasmática

Las células plasmáticas son linfocitos B completamente diferenciados cuya principal función es la producción y secreción de anticuerpos (inmunoglobulinas). Forman parte esencial de la respuesta inmune humoral, ayudando a proteger al organismo frente a infecciones y contribuyendo a la memoria inmunológica.

Origen y diferenciación

Tras el reconocimiento de un antígeno por un linfocito B, este se activa con ayuda de células T foliculares. Inicialmente se convierte en un plasmoblasto, que todavía se divide, pero con el tiempo madura a una célula plasmática, pierde capacidad proliferativa y adquiere gran capacidad secretora.

  • Plasmoblastos: células precursoras, proliferativas y con producción moderada de anticuerpos.
  • Células plasmáticas maduras: no se dividen y secretan grandes volúmenes de anticuerpos.

Estructura y morfología

Estas células presentan:

  • Citoplasma abundante y basófilo, debido al retículo endoplásmico rugoso.
  • Núcleo excéntrico con cromatina en patrón característico de reloj de arena.
  • Amplio aparato de Golgi, visible como zona clara perinuclear.

Funciones biológicas

Producción de anticuerpos

Producen distintos tipos de inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM, IgE, IgD) gracias a la recombinación y maduración de sus genes. Fabrican miles de anticuerpos por segundo.

Memoria inmunológica

Existen células plasmáticas de larga vida que residen en médula ósea o tejidos linfoides, manteniendo la producción de anticuerpos durante años o décadas, garantizando una inmunidad prolongada.

Respuesta inmediata tras infección o vacunación

En infecciones recientes, se liberan células plasmáticas de vida breve que generan un pico rápido de anticuerpos.

Tipos según longevidad

  • De vida corta: viven pocos días en ganglios o bazo.
  • De vida larga: habitan en médula ósea o mucosas, sobreviven años o décadas.

Importancia clínica

Infecciones y vacunación

La robustez y duración de la respuesta vacunacional dependen de estas células. Un nivel adecuado de células plasmáticas de larga vida es sinónimo de protección duradera.

Alergias y autoinmunidad

Células plasmáticas pueden producir autoanticuerpos que atacan al propio organismo en enfermedades como lupus o artritis reumatoide. Su persistencia dificulta el tratamiento.

Trastornos neoplásicos

La proliferación anómala genera enfermedades como:

  • Mieloma múltiple: cáncer de células plasmáticas que invaden médula ósea y producen proteínas monoclonales.
  • Gammopatía monoclonal de significado incierto (MGUS): aumento benigno de proteínas plasmáticas que puede evolucionar.
  • Plasmocitoma solitario: masa tumoral localizada de células plasmáticas.

Diagnóstico en patología

Para identificar células plasmáticas se utilizan:

  • Citometría de flujo: detecta marcadores CD38, CD138, CD27.
  • Electroforesis de proteínas: identifica picos monoclonales (M-protein).
  • Biopsia medular: analiza presencia y grado de invasión tumoral.

Tratamiento de trastornos por células plasmáticas

  • Mieloma múltiple: incluye quimioterapia, inmunomoduladores, anticuerpos monoclonales, trasplante de médula ósea.
  • MGUS: seguimiento periódico sin tratamiento inmediato.
  • Plasmocitoma solitario: resección local y, ocasionalmente, radioterapia.

Cuándo acudir al médico

  • Fatiga, dolor óseo o fracturas inexplicables, pueden estar relacionados con mieloma.
  • Infecciones recurrentes sin causa clara, sospechando compromiso inmunológico.
  • Alteraciones en análisis como pico monoclonal o anemia inexplicable.
  • Masa única ósea o extramedular identificada por imágenes.

Precauciones y seguimiento médico

  • Monitoreo regular: hemogramas, proteínas séricas y orina, niveles de calcio y función renal.
  • Inmunizaciones: vacunación adecuada en casos de inmunodeficiencia secundaria.
  • Apoyo multidisciplinar: hematología, oncología, reumatología, dependiendo de la patología.

Preguntas frecuentes

¿Qué diferencia hay entre plasmablasto y célula plasmática?

El plasmablasto es una forma inmadura y proliferativa, mientras que la célula plasmática madura es no proliferativa y altamente secretora.

¿Son siempre malignas las células plasmáticas aumentadas?

No. En condiciones como MGUS o infecciones agudas pueden aumentar sin ser cancerosas.

¿Por qué las vacunas dependen de estas células?

Porque generan anticuerpos duraderos que protegen frente al patógeno durante años.

¿Se pueden eliminar células plasmáticas dañinas?

Sí. En enfermedades autoinmunes o mieloma, tratamientos específicos logran reducir aquellas que producen autoanticuerpos o proteína monoclonal.

¿Cómo supe si debo controlar el mieloma?

A través de análisis periódicos y seguimiento clínico; si la MGUS evoluciona con síntomas o aumento de proteínas, se activa el tratamiento adecuado.

© Clínica Universidad de Navarra 2025