DICCIONARIO MÉDICO

Catecolamina

Qué es una catecolamina

Las catecolaminas son un grupo de hormonas y neurotransmisores derivados del aminoácido tirosina, que desempeñan un papel fundamental en la respuesta al estrés, el control del ritmo cardíaco, la regulación de la presión arterial, el metabolismo y múltiples funciones del sistema nervioso central y periférico.

Las principales catecolaminas son tres:

  • Adrenalina (epinefrina)
  • Noradrenalina (norepinefrina)
  • Dopamina

Estas sustancias se producen principalmente en las glándulas suprarrenales (especialmente adrenalina y noradrenalina) y en determinadas neuronas del sistema nervioso. Su liberación es esencial para la respuesta fisiológica de lucha o huida frente a situaciones de peligro o tensión emocional.

Funciones principales de las catecolaminas

Las catecolaminas tienen efectos muy amplios en diferentes órganos y tejidos del cuerpo. Entre sus funciones más importantes destacan:

  • Incremento de la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción del corazón.
  • Elevación de la presión arterial mediante vasoconstricción.
  • Broncodilatación para facilitar el paso del aire hacia los pulmones.
  • Movilización de glucosa desde el hígado para generar energía rápida.
  • Reducción de la actividad digestiva y urinaria durante el estrés.
  • Modulación de la atención, la vigilancia y el estado de alerta en el sistema nervioso central.

Tipos de catecolaminas

Adrenalina (epinefrina)

Producida en la médula suprarrenal, la adrenalina se libera en respuesta a situaciones de estrés agudo, como miedo, ejercicio intenso o hipoglucemia. Actúa como hormona sistémica y provoca un aumento del ritmo cardíaco, dilatación de las pupilas, aumento de la presión arterial y liberación de energía almacenada.

Noradrenalina (norepinefrina)

La noradrenalina actúa tanto como hormona como neurotransmisor. Su liberación en el sistema nervioso simpático regula funciones automáticas como la presión arterial y la respuesta vasomotora. A diferencia de la adrenalina, sus efectos son más locales y sostenidos.

Dopamina

La dopamina participa principalmente en funciones neurológicas relacionadas con la motivación, el placer, el movimiento y el aprendizaje. Se produce en diversas regiones del cerebro y tiene receptores específicos distribuidos en distintas áreas del sistema nervioso central. También regula la secreción renal de sodio y la perfusión renal.

Síntesis y degradación de las catecolaminas

Las catecolaminas se sintetizan a partir de la tirosina en una serie de pasos enzimáticos:

  1. TirosinaDOPA (por la enzima tirosina hidroxilasa)
  2. DOPADopamina
  3. DopaminaNoradrenalina
  4. NoradrenalinaAdrenalina (por la enzima PNMT)

Una vez liberadas, las catecolaminas son degradadas por enzimas específicas como la monoaminooxidasa (MAO) y la catecol-O-metiltransferasa (COMT), generando metabolitos inactivos que se eliminan por la orina, como el ácido vanilmandélico (VMA).

Catecolaminas y sistema nervioso

Las catecolaminas forman parte del sistema nervioso simpático, que regula las respuestas involuntarias del organismo frente a estímulos externos. Este sistema se activa en condiciones de alerta y regula órganos como el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y el aparato digestivo.

Además, en el sistema nervioso central, especialmente en regiones como el locus coeruleus o la sustancia negra, la dopamina y la noradrenalina tienen funciones clave en la atención, la respuesta emocional y los procesos de recompensa y aprendizaje.

Alteraciones médicas relacionadas con las catecolaminas

La alteración en los niveles de catecolaminas puede asociarse a distintas patologías:

  • Feocromocitoma: tumor productor de catecolaminas que provoca hipertensión arterial grave, taquicardia, sudoración y ansiedad.
  • Insuficiencia suprarrenal: deficiencia en la producción de hormonas incluyendo catecolaminas, lo que puede producir hipotensión y fatiga crónica.
  • Trastornos del ánimo: los niveles anómalos de dopamina y noradrenalina están implicados en la depresión mayor, el trastorno bipolar y los trastornos de ansiedad.
  • Parkinson: enfermedad degenerativa con déficit de dopamina en los ganglios basales, que afecta al movimiento y al equilibrio.

Evaluación clínica de catecolaminas

En medicina, el análisis de catecolaminas puede realizarse en plasma o orina para el diagnóstico de enfermedades como el feocromocitoma o paraganglioma. Algunas pruebas clínicas incluyen:

  • Determinación de catecolaminas plasmáticas: en condiciones específicas de reposo y ayuno.
  • Metanefrinas y normetanefrinas urinarias: útiles como marcadores de tumores productores de catecolaminas.
  • Resonancia magnética o gammagrafía: en caso de sospecha tumoral asociada.

Cuándo acudir al médico

Es aconsejable consultar con un especialista en endocrinología o medicina interna si se presentan síntomas que podrían sugerir una alteración en las catecolaminas:

  • Hipertensión arterial difícil de controlar o con picos repentinos.
  • Sudoración excesiva asociada a palpitaciones, ansiedad o pérdida de peso no explicada.
  • Diagnóstico sospechoso de feocromocitoma por antecedentes familiares o hallazgos incidentales en imágenes.

Precauciones generales en pacientes con alteraciones de catecolaminas

En personas con exceso o déficit de catecolaminas, se deben tener en cuenta ciertas recomendaciones:

  • Evitar situaciones de estrés intenso sin preparación o apoyo terapéutico.
  • Monitorizar tensión arterial y frecuencia cardíaca regularmente.
  • Informar al equipo médico antes de intervenciones quirúrgicas si existe un tumor productor de catecolaminas.
  • Seguir pautas nutricionales y farmacológicas específicas según el diagnóstico.

Preguntas frecuentes

¿Qué síntomas produce un exceso de catecolaminas?

Puede provocar hipertensión, palpitaciones, sudoración, temblores, ansiedad y dolor torácico. Su causa más frecuente es el feocromocitoma.

¿Las catecolaminas influyen en el estado emocional?

Sí. Dopamina y noradrenalina están directamente implicadas en la regulación del ánimo, el placer y la motivación.

¿Pueden medirse en un análisis rutinario?

No. Su medición requiere pruebas específicas y preparación previa. Se indican solo cuando hay una sospecha clínica clara.

¿Existen tratamientos para normalizar los niveles de catecolaminas?

Sí. Dependiendo de si hay exceso o déficit, se puede tratar con medicamentos, cirugía (en tumores), cambios en el estilo de vida o tratamientos hormonales.

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