DICCIONARIO MÉDICO

Anticolinérgico

Qué es un anticolinérgico

Un anticolinérgico es un fármaco que bloquea la acción del neurotransmisor acetilcolina en el sistema nervioso central y periférico. Esta inhibición se produce principalmente a nivel de los receptores muscarínicos, lo que conlleva una disminución de las funciones parasimpáticas del organismo. En medicina, los anticolinérgicos se utilizan para tratar múltiples condiciones clínicas, desde trastornos respiratorios hasta enfermedades neurológicas.

La acetilcolina desempeña un papel esencial en la transmisión nerviosa. Al bloquear su acción, los anticolinérgicos provocan efectos como relajación del músculo liso, disminución de las secreciones, dilatación pupilar, entre otros. Debido a esta variedad de efectos, el término "anticolinérgico" incluye a un grupo heterogéneo de fármacos con aplicaciones clínicas diversas.

Mecanismo de acción de los anticolinérgicos

Los fármacos anticolinérgicos actúan principalmente como antagonistas competitivos de los receptores muscarínicos (M1 a M5), impidiendo que la acetilcolina se una a ellos. Como consecuencia:

  • Se reduce el tono muscular del tracto gastrointestinal y urinario.
  • Se inhibe la secreción de glándulas exocrinas (saliva, sudor, ácido gástrico).
  • Se produce broncodilatación, útil en enfermedades pulmonares.
  • En el sistema nervioso central, algunos atraviesan la barrera hematoencefálica y modifican funciones cognitivas o motoras.

Tipos de anticolinérgicos

Los anticolinérgicos pueden clasificarse según su área terapéutica o su especificidad por los receptores. A continuación se describen las principales clases:

Anticolinérgicos periféricos

  • Broncodilatadores: como el ipratropio y el tiotropio, empleados en el tratamiento del EPOC y el asma.
  • Antiespasmódicos: como la butilescopolamina, utilizados en dolor abdominal o cólico renal.
  • Antisecretores gástricos: como la pirenzepina, ya en desuso por la aparición de otros inhibidores de secreción.

Anticolinérgicos centrales

  • Tratamiento del Parkinson: como el trihexifenidilo o biperideno, que reducen la rigidez y los temblores.
  • Prevención de náuseas y vómitos: como la escopolamina transdérmica.
  • Uso como antídoto: la atropina se emplea para revertir efectos de intoxicaciones por organofosforados.

Indicaciones clínicas de los anticolinérgicos

Los anticolinérgicos tienen múltiples usos clínicos:

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): como broncodilatadores de mantenimiento.
  • Vejiga hiperactiva: reducen la urgencia urinaria y la incontinencia.
  • Enfermedad de Parkinson: especialmente en pacientes jóvenes con temblor predominante.
  • Espasmos gastrointestinales: como parte del tratamiento sintomático del síndrome de intestino irritable.
  • Midriasis en oftalmología: para exploración del fondo de ojo.

Efectos adversos de los anticolinérgicos

Dado su mecanismo de acción, estos fármacos presentan efectos secundarios característicos, especialmente en pacientes de edad avanzada:

  • Xerostomía (sequedad bucal).
  • Visión borrosa por midriasis.
  • Retención urinaria.
  • Estreñimiento.
  • Confusión, alteración de la memoria o delirio, especialmente en pacientes geriátricos.

Precauciones en el uso de anticolinérgicos

El uso de anticolinérgicos requiere precaución en ciertos grupos de pacientes:

  • Mayores de 65 años: mayor riesgo de deterioro cognitivo y caídas.
  • Pacientes con glaucoma de ángulo cerrado: pueden provocar crisis de hipertensión ocular.
  • Pacientes con obstrucción urinaria o intestinal: pueden agravar la retención.
  • En combinación con otros fármacos con efecto anticolinérgico: se potencia el riesgo de efectos adversos.

Uso en pacientes geriátricos

En población anciana, el uso de medicamentos anticolinérgicos se asocia con un mayor riesgo de:

  • Deterioro cognitivo progresivo.
  • Delirium agudo y confusión mental.
  • Riesgo de caídas por inestabilidad postural o visión alterada.

Por ello, muchas guías geriátricas (como los criterios de Beers) recomiendan evitar su uso crónico o utilizar alternativas más seguras cuando sea posible.

Cuándo acudir al médico

Es fundamental consultar con un profesional sanitario ante:

  • Aparición de efectos adversos como confusión, visión borrosa o dificultad para orinar.
  • Uso concomitante de múltiples medicamentos, especialmente en personas mayores.
  • Empeoramiento de síntomas neurológicos o respiratorios tras iniciar tratamiento.

Preguntas frecuentes sobre los anticolinérgicos

¿Pueden los anticolinérgicos causar demencia?

Algunos estudios han encontrado una posible asociación entre el uso prolongado de anticolinérgicos y un mayor riesgo de demencia, especialmente en mayores de 65 años. Por ello se recomienda usarlos con precaución y valorar siempre el balance beneficio-riesgo.

¿Qué alimentos o fármacos pueden potenciar el efecto anticolinérgico?

Fármacos como antihistamínicos de primera generación, antipsicóticos, antidepresivos tricíclicos o algunos antieméticos pueden tener efecto anticolinérgico acumulativo. No hay alimentos que lo potencien, pero es importante revisar la medicación completa del paciente.

¿Existen alternativas más seguras a los anticolinérgicos?

Sí. Por ejemplo, en el tratamiento de vejiga hiperactiva, se puede utilizar mirabegrón, que actúa por una vía distinta. En EPOC, los β2 agonistas de acción prolongada son otra opción.

¿Es seguro el uso de anticolinérgicos durante el embarazo?

Depende del fármaco. Algunos tienen experiencia de uso durante el embarazo (por ejemplo, la escopolamina en cinetosis), pero siempre se debe consultar con el médico y valorar riesgo-beneficio según el trimestre gestacional.

¿Cuánto tiempo pueden tomarse los anticolinérgicos?

La duración depende de la indicación. En algunos casos su uso es puntual (cólicos), mientras que en otros puede ser prolongado (EPOC o Parkinson), siempre con seguimiento médico estrecho para vigilar posibles efectos secundarios.

© Clínica Universidad de Navarra 2025

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.