DICCIONARIO MÉDICO
Anestesia disociativa
La anestesia disociativa es una técnica anestésica caracterizada por la inducción de un estado de desconexión funcional entre el tálamo y la corteza cerebral, lo que resulta en una analgesia profunda, amnesia y catalepsia, mientras se preservan los reflejos protectores y la respiración espontánea. Este tipo de anestesia se logra principalmente mediante la administración de ketamina, un agente anestésico que actúa como antagonista del receptor N-metil-D-aspartato (NMDA). La ketamina fue sintetizada en 1962 como un derivado de la fenciclidina (PCP), buscando un agente anestésico con menos efectos psicotomiméticos. En 1965, se introdujo en la práctica clínica y, en 1970, fue aprobada por la FDA para su uso en humanos. Su capacidad para inducir un estado de anestesia sin depresión respiratoria significativa la hizo especialmente útil en entornos con recursos limitados y en situaciones de emergencia. La ketamina actúa principalmente como antagonista no competitivo del receptor NMDA, inhibiendo la transmisión excitatoria del glutamato en el sistema nervioso central. Esta acción interfiere con la comunicación entre el tálamo y la corteza cerebral, produciendo el estado disociativo característico. Además, la ketamina interactúa con otros sistemas neurotransmisores, incluyendo los receptores opioides, monoaminérgicos y colinérgicos, contribuyendo a sus efectos analgésicos y psicodélicos. El estado de anestesia disociativa inducido por ketamina se caracteriza por: La anestesia disociativa es especialmente útil en: La ketamina puede administrarse por diversas vías: Las dosis varían según la vía y el propósito, siendo comúnmente de 1-2 mg/kg IV o 4-10 mg/kg IM para inducción anestésica. Aunque la ketamina es generalmente segura, pueden presentarse efectos adversos: Se recomienda precaución en pacientes con antecedentes de enfermedades psiquiátricas, hipertensión no controlada o enfermedades cardiovasculares graves. La anestesia disociativa está contraindicada en: Es importante consultar al médico si después de un procedimiento con anestesia disociativa se presentan: No necesariamente. Aunque el paciente puede parecer despierto, experimenta una desconexión del entorno y no responde a estímulos dolorosos, lo que permite realizar procedimientos sin que sienta dolor o recuerde lo ocurrido. Sí, la ketamina se utiliza comúnmente en pediatría debido a su perfil de seguridad y a que mantiene la estabilidad cardiovascular y respiratoria. Aunque tiene potencial de abuso en contextos recreativos, su uso médico controlado y supervisado presenta un riesgo muy bajo de dependencia. La anestesia general induce una pérdida completa de conciencia y requiere soporte ventilatorio. La anestesia disociativa permite realizar procedimientos con el paciente en un estado de desconexión, pero manteniendo la respiración espontánea y los reflejos protectores. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es anestesia disociativa
Historia y desarrollo
Mecanismo de acción
Características clínicas
Indicaciones clínicas
Vías de administración y dosificación
Efectos secundarios y precauciones
Contraindicaciones
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes sobre anestesia disociativa
¿La anestesia disociativa implica pérdida de conciencia?
¿Es segura la ketamina en niños?
¿Puede la ketamina causar dependencia?
¿Qué diferencia hay entre anestesia disociativa y general?