DICCIONARIO MÉDICO

Artrólisis

Qué es la artrólisis

La artrólisis es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es restaurar la movilidad articular que se ha visto limitada por adherencias, fibrosis o rigidez severa. Este tratamiento está indicado en pacientes con anquilosis articular o limitaciones funcionales graves, habitualmente causadas por procesos inflamatorios, postraumáticos o tras intervenciones quirúrgicas previas.

A través de la artrólisis, se busca liberar los tejidos intraarticulares o periarticulares que impiden el movimiento normal de una articulación. El procedimiento puede realizarse de forma abierta o mediante técnicas artroscópicas mínimamente invasivas, dependiendo de la localización y severidad del caso.

Indicaciones médicas para realizar una artrólisis

La artrólisis está indicada principalmente en situaciones donde existe una pérdida funcional significativa de una articulación. Las causas más comunes incluyen:

  • Secuelas postraumáticas: fracturas articulares mal consolidadas o lesiones capsuloligamentosas.
  • Fibrosis postquirúrgica: adherencias tras intervenciones previas que comprometen la movilidad.
  • Artritis inflamatorias: como la artritis reumatoide o artritis infecciosas que generan rigidez severa.
  • Inmovilización prolongada: que favorece la formación de tejido cicatricial en la cápsula articular.

Técnicas de artrólisis: abierta y artroscópica

Existen dos técnicas principales para realizar una artrólisis:

Artrólisis abierta

Implica una incisión quirúrgica amplia que permite una visualización directa de la articulación. Es útil en casos de fibrosis densa o cuando se requiere resección extensa de estructuras óseas o fibrosas. Aunque es más invasiva, permite una liberación completa de adherencias.

Artrólisis artroscópica

Mediante pequeñas incisiones, se introduce una cámara y material quirúrgico en la articulación. Esta técnica presenta menores complicaciones postoperatorias, menor dolor y una recuperación funcional más rápida. Es especialmente útil en rodilla, hombro y codo.

Articulaciones comúnmente tratadas con artrólisis

Las articulaciones más frecuentemente intervenidas mediante artrólisis son:

  • Rodilla: tras artroplastias, lesiones ligamentarias o fracturas intraarticulares.
  • Codo: común en deportistas o pacientes con fracturas previas del complejo articular.
  • Hombro: especialmente en casos de capsulitis adhesiva o “hombro congelado”.
  • Muñeca y tobillo: menos frecuente, pero viable en casos seleccionados.

Fases del procedimiento quirúrgico

  1. Evaluación preoperatoria con estudios de imagen (radiografía, resonancia magnética o TAC).
  2. Selección del abordaje (abierto o artroscópico).
  3. Liberación de tejidos fibrosos y adherencias que limitan el rango de movimiento.
  4. Cierre y planificación del protocolo de rehabilitación postoperatoria.

Recuperación y rehabilitación tras la artrólisis

El éxito del procedimiento depende en gran medida de una rehabilitación temprana e intensiva. Inmediatamente después de la intervención, se inicia un programa fisioterapéutico adaptado al tipo de articulación tratada y a la técnica quirúrgica empleada.

Los objetivos de la rehabilitación son:

  • Evitar la formación de nuevas adherencias.
  • Recuperar progresivamente el rango de movimiento.
  • Fortalecer la musculatura periarticular.
  • Prevenir complicaciones como infecciones o trombosis venosa profunda.

Complicaciones posibles de la artrólisis

Aunque generalmente segura, la artrólisis puede conllevar ciertos riesgos quirúrgicos y complicaciones postoperatorias:

  • Infección quirúrgica.
  • Hematomas o sangrados.
  • Lesión neurovascular (rara).
  • Reaparición de rigidez articular.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar con un especialista en traumatología o cirugía ortopédica cuando un paciente presenta:

  • Limitación persistente en la movilidad de una articulación tras traumatismo o cirugía.
  • Dolor articular mantenido que afecta a las actividades de la vida diaria.
  • Falta de respuesta a tratamientos conservadores o fisioterapia prolongada.

Precauciones y contraindicaciones

La artrólisis no está indicada en todos los pacientes. Deben considerarse los siguientes factores:

  • Edad avanzada con mala tolerancia quirúrgica.
  • Infecciones activas en la articulación o tejidos adyacentes.
  • Enfermedades sistémicas descompensadas (cardiopatías, nefropatías severas, etc.).
  • Falta de adherencia esperada al plan de fisioterapia postoperatoria.

Preguntas frecuentes sobre la artrólisis

¿Cuál es el tiempo de recuperación tras una artrólisis?

La recuperación varía según la articulación tratada y el tipo de procedimiento realizado. Generalmente, el rango de movilidad mejora notablemente en las primeras semanas, pero el proceso completo puede extenderse entre 3 y 6 meses.

¿La artrólisis garantiza una movilidad completa?

No siempre se recupera la movilidad absoluta, especialmente si existe daño articular previo o pérdida de estructuras anatómicas. Sin embargo, la mayoría de los pacientes experimentan una mejoría funcional significativa tras el procedimiento.

¿Es dolorosa la intervención o el postoperatorio?

La cirugía se realiza con anestesia, por lo que el paciente no siente dolor durante el procedimiento. En el postoperatorio puede haber molestias moderadas, controlables con analgésicos y mediante el seguimiento adecuado del plan de rehabilitación.

¿Se puede repetir una artrólisis si vuelve la rigidez?

En casos seleccionados, y si no hay contraindicaciones médicas, es posible realizar una segunda intervención. Sin embargo, el riesgo de recurrencia aumenta y debe valorarse con cautela por parte del equipo médico.

¿Es preferible la técnica artroscópica a la abierta?

La técnica artroscópica suele preferirse por su menor morbilidad y tiempos de recuperación más breves, pero no es aplicable a todos los casos. La elección del método depende de múltiples factores clínicos y anatómicos.

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