DICCIONARIO MÉDICO

Artrorrisis

Qué es la artrorrisis

La artrorrisis es un procedimiento quirúrgico ortopédico cuyo objetivo es limitar o restringir el movimiento de una articulación de manera controlada y parcial, sin llegar a una fusión total (como ocurre en la artrodesis). Esta técnica se utiliza principalmente en la corrección de deformidades musculoesqueléticas, especialmente en pacientes pediátricos con pie plano valgo flexible, aunque también puede aplicarse en otros trastornos biomecánicos.

El principio terapéutico de la artrorrisis se basa en modificar la mecánica articular mediante la implantación de un tope o implante (frecuentemente en el seno del tarso) que impide la pronación excesiva del pie, permitiendo una realineación progresiva durante el crecimiento óseo. Esta técnica busca ser una alternativa mínimamente invasiva a otros procedimientos más radicales, especialmente en población infantil o adolescente.

Indicaciones médicas de la artrorrisis

Las principales indicaciones clínicas para realizar una artrorrisis incluyen:

  • Pie plano valgo flexible infantil: especialmente en niños con sintomatología dolorosa y alteración funcional.
  • Deformidades del retropié por hipermovilidad articular o colapso medial.
  • Casos leves o moderados de inestabilidad del mediopié donde se busca corregir la marcha patológica.

La técnica está contraindicada en pies rígidos, con limitación articular estructural o con comorbilidades ortopédicas más complejas.

Tipos de implantes utilizados en la artrorrisis

La mayoría de las técnicas actuales utilizan implantes de titanio o materiales biocompatibles colocados en el canal del seno del tarso. Existen diferentes diseños y abordajes quirúrgicos, pero todos tienen como finalidad impedir la pronación excesiva del astrágalo sobre el calcáneo.

  • Implantes en forma de tornillo: se colocan a presión y limitan el desplazamiento del astrágalo.
  • Implantes expansivos: adaptables al canal y con estabilidad mecánica aumentada.
  • Espaciadores bioabsorbibles: en investigación para aplicaciones pediátricas sin necesidad de extracción posterior.

Ventajas de la artrorrisis frente a otras técnicas

La artrorrisis se ha popularizado por ofrecer una alternativa menos invasiva y reversible frente a otros procedimientos ortopédicos más agresivos como la artrodesis o las osteotomías.

  • No altera permanentemente la articulación.
  • Procedimiento ambulatorio o con corta estancia hospitalaria.
  • Permite corrección gradual aprovechando el crecimiento esquelético.
  • Menor morbilidad postoperatoria.
  • Facilidad de extracción del implante en caso de necesidad.

Desarrollo de la técnica quirúrgica

La intervención quirúrgica se realiza bajo anestesia general o regional. El procedimiento incluye las siguientes fases:

  1. Acceso al seno del tarso a través de una incisión mínima lateral.
  2. Preparación del canal mediante dilatadores o fresado.
  3. Colocación del implante con control intraoperatorio de la corrección mecánica.
  4. Cierre por planos y vendaje compresivo.

Postoperatorio y rehabilitación

La recuperación tras la artrorrisis suele ser rápida y bien tolerada por los pacientes pediátricos. Las indicaciones habituales incluyen:

  • Descarga parcial del pie intervenido durante las primeras 2 semanas.
  • Uso de calzado ortopédico temporal o plantillas personalizadas.
  • Incorporación progresiva a la actividad física con supervisión médica.
  • Controles radiográficos y clínicos periódicos.

Resultados clínicos y seguimiento a largo plazo

Diversos estudios con seguimiento superior a 5 años han demostrado una alta tasa de éxito en pacientes con pie plano flexible corregido con artrorrisis. La mayoría experimenta:

  • Alivio del dolor y fatiga al caminar.
  • Mejoría estética en la alineación del pie.
  • Recuperación funcional con marcha normalizada.

La extracción del implante se realiza habitualmente entre los 18 y 36 meses si ha habido una corrección satisfactoria mantenida. En algunos casos no se requiere retirada si el implante no produce molestias ni disfunción.

Complicaciones y riesgos de la artrorrisis

Si bien la artrorrisis es segura y con baja tasa de complicaciones, pueden presentarse:

  • Intolerancia al implante con dolor persistente.
  • Desplazamiento o migración del implante.
  • Reacción inflamatoria local o sinovitis.
  • Rotura del implante (rara) o necesidad de recambio.

Cuándo acudir al médico

Debe valorarse la consulta con un especialista en ortopedia infantil o cirugía ortopédica si se observa:

  • Deformidad progresiva del pie acompañada de dolor al caminar.
  • Fatiga o marcha inestable en niños con pie plano.
  • Falta de respuesta al tratamiento ortopédico conservador (plantillas, ejercicios, calzado adecuado).

Precauciones tras la cirugía de artrorrisis

  • Evitar actividades de alto impacto hasta completar la recuperación.
  • Realizar seguimiento médico periódico con estudios de imagen.
  • Valorar signos de intolerancia o desplazamiento del implante.

Preguntas frecuentes sobre la artrorrisis

¿La artrorrisis corrige definitivamente el pie plano?

En muchos casos sí, especialmente si se realiza durante el crecimiento esquelético. La corrección puede mantenerse incluso tras retirar el implante.

¿Es dolorosa la cirugía de artrorrisis?

El dolor postoperatorio suele ser leve y controlado con analgésicos convencionales. La técnica es menos agresiva que otras cirugías ortopédicas del pie.

¿Qué edad es la ideal para realizar una artrorrisis?

Se indica habitualmente entre los 8 y 14 años, cuando existe una deformidad flexible y el cartílago de crecimiento aún es activo.

¿Es necesario quitar el implante en todos los casos?

No siempre. Si el paciente está asintomático y la corrección es estable, el implante puede dejarse de forma indefinida.

¿Puede la artrorrisis provocar rigidez o pérdida de función?

No, ya que su objetivo es limitar el movimiento patológico sin bloquear por completo la articulación. La mayoría de los pacientes conserva un rango de movilidad adecuado.

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