DICCIONARIO MÉDICO

Blastomicosis

Qué es la blastomicosis

La blastomicosis es una enfermedad fúngica sistémica causada por el hongo Blastomyces dermatitidis. Este microorganismo dimórfico se encuentra en el suelo y material orgánico en descomposición, especialmente en áreas húmedas de América del Norte y otras regiones endémicas. La infección ocurre principalmente al inhalar esporas del hongo, lo que puede llevar a una enfermedad pulmonar primaria que, si no se trata, puede diseminarse a otros órganos como la piel, los huesos y el sistema nervioso central.

Causas de la blastomicosis

El agente causal de la blastomicosis es el hongo Blastomyces dermatitidis, que tiene un ciclo de vida dimórfico:

  • Forma micelial: presente en el ambiente, produce esporas infecciosas.
  • Forma levaduriforme: se desarrolla en el huésped a temperaturas corporales, siendo responsable de la patogénesis.

Factores de riesgo para la blastomicosis

Los principales factores de riesgo para desarrollar blastomicosis incluyen:

  • Exposición ambiental: actividades al aire libre en áreas endémicas como bosques o zonas con ríos y lagos.
  • Inmunosupresión: condiciones como VIH/SIDA, uso de corticosteroides o inmunosupresores aumentan el riesgo de infección diseminada.
  • Ocupaciones de riesgo: agricultores, constructores y trabajadores forestales tienen mayor exposición al hongo.

Síntomas de la blastomicosis

Los síntomas de la blastomicosis pueden variar dependiendo de la localización de la infección y su extensión. Las presentaciones más comunes incluyen:

Infección pulmonar primaria

  • Tos persistente.
  • Dolor torácico.
  • Fiebre y sudoración nocturna.
  • Disnea progresiva.

Diseminación extrapulmonar

  • Cutánea: lesiones verrugosas o ulcerativas crónicas.
  • Ósea: dolor óseo, inflamación y posibles fracturas patológicas.
  • Sistema nervioso central: síntomas neurológicos como cefalea, confusión o convulsiones.

Diagnóstico de la blastomicosis

El diagnóstico de la blastomicosis requiere una combinación de historia clínica, hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio. Las técnicas más utilizadas son:

  1. Microscopía: detección de levaduras características de Blastomyces dermatitidis en muestras de tejido, esputo o líquidos corporales.
  2. Cultivo: permite el aislamiento del hongo, aunque puede tomar varias semanas para resultados definitivos.
  3. Pruebas serológicas: detección de antígenos o anticuerpos específicos en sangre o orina.
  4. Biopsia: en casos de lesiones cutáneas u óseas, para confirmar la presencia del hongo.

Tratamiento de la blastomicosis

El tratamiento de la blastomicosis depende de la gravedad de la infección y la localización de las lesiones. Las opciones terapéuticas incluyen:

Infecciones leves a moderadas

  • Itraconazol: el tratamiento de elección para la mayoría de los casos no complicados, administrado por vía oral durante 6-12 meses.

Infecciones graves o diseminadas

  • Anfotericina B: recomendada en pacientes con enfermedad severa, especialmente aquellos inmunosuprimidos o con compromiso del sistema nervioso central.
  • Transición a itraconazol: una vez estabilizado el paciente, se continúa con itraconazol por varios meses.

Consideraciones especiales

  • En pacientes inmunosuprimidos, el tratamiento puede requerir periodos más prolongados y monitoreo cercano.
  • El manejo de lesiones óseas o cutáneas puede incluir procedimientos quirúrgicos complementarios.

Complicaciones de la blastomicosis

Sin tratamiento adecuado, la blastomicosis puede provocar complicaciones graves, entre ellas:

  • Fibrosis pulmonar: daño crónico al tejido pulmonar.
  • Osteomielitis: infección persistente en los huesos.
  • Abscesos cerebrales: complicación severa en casos de afectación del sistema nervioso central.

Prevención de la blastomicosis

Aunque no existe una vacuna contra la blastomicosis, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de exposición:

  • Evitar áreas endémicas: limitar actividades al aire libre en zonas de riesgo.
  • Uso de protección: mascarillas y ropa adecuada en entornos potencialmente contaminados.
  • Control médico: monitorear síntomas en personas con exposición reciente a áreas endémicas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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