DICCIONARIO MÉDICO

Artralgia

Qué es la artralgia

La artralgia es el término médico que designa el dolor localizado en una o más articulaciones, sin que necesariamente exista inflamación visible ni alteraciones estructurales objetivables. A diferencia de la artritis, que implica un proceso inflamatorio activo, la artralgia puede ser un síntoma aislado o formar parte de un cuadro clínico más complejo.

Este dolor articular puede tener causas muy variadas, que van desde sobrecargas mecánicas o traumatismos leves hasta enfermedades sistémicas de base reumatológica, infecciosa, autoinmune o metabólica. Es un síntoma frecuente que afecta a personas de todas las edades, y su evaluación clínica debe contemplar la historia médica, el contexto del dolor y la exploración física detallada.

Causas más frecuentes de la artralgia

La etiología de la artralgia es amplia. Entre las causas más comunes se incluyen:

  • Esfuerzo físico excesivo o sobrecarga mecánica de la articulación.
  • Traumatismos leves, como contusiones o esguinces.
  • Infecciones víricas (por ejemplo, parvovirus B19, hepatitis, dengue, chikungunya).
  • Enfermedades autoinmunes como lupus eritematoso sistémico o síndrome de Sjögren.
  • Artritis degenerativa en fase inicial (osteoartritis).
  • Artritis reactivas post-infecciosas.
  • Fibromialgia o síndromes de sensibilización central.
  • Trastornos endocrinos, como el hipotiroidismo o la menopausia.

Diferencias entre artralgia y artritis

Aunque ambos términos se refieren a alteraciones articulares, es importante diferenciarlos clínicamente:

  • Artralgia: dolor articular sin signos objetivos de inflamación. Puede ser pasajera o persistente.
  • Artritis: dolor con signos inflamatorios (edema, enrojecimiento, aumento de temperatura, rigidez matutina prolongada, limitación funcional).

La artralgia puede preceder a la artritis en enfermedades inflamatorias crónicas, por lo que es importante una valoración médica temprana si el dolor se mantiene o se repite.

Clasificación de la artralgia

La artralgia puede clasificarse según distintos criterios clínicos:

Según el número de articulaciones afectadas

  • Monoartralgia: afecta a una sola articulación. Puede indicar un proceso traumático o infeccioso.
  • Oligoartralgia: afecta entre dos y cuatro articulaciones. Frecuente en artritis reactivas.
  • Poliartralgia: afecta a cinco o más articulaciones. Suele asociarse a cuadros reumatológicos o infecciosos sistémicos.

Según la duración del dolor

  • Aguda: duración menor a 6 semanas.
  • Crónica: duración superior a 6 semanas.

Según el patrón de aparición

  • Intermitente: con periodos asintomáticos.
  • Persistente: dolor constante sin remisión.

Diagnóstico clínico de la artralgia

El diagnóstico de la artralgia se basa en la anamnesis detallada y la exploración física. En función de la sospecha clínica, pueden solicitarse pruebas complementarias:

  • Analítica sanguínea: para evaluar marcadores inflamatorios (VSG, PCR), perfil autoinmune (ANA, FR, anti-CCP), función tiroidea, ácido úrico, etc.
  • Estudios de imagen: radiografías simples, ecografía musculoesquelética, resonancia magnética o tomografía computarizada.
  • Estudios microbiológicos: serologías, PCR o cultivos si se sospecha infección.
  • Análisis del líquido sinovial: en caso de derrame articular para descartar artritis infecciosa o gotosa.

Tratamiento de la artralgia

El tratamiento de la artralgia depende de su causa subyacente. No existe un único abordaje válido para todos los casos. Las estrategias terapéuticas pueden incluir:

  • Reposo relativo y reducción de la carga sobre la articulación.
  • Aplicación de frío o calor, según la naturaleza del dolor.
  • Analgésicos como paracetamol o metamizol.
  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) si existe componente inflamatorio o dolor persistente.
  • Fisioterapia y ejercicios de movilidad para evitar la rigidez.
  • Infiltraciones locales en casos resistentes o de dolor focalizado.
  • Tratamiento etiológico específico si la causa es infecciosa, autoinmune o metabólica.

Pronóstico de la artralgia

El pronóstico depende de la causa, la duración del dolor y la rapidez con que se inicie el tratamiento. En muchos casos, la artralgia es transitoria y benigna. Sin embargo, puede ser el inicio de una enfermedad reumatológica crónica, por lo que no debe minimizarse su importancia si persiste o se repite.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda acudir a consulta médica si se presenta alguno de los siguientes signos:

  • Dolor articular que persiste más de una semana.
  • Fiebre acompañante o síntomas generales como pérdida de peso o fatiga intensa.
  • Rigidez matutina prolongada (más de 30 minutos).
  • Inflamación visible, enrojecimiento o calor local.
  • Aparición súbita e intensa del dolor, especialmente si es monoarticular.
  • Antecedente de enfermedad autoinmune o familiar con artritis.

Precauciones y medidas preventivas

Aunque no siempre es posible prevenir la artralgia, existen algunas recomendaciones útiles:

  • Evitar sobrecargas articulares y mantener una buena higiene postural.
  • Ejercicio físico moderado y regular, adaptado a cada edad y condición.
  • Mantener un peso saludable para reducir el impacto sobre las articulaciones.
  • Detectar precozmente infecciones víricas o enfermedades inflamatorias.
  • No automedicarse con antiinflamatorios si el dolor es persistente o recurrente.

Preguntas frecuentes sobre la artralgia

¿La artralgia puede ser causada por el estrés?

Sí. El estrés crónico se ha asociado con un aumento de la percepción del dolor y puede desencadenar síntomas musculoesqueléticos como la artralgia, especialmente en el contexto de la fibromialgia o de somatizaciones funcionales.

¿El clima afecta a las personas con artralgia?

Algunas personas refieren empeoramiento del dolor articular con cambios de temperatura, humedad o presión atmosférica. Aunque el mecanismo no está completamente demostrado, se cree que puede influir en la sensibilidad nerviosa o en el líquido sinovial.

¿La artralgia puede deberse a efectos secundarios de medicamentos?

Sí. Algunos fármacos, como los inhibidores de la aromatasa, antibióticos como las quinolonas o los tratamientos antivirales, pueden causar dolor articular como efecto secundario.

¿Es normal tener artralgias durante la menopausia?

Sí, muchas mujeres experimentan dolor articular durante la menopausia debido a la disminución de los estrógenos, que afectan negativamente al cartílago y la lubricación articular.

¿Puede aparecer artralgia tras una infección viral?

Sí. Es habitual que tras infecciones víricas (como gripe, parvovirus B19, COVID-19, dengue) se presenten artralgias transitorias, que generalmente desaparecen en pocos días.

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