DICCIONARIO MÉDICO

Artrotomía

Qué es la artrotomía

La artrotomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la apertura directa de una articulación mediante una incisión, con el objetivo de acceder al espacio articular para diagnóstico o tratamiento de diversas patologías. Se trata de una técnica clásica dentro de la cirugía ortopédica y traumatológica, que ha sido parcialmente reemplazada en muchos casos por técnicas menos invasivas como la artroscopia. Sin embargo, en determinados escenarios clínicos, la artrotomía sigue siendo imprescindible.

La indicación de una artrotomía se basa en la necesidad de visualización directa de la articulación cuando existen procesos infecciosos, cuerpos extraños, traumatismos complejos, hemartros o necesidad de realizar lavados articulares en casos sépticos. Su realización requiere estricto control quirúrgico y una adecuada planificación del acceso anatómico, ya que puede comprometer estructuras vasculonerviosas importantes dependiendo de la articulación afectada.

Indicaciones clínicas de la artrotomía

La artrotomía puede indicarse en distintas situaciones, tanto urgentes como programadas. Las indicaciones más frecuentes incluyen:

  • Artritis séptica: especialmente en articulaciones grandes como la rodilla o la cadera.
  • Hemartros a tensión en pacientes anticoagulados o con coagulopatías.
  • Luxaciones con incarceración de partes blandas o fracturas intraarticulares complejas.
  • Presencia de cuerpos extraños dentro del espacio articular.
  • Sinovectomía o biopsia sinovial cuando no se puede realizar por vía artroscópica.

Articulaciones donde se realiza con mayor frecuencia

La artrotomía puede realizarse en cualquier articulación sinovial, aunque su frecuencia varía en función de la patología. Las articulaciones más comúnmente intervenidas son:

Rodilla

Es el sitio más frecuente para la artrotomía, especialmente en casos de artritis séptica aguda que requiere drenaje y lavado intensivo. También se utiliza en abordajes complejos de fracturas intraarticulares o cuerpos libres articulares.

Cadera

La artrotomía de cadera es un procedimiento más complejo debido a la profundidad y vascularización del área. Está indicada en infecciones articulares, necrosis avascular o luxaciones traumáticas.

Codo, tobillo, muñeca y hombro

En estas articulaciones la artrotomía se reserva para casos que no permiten acceso artroscópico, o cuando existe inestabilidad grave, infección o necesidad de resección sinovial amplia.

Técnica quirúrgica de la artrotomía

La técnica varía en función de la articulación, pero en términos generales incluye los siguientes pasos:

  1. Posicionamiento adecuado del paciente y planificación del abordaje anatómico.
  2. Incisión quirúrgica controlada sobre la cápsula articular.
  3. Exposición cuidadosa de las estructuras sin comprometer tendones, ligamentos ni nervios.
  4. Realización del procedimiento terapéutico: lavado, extracción, reparación, biopsia, etc.
  5. Cierre por planos anatómicos y colocación de drenajes si se requiere.

Ventajas y limitaciones de la artrotomía

Pese al auge de técnicas mínimamente invasivas, la artrotomía ofrece ciertas ventajas en contextos específicos:

  • Mayor visibilidad anatómica en articulaciones comprometidas.
  • Facilidad de exploración manual directa.
  • Versatilidad terapéutica: drenaje, resección, extracción o reconstrucción.

Sin embargo, implica también mayor agresividad quirúrgica, riesgo de infección, sangrado, dolor postoperatorio y tiempo de recuperación más prolongado respecto a procedimientos artroscópicos.

Cuidados postoperatorios tras una artrotomía

Los cuidados posteriores dependen de la articulación intervenida y de la indicación concreta. Generalmente incluyen:

  • Reposo articular durante las primeras fases de cicatrización.
  • Control del dolor con analgésicos y antiinflamatorios.
  • Antibioterapia dirigida si se trata de infección articular.
  • Rehabilitación progresiva y ejercicios asistidos.

Complicaciones posibles

Entre las principales complicaciones postoperatorias de una artrotomía se encuentran:

  • Infección quirúrgica superficial o profunda.
  • Hemorragia o hematomas en la zona intervenida.
  • Rigidez articular por fibrosis postquirúrgica.
  • Lesión accidental de estructuras neurovasculares.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda acudir a un especialista en cirugía ortopédica cuando un paciente presenta:

  • Dolor articular intenso y persistente sin causa aparente.
  • Signos de inflamación aguda: calor, rubor, edema e impotencia funcional.
  • Fiebre con sospecha de infección articular.
  • Traumatismos con sospecha de lesiones articulares graves.

Precauciones tras una artrotomía

  • Evitar actividades físicas intensas durante la fase inicial de recuperación.
  • Seguir estrictamente las indicaciones médicas y de fisioterapia.
  • Realizar curas locales e higiene adecuada de la herida quirúrgica.
  • Consultar ante signos de infección como fiebre o secreción purulenta.

Preguntas frecuentes sobre la artrotomía

¿La artrotomía es lo mismo que la artroscopia?

No. La artroscopia es una técnica mínimamente invasiva que permite explorar la articulación mediante una cámara introducida por pequeñas incisiones, mientras que la artrotomía implica la apertura completa de la cápsula articular.

¿Es dolorosa la recuperación tras una artrotomía?

Puede haber molestias moderadas, pero el dolor suele controlarse adecuadamente con analgésicos. El uso de frío local y reposo articular contribuye a mejorar el confort del paciente.

¿Cuánto tiempo se tarda en recuperar la función articular?

Depende de la articulación tratada y del motivo quirúrgico. En general, se requieren entre 4 y 8 semanas para recuperar una función básica, aunque en casos complejos puede prolongarse el proceso.

¿Existen alternativas a la artrotomía?

Sí, en muchas patologías articulares se prefiere realizar una artroscopia, siempre que sea técnicamente posible. Sin embargo, en casos de infección aguda o fracturas complejas, la artrotomía es irremplazable.

¿Se puede volver a hacer ejercicio físico tras una artrotomía?

Sí, pero una vez completado el proceso de recuperación y con autorización médica. La rehabilitación progresiva es clave para recuperar fuerza, estabilidad y movilidad.

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