Qué es anhedonia
La anhedonia es un término médico y psicológico que hace referencia a la incapacidad para experimentar placer en actividades que previamente eran consideradas agradables o gratificantes. Esta alteración del estado emocional es uno de los síntomas cardinales de los trastornos depresivos mayores, aunque también puede presentarse en otros trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, trastornos por consumo de sustancias o en enfermedades neurodegenerativas. La anhedonia afecta no solo al bienestar subjetivo del individuo, sino también a su funcionalidad social, laboral y afectiva.
Clasificación de la anhedonia
Desde un punto de vista clínico, la anhedonia puede dividirse en diferentes tipos según su expresión o naturaleza:
- Anhedonia física: pérdida de placer en sensaciones corporales, como comer, tocar o tener relaciones sexuales.
- Anhedonia social: disminución del interés o satisfacción en interacciones sociales, relaciones de amistad o vínculos familiares.
- Anhedonia anticipatoria: dificultad para sentir motivación o deseo por actividades futuras que antes eran gratificantes.
- Anhedonia consumatoria: incapacidad para disfrutar del momento presente o de actividades que están ocurriendo en tiempo real.
Origen neurobiológico
La anhedonia tiene un correlato neurobiológico bien establecido. Las regiones cerebrales implicadas en la regulación del placer y la recompensa incluyen:
- Núcleo accumbens: principal centro de recompensa del cerebro, implicado en la motivación y el placer anticipado.
- Corteza prefrontal medial: relacionada con la toma de decisiones y el juicio sobre lo placentero.
- Amígdala: implicada en la valoración emocional de los estímulos.
- Disfunción dopaminérgica: la anhedonia está asociada a niveles bajos de dopamina o alteración en los receptores dopaminérgicos.
Trastornos relacionados con la anhedonia
La anhedonia es un síntoma transversal, presente en múltiples cuadros clínicos:
- Trastorno depresivo mayor: uno de los criterios diagnósticos fundamentales junto con el estado de ánimo deprimido.
- Trastorno esquizoafectivo y esquizofrenia: puede formar parte de los síntomas negativos.
- Trastornos de ansiedad: en especial cuando coexisten con sintomatología depresiva.
- Trastornos por consumo de sustancias: como el alcohol o la cocaína, especialmente durante la abstinencia.
- Trastornos neurodegenerativos: como la enfermedad de Parkinson o el Alzheimer.
Diagnóstico clínico
El diagnóstico de la anhedonia requiere una evaluación médica y psicológica cuidadosa. El especialista suele realizar:
- Entrevista clínica estructurada, explorando el grado de interés, motivación y disfrute.
- Escalas validadas: como la Snaith–Hamilton Pleasure Scale (SHAPS) o la Beck Depression Inventory.
- Evaluación funcional en distintas esferas: laboral, familiar, social y afectiva.
Diferencias con otros síntomas depresivos
La anhedonia puede confundirse con otros síntomas depresivos como la apatía o la abulia. Sin embargo, es importante diferenciarlos:
- Anhedonia: ausencia de placer o disfrute.
- Apatía: falta de interés o motivación generalizada.
- Abulia: dificultad para iniciar actividades o tomar decisiones.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la anhedonia, pero puede mejorar significativamente mediante estrategias combinadas:
- Psicoterapia cognitivo-conductual: ayuda a identificar distorsiones cognitivas, activar conductas gratificantes y mejorar la funcionalidad.
- Farmacoterapia: uso de antidepresivos ISRS, ISRN, dopaminérgicos o incluso psicofármacos de tercera generación como la bupropión.
- Ejercicio físico regular: promueve la liberación de endorfinas y mejora la neuroplasticidad cerebral.
- Estimulación cerebral: técnicas como la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) pueden ser útiles en casos resistentes.
Cuándo acudir al médico
Es recomendable consultar a un especialista en salud mental cuando:
- Se experimenta una pérdida persistente de interés en la vida diaria por más de dos semanas.
- La anhedonia interfiere en las relaciones personales, el trabajo o los estudios.
- Se acompaña de otros síntomas depresivos como tristeza profunda, insomnio, cambios de apetito o ideación suicida.
Precauciones y hábitos saludables
- Evitar el aislamiento social y buscar vínculos afectivos saludables.
- Establecer rutinas estructuradas que incluyan actividades físicas y placenteras.
- Consultar tempranamente ante síntomas de anhedonia para evitar su cronificación.
- Evitar el consumo de sustancias psicoactivas que puedan agravar el cuadro.
Preguntas frecuentes
¿La anhedonia siempre indica depresión?
No necesariamente. Aunque es muy frecuente en la depresión, también puede presentarse en otros trastornos psiquiátricos o neurológicos.
¿Es posible tener anhedonia sin estar triste?
Sí. Muchas personas con anhedonia no refieren tristeza, pero describen un vacío emocional o incapacidad para disfrutar.
¿La anhedonia puede revertirse con tratamiento?
Sí. Con el tratamiento adecuado, una gran proporción de pacientes experimenta mejoría significativa, aunque puede requerir tiempo y seguimiento profesional.
¿La anhedonia puede confundirse con pereza o falta de voluntad?
Sí. Es importante diferenciarla clínicamente, ya que no se trata de una elección o actitud, sino de un síntoma neuropsiquiátrico con base biológica y emocional.
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