DICCIONARIO MÉDICO
Aminoácido
Un aminoácido es una molécula orgánica que posee al menos un grupo amino (-NH2) y un grupo carboxilo (-COOH) unidos al mismo átomo de carbono (α-carbono), junto con un átomo de hidrógeno y una cadena lateral o grupo R que confiere características específicas. Veinte aminoácidos estándar forman la base del código genético y, al enlazarse mediante enlaces peptídicos, dan lugar a proteínas, hormonas, neurotransmisores y numerosos metabolitos indispensables para la vida. Su relevancia médica abarca la nutrición clínica, la farmacología, la genética metabólica y la fisiopatología de numerosas enfermedades. En la mayoría de los aminoácidos el carbono α es un centro quiral. Ello origina dos enantiómeros denominados L- y D-. Salvo excepciones bacterianas, los seres humanos emplean la configuración L para la síntesis proteica. La distinción es crítica en farmacología; por ejemplo, la L-dopa atraviesa la barrera hematoencefálica y la D-dopa no. Los aminoácidos son anfóteros: pueden comportarse como ácidos o bases. Cada uno presenta un punto isoeléctrico (pI) en el que la carga neta es cero. Este atributo se aprovecha en electroforesis capilar y en el diseño de nutrición parenteral, ya que influye en la solubilidad y la estabilidad de las mezclas. Mediante la traducción del ARN mensajero, los ribosomas enlazan aminoácidos en un orden preciso para construir proteínas. Estas proteínas actúan como enzimas, anticuerpos, transportadores y estructuras celulares. Carencias prolongadas de esenciales provocan atrofia muscular, déficit inmunológico y retraso del crecimiento. Aminoácidos como glutamato y aspartato son los neurotransmisores excitadores predominantes; la glicina actúa como inhibidor en la médula espinal. El equilibrio entre excitación e inhibición resulta esencial para la plasticidad sináptica y la prevención de neurotoxicidad en ictus y traumatismo craneoencefálico. Derivados de tirosina dan origen a tiroxina y adrenalina; triptófano produce serotonina y melatonina. Estas hormonas regulan el metabolismo basal, la respuesta al estrés y el ritmo circadiano. En ayuno prolongado o estrés, la gluconeogénesis hepática utiliza alanina y glutamina como sustratos. Isoleucina, leucina y valina se oxidan en el músculo para generar acetil-CoA y succinil-CoA, contribuyendo a la producción de ATP. Las aminotransferasas (AST, ALT) trasladan grupos amino desde un aminoácido a un cetoácido, etapa clave para sintetizar nuevos aminoácidos y para la excreción de nitrógeno. Valores elevados de AST o ALT son marcadores de hepatocitolisis. El exceso de nitrógeno se convierte en urea en el hígado y se elimina por el riñón. Defectos en este ciclo causan hiperamonemia, encefalopatía y, en neonatos, convulsiones. El tratamiento urgente incluye hemodiálisis y limitación proteica. Leucina, isoleucina y valina requieren el complejo deshidrogenasa de cetoácidos de cadena ramificada. Su déficit origina la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, que cursa con letargia, vómitos y crisis metabólicas. La OMS recomienda 0,66 g de proteína/kg/día en adultos sanos, equivalentes a 100–120 mg/kg de aminoácidos esenciales. Situaciones de hipercatabolismo (sepsis, politrauma, quemados) elevan la demanda a 1,3–2,0 g/kg/día. Leucina estimula la vía mTOR y la síntesis muscular; la dosis efectiva ronda 2–3 g por toma. Las mezclas "ratio 2:1:1" de BCAA son populares, aunque la evidencia en rendimiento es moderada. La kwashiorkor infantil se caracteriza por edema, hepatomegalia y dermatosis; la sarcopenia del anciano implica pérdida funcional y riesgo de caídas. Ambas mejoran con aporte proteico adecuado y suplementación de leucina y vitamina D. Altas dosis de triptofano pueden desencadenar síndrome serotoninérgico al combinarse con ISRS o inhibidores de MAO. El exceso crónico de proteínas en enfermedad renal avanzada acelera la progresión a diálisis. En deficiencia se prioriza la dieta hiperproteica con al menos 1,2 g/kg/día y suplementos de esenciales. En errores innatos se restringe el aminoácido tóxico y se proveen mezclas libres del mismo más un suplemento de los restantes esenciales. Un adulto sano requiere unos 0,8 g de proteína por kilogramo de peso; deportistas y pacientes críticos pueden necesitar 1,2–2 g/kg. No son imprescindibles si la dieta cubre el aporte proteico total; pueden ser útiles cuando la ingesta es insuficiente o en situaciones catabólicas. Puede aumentar la carga renal y hepática, favorecer la deshidratación y, en predispuestos, elevar el ácido úrico. Las mezclas estándar son seguras; no obstante, megadosis aisladas (p. ej., triptófano > 6 g/d) no se recomiendan por falta de datos. En las cantidades habituales de la dieta no se ha demostrado toxicidad. Los síntomas de “sensibilidad al glutamato” son infrecuentes y autolimitados. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es aminoácido
Estructura química y estereoisomería
Centros quirales
Propiedades ácido-base
Clasificación funcional
Esenciales, no esenciales y condicionales
Cadenas laterales y polaridad
Funciones biológicas clave
Síntesis proteica
Neurotransmisión
Hormonas y señalización
Metabolismo energético
Metabolismo y homeostasis
Transaminación y desaminación
Ciclo de la urea
Catabolismo de aminoácidos de cadena ramificada
Aminoácidos en nutrición clínica
Requerimientos diarios
Nutrición enteral y parenteral
Suplementación deportiva
Patologías relacionadas con los aminoácidos
Errores innatos del metabolismo
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Tratamiento y manejo
Abordaje nutricional
Fármacos coadyuvantes
Precauciones y recomendaciones
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿Cuántos gramos de proteína necesito al día?
¿Los suplementos de BCAA son imprescindibles para ganar músculo?
¿Qué riesgos conlleva una dieta hiperproteica?
¿Existen aminoácidos contraindicados en embarazo?
¿El glutamato monosódico provoca daño neurológico?