DICCIONARIO MÉDICO

Anorexia

Qué es anorexia

En medicina, el término anorexia se refiere a la pérdida o disminución del apetito para la ingesta de alimentos. Esta condición puede ser un síntoma inespecífico presente en múltiples patologías orgánicas o psicológicas, o formar parte de un trastorno psiquiátrico específico como la anorexia nerviosa. Es fundamental diferenciar entre ambas, ya que tienen etiologías, implicaciones clínicas y abordajes terapéuticos distintos.

La anorexia como síntoma puede aparecer de forma transitoria o persistente y tener consecuencias nutricionales importantes, especialmente si se prolonga en el tiempo. En el contexto de enfermedades crónicas o neoplásicas, la anorexia puede contribuir a la caquexia, una situación de grave deterioro físico y funcional.

Causas médicas de la anorexia

La anorexia puede estar originada por causas físicas o psíquicas. A continuación, se enumeran las principales condiciones médicas asociadas:

  • Infecciones agudas o crónicas: gripe, tuberculosis, VIH, infecciones urinarias.
  • Neoplasias: especialmente en cánceres avanzados como páncreas, pulmón, estómago y colon.
  • Insuficiencia renal o hepática: alteraciones metabólicas que reducen el apetito.
  • Endocrinopatías: hipotiroidismo, enfermedad de Addison, diabetes mal controlada.
  • Trastornos gastrointestinales: dispepsia, gastroparesia, úlceras, enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Fármacos: quimioterápicos, opioides, digoxina, antibióticos, antidepresivos.
  • Estados fisiológicos: embarazo (en primer trimestre), envejecimiento.

Anorexia como manifestación psiquiátrica

El término también se utiliza para describir el trastorno de la conducta alimentaria denominado anorexia nerviosa, clasificado por el DSM-5 como un trastorno mental. En este caso, la pérdida de apetito no es primaria, sino resultado de una restricción voluntaria de la ingesta motivada por un miedo intenso a ganar peso y una imagen corporal distorsionada.

La anorexia nerviosa es más frecuente en mujeres adolescentes y adultas jóvenes, aunque también puede afectar a varones y personas de otras edades. Se clasifica en dos subtipos:

  • Restrictivo: sin episodios de atracones ni purgas.
  • Con atracones/purgas: alterna restricción con conductas compensatorias.

Consecuencias clínicas de la anorexia

La disminución mantenida del apetito puede tener repercusiones graves si no se trata a tiempo. Las consecuencias incluyen:

  • Pérdida de peso progresiva y desnutrición calórico-proteica.
  • Hipovitaminosis y déficit de oligoelementos (hierro, zinc, selenio).
  • Atrofia muscular, debilidad generalizada y sarcopenia.
  • Alteraciones inmunológicas con mayor susceptibilidad a infecciones.
  • Amenorrea, infertilidad y osteoporosis precoz en mujeres.
  • Trastornos electrolíticos y riesgo cardiovascular.

Evaluación clínica del paciente con anorexia

La anamnesis debe identificar el tiempo de evolución, síntomas asociados (náuseas, dolor abdominal, disgeusia, cambios en el estado de ánimo) y factores desencadenantes. La exploración física puede revelar signos de desnutrición y enfermedades subyacentes.

Entre las pruebas complementarias más utilizadas se incluyen:

  • Analítica completa con función hepática y renal.
  • Perfil nutricional (albumina, prealbúmina, vitaminas, oligoelementos).
  • Serologías, hemocultivos o estudios de imagen según sospecha clínica.
  • Valoración psicológica o psiquiátrica si se sospecha causa funcional o trastorno de la conducta alimentaria.

Tratamiento de la anorexia

El tratamiento depende del origen de la anorexia. Puede abarcar medidas farmacológicas, nutricionales, psicoterapéuticas y de soporte. En líneas generales se incluye:

  • Corrección de la enfermedad subyacente: tratamiento de la infección, ajuste de fármacos, soporte en insuficiencia renal, etc.
  • Suplementación nutricional: progresiva, individualizada, con control de micronutrientes.
  • Intervención psicológica: terapia cognitivo-conductual en anorexia nerviosa.
  • Hospitalización: en casos de desnutrición severa o riesgo vital.

Cuándo acudir al médico

Es importante buscar atención médica ante la presencia de:

  • Pérdida de peso no intencionada superior al 5% en un mes o 10% en seis meses.
  • Inapetencia persistente sin causa clara.
  • Síntomas digestivos o sistémicos acompañantes (vómitos, ictericia, fatiga intensa).
  • Conductas de restricción alimentaria voluntaria, preocupación excesiva por el peso o imagen corporal.

Precauciones y seguimiento

La anorexia, sea sintomática o primaria, requiere seguimiento multidisciplinar. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Evitar la automedicación con orexígenos sin prescripción médica.
  • Monitorización periódica del peso, estado nutricional y síntomas asociados.
  • Derivación a nutrición clínica y salud mental si hay sospecha de trastorno alimentario.

Preguntas frecuentes sobre anorexia

¿La anorexia siempre indica una enfermedad psiquiátrica?

No. La anorexia puede ser un síntoma inespecífico en numerosas enfermedades médicas. Solo se considera un trastorno psiquiátrico cuando cumple criterios diagnósticos específicos, como los de la anorexia nerviosa.

¿Es normal tener pérdida de apetito en la vejez?

Cierta disminución del apetito puede aparecer con la edad, pero una pérdida de apetito persistente no debe considerarse normal y debe ser evaluada, ya que puede reflejar patologías subyacentes o estados de fragilidad.

¿Existen fármacos que puedan estimular el apetito?

Sí. En algunos casos se utilizan orexígenos como la megestrol acetato o la mirtazapina, pero siempre bajo indicación médica y tras descartar causas tratables de anorexia.

¿La anorexia puede ser causada por el cáncer?

Sí. El cáncer es una causa frecuente de anorexia, especialmente en fases avanzadas. La combinación de inflamación sistémica, alteraciones metabólicas y efectos secundarios del tratamiento contribuye a la pérdida del apetito.

¿Qué diferencia hay entre anorexia y caquexia?

La anorexia es la pérdida del deseo de comer. La caquexia es un síndrome metabólico complejo que incluye anorexia, pérdida de masa muscular y peso corporal, y no siempre mejora con el aumento de la ingesta alimentaria.

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