DICCIONARIO MÉDICO

Antibiograma

Qué es el antibiograma

El antibiograma es una prueba microbiológica que permite determinar la sensibilidad o resistencia de una bacteria a distintos antibióticos. Este análisis es fundamental en el campo de la microbiología clínica para guiar el tratamiento adecuado de infecciones bacterianas, especialmente en el contexto del creciente problema de las resistencias antimicrobianas.

El antibiograma se realiza en laboratorios clínicos a partir de una muestra biológica (como sangre, orina, esputo, secreciones o líquidos estériles) que contiene el microorganismo aislado. A través de esta técnica, los profesionales de la salud pueden seleccionar el antibiótico más eficaz para tratar la infección, evitando así el uso inapropiado de antimicrobianos.

Para qué sirve el antibiograma

El principal objetivo del antibiograma es establecer el perfil de sensibilidad de un microorganismo frente a un conjunto estandarizado de antibióticos. Esta información es clave para:

  • Elegir el tratamiento antibiótico más adecuado para cada infección específica.
  • Reducir el uso innecesario de antibióticos de amplio espectro.
  • Disminuir la probabilidad de desarrollo de resistencias bacterianas.
  • Controlar infecciones nosocomiales en entornos hospitalarios.

Cómo se realiza un antibiograma

Existen varios métodos para realizar un antibiograma, pero los más utilizados en la práctica clínica son:

  1. Difusión en disco (método de Kirby-Bauer): se colocan discos impregnados con antibióticos sobre una placa de cultivo con la bacteria. Se mide el halo de inhibición del crecimiento bacteriano alrededor del disco.
  2. Microdilución en caldo: se utilizan diluciones crecientes de antibióticos en medios líquidos para identificar la concentración mínima inhibitoria (CMI).
  3. Métodos automatizados: como VITEK o MicroScan, que ofrecen resultados rápidos y estandarizados en hospitales.

Interpretación de los resultados del antibiograma

Los resultados del antibiograma clasifican las bacterias como:

  • Sensibles (S): el antibiótico es eficaz a dosis estándar.
  • Intermedias (I): la eficacia puede depender de la dosis o de la localización de la infección.
  • Resistentes (R): el antibiótico no es eficaz contra el microorganismo.

La interpretación se basa en puntos de corte establecidos por organismos internacionales como el CLSI (Clinical and Laboratory Standards Institute) o EUCAST (European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing).

Importancia clínica del antibiograma

La utilidad clínica del antibiograma es particularmente relevante en los siguientes contextos:

  • Infecciones graves como sepsis, endocarditis o meningitis.
  • Pacientes inmunodeprimidos, donde la elección antibiótica adecuada puede ser crítica.
  • Fracasos terapéuticos con antibióticos empíricos.
  • Vigilancia epidemiológica de bacterias multirresistentes.

Limitaciones del antibiograma

A pesar de su utilidad, el antibiograma presenta ciertas limitaciones:

  • Tiempo de respuesta: puede demorar entre 24 y 72 horas.
  • Variabilidad entre laboratorios: depende de la técnica utilizada y del criterio de interpretación.
  • Limitaciones en infecciones polimicrobianas, donde múltiples bacterias interfieren en el resultado.

Resistencia bacteriana y el papel del antibiograma

El antibiograma es una herramienta crucial en la lucha contra las bacterias multirresistentes (BMR), que representan una de las mayores amenazas para la salud pública global, según la OMS.

Gracias al antibiograma se pueden detectar patrones de resistencia como:

  • BLEE: bacterias productoras de β-lactamasas de espectro extendido.
  • MRSA: Staphylococcus aureus resistente a meticilina.
  • KPC: Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasas.

Precauciones y recomendaciones

El antibiograma debe ser interpretado siempre por profesionales sanitarios. No sustituye al juicio clínico, y su resultado debe integrarse en el contexto clínico del paciente, considerando factores como:

  • Localización de la infección.
  • Estado inmunológico del paciente.
  • Farmacocinética y farmacodinámica del antibiótico.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar con un profesional sanitario cuando se presentan signos de infección como:

  • Fiebre persistente.
  • Dolor localizado, enrojecimiento o inflamación.
  • Supuración o secreciones anormales.
  • Fracaso de tratamientos antibióticos previos.

Solo el médico puede solicitar un antibiograma y determinar si es necesario en función del cuadro clínico.

Preguntas frecuentes sobre el antibiograma

¿Es lo mismo un cultivo que un antibiograma?

No. El cultivo bacteriano permite identificar el microorganismo responsable de una infección, mientras que el antibiograma determina a qué antibióticos es sensible o resistente ese microorganismo.

¿El antibiograma sirve para virus o hongos?

No. El antibiograma se aplica exclusivamente a bacterias. Para hongos se realiza un antifungigrama, y en el caso de virus no se emplean antibióticos, sino antivirales específicos.

¿Cuánto tarda en estar disponible un antibiograma?

El tiempo varía según el laboratorio, pero generalmente se obtienen resultados entre 24 y 72 horas después del aislamiento del microorganismo.

¿Se puede hacer un antibiograma en infecciones leves?

En la mayoría de los casos leves, el médico prescribe tratamiento empírico. El antibiograma se reserva para situaciones complejas, recurrentes o que no responden al tratamiento inicial.

¿Los resultados del antibiograma son definitivos?

Los resultados ofrecen una orientación fiable, pero deben ser interpretados en conjunto con la evaluación clínica. Factores como la penetración del antibiótico en el foco de infección pueden modificar la eficacia real.

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