DICCIONARIO MÉDICO

Bicapa lipídica

¿Qué es la bicapa lipídica?

La bicapa lipídica es una estructura fundamental en la biología celular que forma la base de todas las membranas celulares. Consiste en dos capas de moléculas lipídicas organizadas de tal manera que sus colas hidrofóbicas (apolares) se enfrentan entre sí, mientras que sus cabezas hidrofílicas (polares) están orientadas hacia el exterior, en contacto con el medio acuoso intra y extracelular. Esta disposición crea una barrera semipermeable que separa y protege el contenido celular del entorno exterior, permitiendo el control selectivo del paso de sustancias hacia adentro y hacia afuera de la célula.

Las moléculas principales que componen la bicapa lipídica son los fosfolípidos, que tienen una estructura anfipática con una cabeza polar que contiene un grupo fosfato y dos colas de ácidos grasos apolares. Los fosfolípidos más comunes en las bicapas lipídicas de las células eucariotas incluyen la fosfatidilcolina, la fosfatidilserina, la fosfatidiletanolamina y la esfingomielina. Además de los fosfolípidos, la bicapa lipídica también contiene colesterol y glicolípidos, que contribuyen a la fluidez y estabilidad de la membrana.

El modelo del mosaico fluido, propuesto por Singer y Nicolson en 1972, describe la estructura de la bicapa lipídica como una matriz fluida en la que las proteínas integrales y periféricas están incrustadas o asociadas. Estas proteínas desempeñan funciones cruciales en la comunicación celular, el transporte de sustancias y la catálisis de reacciones bioquímicas. Las proteínas integrales, también conocidas como proteínas transmembrana, atraviesan completamente la bicapa lipídica y tienen dominios expuestos tanto al citoplasma como al entorno extracelular. Las proteínas periféricas, en cambio, están unidas a una de las superficies de la bicapa lipídica y no penetran en su núcleo hidrofóbico.

La fluidez de la bicapa lipídica es una propiedad esencial que permite la movilidad lateral de los componentes dentro de la membrana, facilitando procesos como la difusión de lípidos y proteínas, la formación de dominios especializados y la interacción entre proteínas. La fluidez está influenciada por varios factores, incluyendo la composición lipídica, la presencia de colesterol y la temperatura. Por ejemplo, los fosfolípidos con ácidos grasos insaturados tienden a aumentar la fluidez de la membrana debido a las dobles ligaduras que introducen codos en las colas de los ácidos grasos, impidiendo un empaquetamiento denso. El colesterol, por otro lado, modula la fluidez estabilizando la estructura de la bicapa a diferentes temperaturas.

La asimetría de la bicapa lipídica es otra característica importante, ya que las dos mitades de la bicapa no son idénticas en su composición. Esta asimetría es funcionalmente relevante y se mantiene gracias a las enzimas específicas que redistribuyen los lípidos entre las dos capas, tales como las flipasas, floppasas y scramblasas. La asimetría contribuye a diversas funciones celulares, incluyendo la señalización, la apoptosis y la coagulación sanguínea. Por ejemplo, la fosfatidilserina, normalmente confinada a la hoja interna de la bicapa lipídica, se transloca a la hoja externa durante la apoptosis, señalizando a las células fagocíticas para que eliminen las células apoptóticas.

Las bicapas lipídicas también son dinámicas y participan en procesos de tráfico vesicular, como la endocitosis y la exocitosis. Durante la endocitosis, segmentos de la bicapa lipídica se invaginan para formar vesículas que incorporan material del entorno extracelular hacia el interior de la célula. En la exocitosis, las vesículas intracelulares se fusionan con la bicapa lipídica de la membrana plasmática, liberando su contenido al espacio extracelular. Estos procesos son fundamentales para la comunicación celular, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos.

En el contexto de la señalización celular, la bicapa lipídica juega un papel crucial como plataforma para la localización y la activación de receptores y proteínas señalizadoras. Los receptores acoplados a proteínas G (GPCRs), los receptores de tirosina quinasa y otros receptores de membrana dependen de la bicapa lipídica para su correcta función y movilidad. Además, los lípidos específicos de la membrana, como los fosfoinosítidos, actúan como segundos mensajeros en diversas vías de señalización intracelular, regulando procesos como el crecimiento celular, la diferenciación y la respuesta inmune.

La permeabilidad selectiva de la bicapa lipídica permite el paso de moléculas pequeñas y lipofílicas, mientras que actúa como barrera para las moléculas grandes y polares. Esta propiedad es esencial para mantener la homeostasis celular y crear gradientes electroquímicos. Las proteínas de transporte, como los canales iónicos, las bombas y los transportadores, facilitan el movimiento de iones y moléculas específicas a través de la bicapa lipídica, asegurando el equilibrio de iones y nutrientes en el citoplasma.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.