DICCIONARIO MÉDICO

Caverna

Qué es una caverna

En medicina, una caverna es una cavidad patológica, generalmente de forma redondeada u oval, que se forma dentro de un órgano sólido, como el pulmón, a causa de la necrosis del tejido por diferentes enfermedades. Estas cavidades suelen estar llenas de aire, líquido o detritos necróticos, y pueden comunicarse con los bronquios u otras estructuras, lo que favorece su drenaje parcial hacia el exterior.

El término “caverna” se utiliza con más frecuencia en el ámbito de la neumología, dado que muchas de estas cavidades se desarrollan como consecuencia de infecciones pulmonares como la tuberculosis pulmonar, ciertos abscesos, neoplasias o micosis.

En qué órganos pueden aparecer cavernas

Aunque las cavernas son típicas del pulmón, también pueden observarse en otros órganos afectados por procesos infecciosos o necróticos:

  • Pulmón: Es el órgano donde más frecuentemente se identifican. Se relacionan con la tuberculosis pulmonar, las neumonías necrotizantes, y algunos tumores cavitados.
  • Hígado: Algunas infecciones como el absceso hepático amebiano o bacteriano pueden generar cavidades.
  • Cerebro: Aunque más raras, pueden observarse cavernas en infecciones como toxoplasmosis cerebral o neurotuberculosis.

Principales causas de las cavernas pulmonares

Entre las causas más frecuentes de cavernas en el pulmón, destacan:

  1. Tuberculosis pulmonar: Es la causa más clásica. La necrosis caseosa característica de esta enfermedad puede licuarse y formar una cavidad comunicada con el árbol bronquial.
  2. Infecciones bacterianas: Algunas neumonías necrotizantes por Staphylococcus aureus o Klebsiella pneumoniae pueden originar abscesos cavitados.
  3. Infecciones por hongos: La aspergilosis pulmonar puede provocar lesiones cavitadas, especialmente en pacientes inmunodeprimidos o con enfermedades pulmonares previas.
  4. Neoplasias pulmonares: Algunos carcinomas epidermoides pueden necrosarse en su centro y simular una caverna.
  5. Parásitos: Algunas infestaciones, como la equinococosis, pueden originar cavidades quísticas que evolucionan a cavernas si se infectan.

Síntomas asociados a las cavernas

Las cavernas pueden ser asintomáticas en fases iniciales o cuando son pequeñas. Sin embargo, cuando están activas o complicadas, pueden provocar:

  • Tos persistente, a menudo productiva
  • Hemoptisis (expectoración de sangre)
  • Fiebre y malestar general
  • Disnea (sensación de falta de aire)
  • Pérdida de peso no justificada

Diagnóstico

El diagnóstico de una caverna suele establecerse mediante estudios de imagen. Las pruebas más utilizadas son:

  • Radiografía de tórax: Permite visualizar cavidades de tamaño moderado o grande.
  • Tomografía computarizada (TC): Es la técnica más sensible para identificar cavernas pequeñas y caracterizar sus bordes y contenido.
  • Broncoscopia: Útil cuando se sospecha una neoplasia o se desea obtener muestras microbiológicas.
  • Pruebas microbiológicas: El análisis del esputo o del lavado broncoalveolar permite identificar la causa infecciosa subyacente.

Tratamiento

El tratamiento de una caverna depende de su etiología (causa) y de su repercusión clínica. Algunas estrategias incluyen:

  • Antibióticos: En infecciones bacterianas o en abscesos pulmonares.
  • Antituberculosos: En caso de tuberculosis pulmonar cavitada.
  • Antifúngicos: Cuando la caverna es secundaria a una infección micótica.
  • Cirugía: En casos donde hay riesgo de hemorragia masiva, fístulas o cuando el tratamiento médico no es eficaz.

Complicaciones

Entre las complicaciones posibles de las cavernas se incluyen:

  • Hemorragia pulmonar masiva, especialmente si hay erosión de vasos sanguíneos
  • Diseminación de la infección hacia otras áreas del pulmón o a través de la sangre
  • Colonización por hongos, como en el caso del aspergiloma
  • Fístulas broncopleurales o formación de empiemas

Cuándo acudir al médico

Es importante consultar con un profesional sanitario si se presentan síntomas como:

  • Tos persistente con o sin expectoración.
  • Fiebre recurrente o inexplicable.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Hemoptisis, incluso en pequeña cantidad.

Un diagnóstico precoz permite un tratamiento más eficaz y reduce el riesgo de complicaciones graves.

Precauciones y seguimiento

Las personas con diagnóstico confirmado de caverna pulmonar deben:

  • Seguir estrictamente el tratamiento prescrito
  • Evitar el contacto cercano con personas inmunodeprimidas
  • Acudir a controles médicos periódicos y realizar pruebas de imagen de seguimiento
  • Mantener una buena higiene respiratoria para prevenir contagios

Preguntas frecuentes

¿Una caverna pulmonar siempre significa tuberculosis?

No necesariamente. Aunque la tuberculosis es la causa más clásica, existen otras enfermedades como abscesos bacterianos, micosis o tumores que también pueden generar cavernas.

¿Las cavernas pueden desaparecer con tratamiento?

En algunos casos, sí. Con un tratamiento adecuado, muchas cavernas pueden reducir su tamaño o incluso cerrarse. Sin embargo, algunas pueden persistir como secuelas fibróticas o convertirse en cavidades crónicas colonizadas.

¿Una caverna siempre requiere cirugía?

No. La mayoría de las cavernas se tratan de forma médica. La cirugía se reserva para casos complejos o cuando hay riesgo de complicaciones como hemorragia o abscesos persistentes.

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