DICCIONARIO MÉDICO

Carúncula mirtiforme

Qué es la carúncula mirtiforme

La carúncula mirtiforme es un vestigio anatómico formado por restos del himen tras su rotura, visible en la región del introito vaginal de muchas mujeres, especialmente después de una o varias relaciones sexuales o del parto. Estas pequeñas protuberancias de tejido mucoso adoptan una disposición que recuerda a un racimo de mirto —de ahí su nombre “mirtiforme”— y son estructuras normales y benignas.

Desde el punto de vista clínico, la carúncula mirtiforme no implica ninguna patología. Su reconocimiento es importante para evitar confusiones diagnósticas, especialmente en contextos ginecológicos y forenses. Además, su estudio contribuye a desmitificar creencias erróneas sobre el himen y la virginidad femenina.

Origen y formación

Durante la infancia, el himen se presenta como una delgada membrana que rodea parcial o totalmente el orificio vaginal. Con el tiempo, actividades como el uso de tampones, deporte, relaciones sexuales o el parto provocan su roptura progresiva. En lugar de desaparecer, los bordes desgarrados pueden reorganizarse en pequeños lóbulos o nódulos blandos denominados carúnculas mirtiformes.

Estas formaciones se consideran variantes anatómicas normales y no deben confundirse con lesiones ni con signos de trauma vaginal. Son inofensivas, no crecen ni evolucionan patológicamente, y están presentes en un porcentaje significativo de mujeres adultas.

Localización anatómica

Las carúnculas mirtiformes se encuentran típicamente en el reborde inferior del himen, en la zona del vestíbulo vaginal. Aparecen como pequeños apéndices carnosos, generalmente blandos, simétricos y de aspecto lobulado. Su disposición mirtiforme —en forma de racimo— es característica, aunque su forma, número y tamaño pueden variar de una mujer a otra.

En algunos casos, son apenas visibles, mientras que en otras mujeres pueden palparse como pliegues prominentes durante una exploración ginecológica.

Características clínicas

Desde el punto de vista clínico, la carúncula mirtiforme se caracteriza por ser:

  • Asintomática: no produce dolor, secreción ni cambios en la función genital.
  • Estable en el tiempo: no tiende a crecer, ulcerarse ni modificarse con los ciclos hormonales.
  • Benigna: no está relacionada con infecciones, tumores ni otras enfermedades ginecológicas.
  • Variable: su número y forma pueden diferir según la historia obstétrica o sexual de la mujer.

Diferencias entre carúncula mirtiforme y otras estructuras

En la anatomía de la vulva existen otras estructuras que pueden confundirse con las carúnculas mirtiformes si no se realiza un examen minucioso. Algunas de ellas son:

  • Carúncula himenal: término general para cualquier resto himenal tras su ruptura. La carúncula mirtiforme es una variante específica con forma de racimo.
  • Papilas vestibulares: pequeñas proyecciones normales del epitelio vulvar, no relacionadas con el himen.
  • Condilomas: lesiones causadas por el virus del papiloma humano (VPH), generalmente verrugosas, con patrón vascular atípico.
  • Quistes o pólipos: masas de origen glandular o mucoso, de crecimiento anómalo.

Exploración y diagnóstico

Las carúnculas mirtiformes se identifican mediante una inspección visual directa del introito vaginal. La exploración debe ser respetuosa, con consentimiento informado y realizada por profesionales con formación ginecológica adecuada. En mujeres adultas se puede utilizar espéculo, mientras que en niñas o adolescentes debe optarse por técnicas no invasivas.

No es necesario realizar pruebas complementarias salvo que existan lesiones sospechosas, dolor, sangrado o crecimiento anormal. En esos casos, se puede indicar:

  • Colposcopia.
  • Biopsia dirigida si hay ulceración persistente.
  • Estudio microbiológico ante signos de infección.

¿Requiere tratamiento?

En la gran mayoría de los casos, no se requiere ningún tratamiento. Las carúnculas mirtiformes son hallazgos benignos que no afectan la salud ginecológica ni obstétrica. No interfieren con la fertilidad, las relaciones sexuales, la menstruación ni el parto.

Sólo en casos excepcionales puede considerarse su extirpación:

  • Cuando causan molestias físicas o molestias al roce.
  • Si existe una infección secundaria o sangrado persistente.
  • Por motivos estéticos o psicológicos justificados y con adecuada evaluación médica.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda consultar con un profesional de la salud si se observa alguna estructura nueva o sospechosa en los genitales, especialmente si va acompañada de:

  • Dolor localizado o ardor persistente.
  • Sangrado fuera del ciclo menstrual.
  • Lesiones ulceradas, endurecidas o que cambian de aspecto.
  • Incomodidad durante las relaciones sexuales.

Preguntas frecuentes sobre la carúncula mirtiforme

¿Todas las mujeres tienen carúnculas mirtiformes?

No necesariamente. Su presencia depende de factores como la forma del himen original, tipo de ruptura y número de partos. No todas las mujeres desarrollan carúnculas tras la ruptura himenal.

¿Son peligrosas las carúnculas mirtiformes?

No. Son estructuras benignas, sin riesgo de transformación maligna ni impacto funcional. No representan peligro para la salud ginecológica.

¿Las carúnculas pueden eliminarse con cremas o tratamientos caseros?

No se recomienda aplicar productos sobre estas estructuras. Si generan preocupación, debe consultarse con un profesional para su correcta evaluación.

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