DICCIONARIO MÉDICO
Antibiograma
El antibiograma es una prueba microbiológica que permite determinar la sensibilidad o resistencia de una bacteria a distintos antibióticos. Este análisis es fundamental en el campo de la microbiología clínica para guiar el tratamiento adecuado de infecciones bacterianas, especialmente en el contexto del creciente problema de las resistencias antimicrobianas. El antibiograma se realiza en laboratorios clínicos a partir de una muestra biológica (como sangre, orina, esputo, secreciones o líquidos estériles) que contiene el microorganismo aislado. A través de esta técnica, los profesionales de la salud pueden seleccionar el antibiótico más eficaz para tratar la infección, evitando así el uso inapropiado de antimicrobianos. El principal objetivo del antibiograma es establecer el perfil de sensibilidad de un microorganismo frente a un conjunto estandarizado de antibióticos. Esta información es clave para: Existen varios métodos para realizar un antibiograma, pero los más utilizados en la práctica clínica son: Los resultados del antibiograma clasifican las bacterias como: La interpretación se basa en puntos de corte establecidos por organismos internacionales como el CLSI (Clinical and Laboratory Standards Institute) o EUCAST (European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing). La utilidad clínica del antibiograma es particularmente relevante en los siguientes contextos: A pesar de su utilidad, el antibiograma presenta ciertas limitaciones: El antibiograma es una herramienta crucial en la lucha contra las bacterias multirresistentes (BMR), que representan una de las mayores amenazas para la salud pública global, según la OMS. Gracias al antibiograma se pueden detectar patrones de resistencia como: El antibiograma debe ser interpretado siempre por profesionales sanitarios. No sustituye al juicio clínico, y su resultado debe integrarse en el contexto clínico del paciente, considerando factores como: Es recomendable consultar con un profesional sanitario cuando se presentan signos de infección como: Solo el médico puede solicitar un antibiograma y determinar si es necesario en función del cuadro clínico. No. El cultivo bacteriano permite identificar el microorganismo responsable de una infección, mientras que el antibiograma determina a qué antibióticos es sensible o resistente ese microorganismo. No. El antibiograma se aplica exclusivamente a bacterias. Para hongos se realiza un antifungigrama, y en el caso de virus no se emplean antibióticos, sino antivirales específicos. El tiempo varía según el laboratorio, pero generalmente se obtienen resultados entre 24 y 72 horas después del aislamiento del microorganismo. En la mayoría de los casos leves, el médico prescribe tratamiento empírico. El antibiograma se reserva para situaciones complejas, recurrentes o que no responden al tratamiento inicial. Los resultados ofrecen una orientación fiable, pero deben ser interpretados en conjunto con la evaluación clínica. Factores como la penetración del antibiótico en el foco de infección pueden modificar la eficacia real. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es el antibiograma
Para qué sirve el antibiograma
Cómo se realiza un antibiograma
Interpretación de los resultados del antibiograma
Importancia clínica del antibiograma
Limitaciones del antibiograma
Resistencia bacteriana y el papel del antibiograma
Precauciones y recomendaciones
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes sobre el antibiograma
¿Es lo mismo un cultivo que un antibiograma?
¿El antibiograma sirve para virus o hongos?
¿Cuánto tarda en estar disponible un antibiograma?
¿Se puede hacer un antibiograma en infecciones leves?
¿Los resultados del antibiograma son definitivos?