DICCIONARIO MÉDICO
Antitoxina
Una antitoxina es un tipo específico de anticuerpo producido por el sistema inmunitario o administrado externamente, que tiene la capacidad de neutralizar toxinas biológicas generadas por microorganismos patógenos como bacterias o virus. Estas sustancias son especialmente relevantes en el tratamiento y la prevención de enfermedades infecciosas graves como el tétanos, la difteria o el botulismo. En términos médicos, una antitoxina puede ser de origen humano o animal, y su uso terapéutico forma parte de una estrategia inmunológica denominada inmunización pasiva, en la que se administran anticuerpos ya formados para contrarrestar los efectos de una toxina específica. Las antitoxinas han tenido un impacto histórico significativo en la medicina moderna. Antes de la llegada de los antibióticos, representaban uno de los principales tratamientos disponibles para enfermedades infecciosas graves. En la actualidad, siguen siendo una herramienta esencial en situaciones clínicas urgentes. El desarrollo de antitoxinas específicas ha sido clave para reducir la mortalidad asociada a toxinas bacterianas extremadamente potentes. Su aplicación clínica puede salvar vidas, especialmente en contextos donde la vacunación no ha sido posible o la respuesta inmunitaria del paciente es insuficiente. Las antitoxinas funcionan uniéndose directamente a la toxina en circulación, bloqueando su interacción con las células del organismo. Esta unión impide que la toxina ejerza su efecto citotóxico y permite que el sistema inmunitario elimine el complejo formado. El proceso puede resumirse en los siguientes pasos: Las antitoxinas pueden clasificarse según su origen o su uso clínico: Es frecuente confundir los términos relacionados con inmunidad y toxinas. Las diferencias son esenciales para comprender su uso médico: El uso de antitoxinas está indicado en situaciones médicas urgentes donde la neutralización rápida de toxinas es vital: Aunque generalmente seguras, las antitoxinas, especialmente las de origen animal, pueden desencadenar efectos adversos: Se recomienda realizar una prueba de hipersensibilidad antes de administrar antitoxinas equinas, especialmente si no se dispone de alternativas humanas. Debe buscarse atención médica inmediata en caso de: La protección proporcionada por una antitoxina es temporal, habitualmente de pocas semanas. No sustituye a la vacunación, que ofrece inmunidad duradera mediante respuesta activa del sistema inmunitario. En situaciones de emergencia médica, como riesgo de tétanos, puede considerarse su uso bajo supervisión especializada. Las antitoxinas humanas se prefieren por su menor riesgo de reacciones adversas. Sí, especialmente en el caso de antitoxinas equinas. Se recomienda realizar una prueba cutánea previa para detectar posibles reacciones de hipersensibilidad. No. Las antitoxinas brindan inmunidad pasiva de corta duración. Las vacunas, en cambio, estimulan la producción activa de anticuerpos y proporcionan protección a largo plazo. Su disponibilidad depende de los centros hospitalarios y servicios de salud pública. Se administran en hospitales bajo indicación médica, y algunas están almacenadas por el Ministerio de Sanidad para situaciones especiales. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es antitoxina
Importancia médica de las antitoxinas
Cómo actúan las antitoxinas
Principales tipos de antitoxinas utilizadas
Según su origen
Según su uso clínico
Diferencias entre antitoxina, toxoide e inmunoglobulina
Indicaciones clínicas y uso terapéutico
Reacciones adversas y precauciones
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes sobre antitoxina
¿Cuánto tiempo dura la protección de una antitoxina?
¿Puede administrarse una antitoxina durante el embarazo?
¿Es necesario hacer pruebas antes de administrar una antitoxina?
¿Las antitoxinas sustituyen a las vacunas?
¿Dónde se pueden conseguir antitoxinas en España?