DICCIONARIO MÉDICO

Anomalía

Qué es anomalía

En medicina, el término anomalía hace referencia a una alteración estructural, funcional, genética o del desarrollo que se aparta de lo considerado fisiológica o estadísticamente normal. Las anomalías pueden manifestarse desde el nacimiento o adquirirse a lo largo de la vida, y su impacto clínico varía desde hallazgos menores sin relevancia hasta condiciones graves que afectan significativamente la salud del paciente.

El concepto de anomalía abarca un amplio espectro de situaciones médicas, y su clasificación depende del sistema afectado, la causa subyacente, el momento de aparición y su repercusión clínica. Las anomalías pueden ser morfológicas (visibles estructuralmente), funcionales (sin alteración anatómica evidente), genéticas, congénitas o adquiridas.

Tipos de anomalías en medicina

Las anomalías pueden clasificarse de diversas formas según su origen, presentación o impacto. A continuación, se detallan las más relevantes:

  • Anomalías congénitas: presentes al nacimiento, resultan de errores en el desarrollo embrionario o fetal. Pueden deberse a causas genéticas, ambientales o mixtas.
  • Anomalías genéticas: alteraciones en el ADN que afectan genes específicos o cromosomas completos. Ejemplos: síndrome de Down, fibrosis quística.
  • Anomalías estructurales: afectan la morfología de órganos o tejidos. Pueden ser evidentes clínicamente o detectarse por técnicas de imagen.
  • Anomalías funcionales: alteran el funcionamiento de un sistema sin evidencia morfológica clara. Por ejemplo, trastornos del ritmo cardíaco o metabólicos.
  • Anomalías adquiridas: aparecen tras el nacimiento como consecuencia de infecciones, traumatismos, exposición a tóxicos, envejecimiento o enfermedades crónicas.

Etiología de las anomalías

La causa de una anomalía puede ser multifactorial. Entre los principales factores etiológicos se encuentran:

  • Factores genéticos: mutaciones, deleciones, duplicaciones, trisomías o translocaciones cromosómicas.
  • Factores ambientales: exposición intrauterina a agentes teratogénicos como alcohol, fármacos (valproato, talidomida), virus (rubéola, Zika), contaminantes o radiaciones.
  • Factores maternos: diabetes gestacional, deficiencias nutricionales (como ácido fólico), enfermedades autoinmunes o infecciones.
  • Factores desconocidos: en muchos casos no se identifica una causa clara, especialmente en anomalías esporádicas.

Anomalías congénitas más frecuentes

Las anomalías congénitas constituyen una de las principales causas de discapacidad infantil y mortalidad neonatal. Algunas de las más frecuentes incluyen:

  • Cardiopatías congénitas: como la comunicación interventricular, tetralogía de Fallot o transposición de grandes vasos.
  • Defectos del tubo neural: espina bífida, anencefalia.
  • Fisura labio-palatina: defecto de cierre de estructuras faciales.
  • Malformaciones renales: como displasia renal multiquística o agenesia unilateral.
  • Anomalías del sistema musculoesquelético: como pie equinovaro o polidactilia.

Diagnóstico de anomalías

El diagnóstico de una anomalía puede realizarse durante el embarazo, al nacimiento o en etapas posteriores. Entre las herramientas diagnósticas se incluyen:

  • Ecografía prenatal: permite la detección de malformaciones estructurales desde el primer trimestre.
  • Amniocentesis y biopsia corial: para estudio genético del feto.
  • Resonancia magnética fetal: útil en el análisis detallado del sistema nervioso central.
  • Exploración física neonatal: clave en la identificación de anomalías externas.
  • Pruebas genéticas: como cariotipo, arrays CGH o secuenciación masiva.

Tratamiento y manejo

El tratamiento de una anomalía depende de su tipo, severidad y repercusión funcional. En muchos casos requiere un abordaje multidisciplinar que incluye pediatras, genetistas, cirujanos, neurólogos, cardiólogos o rehabilitadores. Algunas intervenciones comunes son:

  • Cirugía correctiva: especialmente en anomalías cardíacas, gastrointestinales o musculoesqueléticas.
  • Terapias sustitutivas: como enzimas en enfermedades metabólicas.
  • Intervención temprana: logopedia, fisioterapia y estimulación cognitiva.
  • Tratamiento farmacológico: en anomalías funcionales como epilepsia o endocrinopatías.

Impacto psicológico y social

Las anomalías, especialmente cuando son visibles o discapacitantes, pueden tener consecuencias emocionales importantes para el paciente y su familia. Es crucial proporcionar:

  • Acompañamiento psicológico desde el diagnóstico.
  • Información clara y accesible sobre la condición y sus implicaciones.
  • Apoyo educativo y social para facilitar la integración del paciente.

Prevención de anomalías

No todas las anomalías pueden prevenirse, pero sí es posible reducir el riesgo con medidas basadas en evidencia:

  • Suplementación con ácido fólico antes y durante el embarazo.
  • Evitar exposición a sustancias teratogénicas: alcohol, tabaco, fármacos sin prescripción.
  • Vacunación materna frente a enfermedades como rubéola y hepatitis B.
  • Control de enfermedades crónicas maternas: diabetes, lupus, hipertensión.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar a un especialista en los siguientes casos:

  • Resultados anormales en ecografías prenatales.
  • Antecedentes familiares de enfermedades genéticas o anomalías congénitas.
  • Síntomas físicos, neurológicos o funcionales no explicados tras el nacimiento.
  • Retrasos en el desarrollo motor, cognitivo o del lenguaje.

Precauciones y seguimiento

Toda anomalía debe ser valorada por un equipo clínico con experiencia. Es importante:

  • Evitar diagnósticos precipitados sin estudios confirmatorios.
  • Establecer un plan de seguimiento personalizado según la condición.
  • Coordinar con equipos de apoyo escolar, social y psicológico cuando sea necesario.

Preguntas frecuentes sobre anomalías

¿Todas las anomalías son visibles al nacimiento?

No. Muchas anomalías estructurales o genéticas pueden pasar desapercibidas en la etapa neonatal y manifestarse más tarde, especialmente aquellas relacionadas con el desarrollo neurológico o metabólico.

¿Una anomalía siempre implica una enfermedad?

No. Algunas anomalías son benignas y no afectan la calidad de vida. Otras, en cambio, pueden requerir intervenciones complejas. Cada caso debe analizarse individualmente.

¿Puedo tener hijos si tengo una anomalía genética?

En muchos casos sí, pero es recomendable acudir a una consulta de asesoramiento genético para evaluar el riesgo de transmisión.

¿Existen pruebas para detectar anomalías durante el embarazo?

Sí. Las pruebas prenatales incluyen ecografías de alta resolución, análisis bioquímicos y estudios genéticos que permiten identificar un gran número de anomalías fetales.

¿Qué recursos existen para las familias de niños con anomalías?

Existen asociaciones de pacientes, programas de atención temprana, equipos multidisciplinares hospitalarios y servicios sociales que brindan apoyo y acompañamiento integral a las familias.

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