DICCIONARIO MÉDICO

Anaclítico

Qué es anaclítico

El término anaclítico proviene del griego anaklitos, que significa “apoyado sobre”. En el ámbito médico y psicológico, se utiliza para describir procesos de dependencia afectiva o emocional hacia otra persona, especialmente cuando esa relación se vuelve necesaria para el desarrollo o el funcionamiento psíquico del individuo. El concepto fue introducido y desarrollado en el campo del psicoanálisis por Sigmund Freud y sus discípulos.

En medicina y salud mental, el adjetivo “anaclítico” puede aplicarse a:

  • Relaciones de dependencia emocional, especialmente en la infancia.
  • Trastornos de desarrollo afectivo debidos a privación materna o vínculos de apego inadecuados.
  • Modelos de personalidad que dependen excesivamente de una figura externa.

Origen del concepto en psicoanálisis

El término fue empleado por Sigmund Freud para explicar una de las formas de elección de objeto en el desarrollo libidinal. En este contexto, el amor anaclítico se basa en el modelo de dependencia hacia las figuras que satisfacen necesidades vitales básicas (madre, cuidador primario). A este modelo se le opone el llamado amor narcisista, basado en la propia imagen.

Más adelante, autores como René Spitz emplearon el término “anaclítico” para describir un cuadro clínico concreto: la depresión anaclítica en lactantes, que ocurre tras la pérdida o ausencia prolongada de la madre durante los primeros meses de vida.

Depresión anaclítica en la infancia

La depresión anaclítica es un síndrome descrito por Spitz en 1945, observado en lactantes institucionalizados que sufrían una ruptura repentina del vínculo afectivo con la madre o cuidador primario. El cuadro se caracteriza por:

  • Retraso en el desarrollo psicomotor.
  • Pérdida de peso y apetito.
  • Apraxia facial (falta de expresión).
  • Llanto persistente, luego apatía y retraimiento.
  • Inmunosupresión y mayor riesgo de infecciones.

La recuperación es posible si se restablece tempranamente el vínculo afectivo, pero si la privación se prolonga más allá de los 5-6 meses, pueden aparecer daños emocionales y cognitivos irreversibles.

Dependencia anaclítica en la edad adulta

En adultos, el término anaclítico se utiliza para describir personalidades dependientes cuya autoestima, estabilidad emocional y sentido vital dependen excesivamente del afecto, presencia o aprobación de otra persona significativa (pareja, progenitor, terapeuta).

Esta forma de dependencia puede verse en trastornos de personalidad dependiente, relaciones disfuncionales, cuadros depresivos y estados de duelo complicado.

Características clínicas de la personalidad anaclítica

  • Miedo intenso al abandono.
  • Necesidad constante de apoyo afectivo externo.
  • Pérdida de identidad o autoestima en ausencia del otro.
  • Conductas sumisas o complacientes para evitar el rechazo.

Anaclítico en psicopatología

Dentro de la psicopatología, el término “anaclítico” suele aplicarse a ciertas formas de depresión o melancolía reactiva, donde el síntoma fundamental es la pérdida de un vínculo afectivo considerado vital para el equilibrio emocional del paciente.

Estas depresiones suelen responder a tratamientos que incluyen intervención psicoterapéutica relacional y reconstrucción del sistema de apego.

Tratamiento y abordaje clínico

El tratamiento de los trastornos relacionados con el anaclismo incluye:

  • Psicoterapia psicoanalítica o psicodinámica, que aborda las raíces vinculares del sufrimiento.
  • Terapias de apego, especialmente útiles en contextos de trauma infantil.
  • Intervención familiar y trabajo con cuidadores primarios en la infancia.
  • Tratamiento farmacológico en casos con sintomatología depresiva grave.

Importancia del apego seguro

Desde la teoría del apego, se reconoce que el apego seguro es el principal factor protector frente a trastornos anaclíticos. La presencia sensible y consistente de un cuidador en la infancia es esencial para que el niño desarrolle una base segura desde la que explorar el mundo y regular sus emociones.

El apego inseguro, especialmente el apego ansioso-ambivalente, se asocia con mayor riesgo de dependencia afectiva en la adultez.

Cuándo acudir al médico o psicólogo

Es importante buscar atención especializada cuando se observan las siguientes señales:

  • Lactantes institucionalizados o en acogida sin vínculo estable.
  • Niños con apatía, retraso del desarrollo o conducta retraída tras separación prolongada de la madre.
  • Adultos con dependencia emocional extrema, miedo patológico al abandono o pérdida de funcionalidad sin su pareja.
  • Presencia de depresión anaclítica tras una pérdida afectiva relevante.

Preguntas frecuentes sobre el término anaclítico

¿Es lo mismo anaclítico que dependiente?

No exactamente. El término “anaclítico” hace referencia a la naturaleza vincular del objeto afectivo, mientras que “dependiente” describe una conducta o rasgo de personalidad. Sin embargo, ambos conceptos pueden coexistir.

¿La depresión anaclítica solo ocurre en bebés?

Aunque el cuadro clásico descrito por Spitz se observa en lactantes, también puede encontrarse en niños mayores, adolescentes y adultos en forma de depresión por pérdida de figuras vinculares esenciales.

¿Se puede prevenir la aparición de trastornos anaclíticos?

Sí, mediante la promoción de vínculos afectivos seguros, la estabilidad emocional en la crianza y la atención temprana ante signos de alteración vincular.

¿El tratamiento farmacológico es suficiente?

No. Aunque en algunos casos se utilizan antidepresivos, el abordaje debe incluir intervención psicoterapéutica centrada en el vínculo, la historia de apego y la autonomía emocional.

¿El término anaclítico es de uso común en medicina actual?

Es más frecuente en el ámbito psicodinámico y psicoanalítico, aunque su aplicación clínica en psicología del desarrollo y salud mental infantil sigue siendo relevante.

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