DICCIONARIO MÉDICO

Célula de Leydig

Qué es la célula de Leydig

La célula de Leydig es un tipo de célula endocrina localizada en el tejido intersticial de los testículos, cuya función principal es la producción de testosterona. Estas células juegan un papel esencial en el desarrollo sexual masculino, la espermatogénesis y el mantenimiento de las características sexuales secundarias en el varón. Reciben su nombre en honor al médico alemán Franz Leydig, quien las describió por primera vez en 1850.

Ubicación y características histológicas

Las células de Leydig se encuentran situadas en el espacio intersticial entre los túbulos seminíferos, que son las estructuras donde se desarrollan los espermatozoides. Morfológicamente, son células grandes, poliédricas, con núcleo redondeado, citoplasma eosinófilo y abundantes inclusiones lipídicas, mitocondrias con crestas tubulares y retículo endoplasmático liso. Estas características están relacionadas con su intensa actividad esteroidea.

Funciones principales

La célula de Leydig cumple funciones clave para la salud reproductiva y endocrina del varón. Entre las más destacadas se encuentran:

  • Producción de testosterona: hormona esencial para el desarrollo de los órganos genitales, la aparición de caracteres sexuales secundarios y el mantenimiento de la función sexual.
  • Regulación del eje hipotálamo-hipófiso-gonadal: la testosterona producida ejerce retroalimentación negativa sobre el hipotálamo y la hipófisis para mantener el equilibrio hormonal.
  • Estimulación de la espermatogénesis: aunque no actúan directamente sobre los espermatocitos, su secreción de testosterona es fundamental para el entorno hormonal adecuado.

Regulación hormonal

Las células de Leydig son estimuladas por la hormona luteinizante (LH), secretada por la hipófisis anterior. Esta interacción promueve la síntesis de testosterona a partir del colesterol. A su vez, la testosterona regula por retroalimentación la producción de LH y hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) en el hipotálamo.

Etapas del desarrollo

Las células de Leydig atraviesan distintas fases a lo largo de la vida:

  1. Etapa fetal: producen testosterona necesaria para la diferenciación del tracto genital masculino durante la embriogénesis.
  2. Etapa posnatal: su actividad disminuye hasta la pubertad.
  3. Pubertad y adultez: aumentan su número y actividad, manteniendo la producción hormonal estable durante la vida reproductiva.
  4. Edad avanzada: su función puede disminuir, lo que se asocia a la disminución progresiva de los niveles de testosterona (andropausia).

Alteraciones y enfermedades asociadas

Diversas condiciones médicas pueden afectar la función o estructura de las células de Leydig:

  • Hipogonadismo masculino: fallo primario o secundario en la producción de testosterona, con síntomas como fatiga, disminución de la libido, infertilidad y pérdida de masa muscular.
  • Criptorquidia: el testículo no descendido puede tener alteraciones en las células de Leydig que afectan la producción hormonal.
  • Tumor de células de Leydig: neoplasia poco frecuente, generalmente benigna, que puede causar ginecomastia, pubertad precoz o virilización, dependiendo de su secreción hormonal.
  • Exposición a disruptores endocrinos: ciertos compuestos ambientales (como ftalatos o pesticidas) pueden alterar la función de estas células durante el desarrollo fetal o la adultez.

Diagnóstico de alteraciones en células de Leydig

Aunque no se evalúan directamente, su función puede inferirse mediante estudios hormonales, clínicos e imagenológicos:

  1. Determinación de testosterona total y libre.
  2. Niveles de LH y FSH: ayudan a determinar si el origen del trastorno es testicular o hipotalámico-hipofisario.
  3. Ecografía testicular: útil para detectar masas sospechosas o atrofia testicular.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar a un especialista en urología, endocrinología o andrología ante signos o síntomas que puedan indicar un trastorno en la producción hormonal testicular:

  • Disminución del deseo sexual o disfunción eréctil.
  • Infertilidad o dificultad para concebir sin causa aparente.
  • Desarrollo mamario (ginecomastia) en hombres.
  • Disminución de la masa muscular, fatiga crónica, alteraciones del estado de ánimo.

Medidas preventivas y cuidado hormonal

Aunque no es posible controlar todos los factores que afectan la función de las células de Leydig, sí existen medidas generales para preservar la salud testicular y hormonal:

  1. Evitar el uso de esteroides anabólicos sin indicación médica, ya que suprimen la función testicular endógena.
  2. Reducir la exposición a sustancias tóxicas y disruptores endocrinos (pesticidas, plásticos con ftalatos, bisfenol A).
  3. Evitar traumatismos testiculares y mantener una temperatura adecuada en la zona escrotal.
  4. Realizar controles médicos regulares, especialmente en varones mayores de 45 años o con síntomas sugerentes de hipogonadismo.

Preguntas frecuentes

¿Las células de Leydig producen solo testosterona?

Principalmente sí, aunque también pueden sintetizar pequeñas cantidades de otros andrógenos como la androstenediona y de hormonas péptidas como la INSL3 (hormona peptídica relacionada con el descenso testicular fetal).

¿Qué ocurre si estas células dejan de funcionar correctamente?

Su mal funcionamiento puede dar lugar a un déficit de testosterona, lo que conlleva síntomas como pérdida del deseo sexual, infertilidad, disminución de masa ósea, debilidad y alteraciones emocionales.

¿Pueden regenerarse las células de Leydig?

En humanos adultos, estas células tienen una capacidad limitada de regeneración. Su número y función pueden disminuir con la edad o tras exposiciones tóxicas, aunque existe cierto potencial compensatorio mediante células madre intersticiales.

¿Cómo se diferencian de las células de Sertoli?

Las células de Leydig están fuera de los túbulos seminíferos y producen hormonas, mientras que las células de Sertoli están dentro del túbulo y sostienen directamente la espermatogénesis, reguladas principalmente por FSH.

¿Tienen alguna implicación en la pubertad?

Sí. El inicio de la pubertad en los varones está marcado por la reactivación del eje hipotalámico-hipofisario-testicular, que estimula la actividad de las células de Leydig para comenzar la producción significativa de testosterona.

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